Análisis de Age of Wonders Planetfall
Triunf Studios nos presenta Age of Wonders: Planetfall, donde nos toca forjar un nuevo futuro para los habitantes de un imperio caído en una oscura era cósmica.


Age of Wonders: Planetfall es un juego de estrategia y ciencia ficción con combates tácticos por turnos. Aquí tendréis que construir un imperio desde cero eligiendo una de las seis facciones disponibles, encontrando misiones únicas para cada una de ellas donde os tocará luchar, construir, negociar y desarrollar vuestra tecnología, todo ello mientras localizáis a otros supervivientes. Cuenta con una campaña para un jugador, mapas aleatorios donde dar rienda suelta a vuestra imaginación o la posibilidad de jugar contra vuestros amigos en el multijugador.
Su historia nos habla sobre la Unión Estelar, un imperio que ofrecía seguridad a millares de mundos. Ahora, tras el Cataclismo, las civilizaciones tienen que forjar un nuevo futuro descubriendo los secretos de la Unión Estelar y los errores que cometieron para no volver a repetirlos. Es bastante entretenida y, a diferencia de lo que pueda parecer a simple vista, cuenta con un trasfondo realmente interesante.
Aquí debemos seleccionar una de las seis facciones disponibles: La Vanguardia, El Sindicato, Las Amazonas, Los Dvar y Los Kir’Ko. Cada una cuenta con su propia trama y características únicas que tendréis que estudiar para poder sacarles provecho, con una base jugable muy similar en todas ellas. Están muy bien diferenciadas, siendo realmente divertido averiguar su método de actuación, las investigaciones que pueden realizar o el armamento y equipaciones disponibles.
Nada más comenzar la campaña tenemos que elegir un planeta, un comandante, su raza, tecnología, ventajas, dificultad y si queremos que nuestro héroe siempre resurja tras las batallas. Al principio hay algunos planetas bloqueados que iréis consiguiendo según avancéis en el juego, contando cada uno con sus propios objetivos. Como es normal, recomendamos empezar por el tutorial, el cual nos explica los conceptos básicos.
Las mecánicas funcionan muy bien, aunque es cierto que aquellos que no estén habituados al género pueden verse un poco abrumados en los primeros compases. Aquí contamos con un mundo dividido en casillas por el cual podemos desplazar a nuestras unidades según nos los permitan sus puntos de movimiento, con la opción de alejar la cámara para ver los recursos que podemos encontrar en cada sector.
Una vez nos encontramos con otras criaturas existen dos posibilidades entre las que elegir, el combate o la diplomacia, si bien no todas nos darán estas opciones. La dificultad de la tarea está determinada por los puntos de ataque y defensa, así que pensad con detenimiento lo que vayáis a hacer. Si optamos por el combate, viajamos hasta un nuevo escenario donde tiene lugar la batalla, moviendo a cada unidad como nos convenga para sacar ventaja del entorno y así acabar con los rivales. Eso sí, cada acción tiene un coste, encontrando bajo el perfil de cada unidad unas barras que determinan las que pueden realizar. Hay unas operaciones especiales que permiten realizar acciones estratégicas muy útiles en combate y que pueden suponer una gran ventaja si son bien utilizadas, siempre teniendo en cuenta que son muy limitadas. Hay una gran variedad de ellas, encontrando incluso algunas que se pueden utilizar fuera de las batallas.
Es una pena que a estos combates les falte algo de variedad, volviéndose con el tiempo un tanto repetitivos y optando entonces por hacer que se desarrollen automáticamente. No es que no haya opciones, e incluso a veces peligros medioambientales, sino que casi siempre podréis superar una batalla utilizando la misma forma de proceder. Al menos es un punto que se ve algo mejorado por la IA, la cual muestra una inteligencia bastante trabajada a la hora de combatir (no tanto por el mapa estratégico).
A lo largo de los escenarios encontramos otras facciones que pueden solicitar nuestra ayuda y, si empleamos la diplomacia, pueden terminar uniéndose a nosotros formando una alianza, firmar acuerdos para evitar conflictos, comerciar o incluso acceder a sus dominios entre otros. No hay demasiadas opciones, ya que el juego prefiere centrarse en la gestión de nuestra colonia y en las batallas, pero no están nada mal para ampliar sus posibilidades jugables.
Todas nuestras unidades se pueden personalizar, ya sea con otra munición, equipamiento para mejorar la defensa, el rango de ataque o precisión, e incluso ponerle otros elementos que nos permiten desplazarnos más ágilmente por los escenarios entre otros. Cada tropa puede llevar hasta tres mejoras que podréis desarrollar. Es muy completo en este sentido, encontrando incluso una especie de acceso directo a las mejores.
Por otro lado tenemos la interfaz de la Colonia. Gracias a ella podemos inspeccionar y controlar nuestros asentamientos en todo momento, viendo el número de recursos que genera cada edificio y el coste que nos supone mantenerlos. Con estos lugares podemos obtener más unidades, mejorar las defensas del lugar o bien aumentar la economía. Además, en la parte superior de la pantalla podemos ver en todo momento los puntos de comida, energía, producción, conocimiento, felicidad y población, los cuales nos dan acceso a nuevas posibilidades. Existen muchas opciones de gestión y siempre podréis expandir vuestro imperio a través de otros sectores con nuevas edificaciones para así conseguir más recursos o bien especializarlas en un recurso en concreto para mejorar su producción.
Las investigaciones son muy importantes, dividiéndose éstas en dos grupos: las militares, que proveen a las tropas de protección adicional y desbloquean operaciones de apoyo en el campo de batalla, y las sociales, las cuales proporcionan mejoras para las estructuras básicas de la colonia. Estos a su vez cuentan con varios grupos a desarrollar con un árbol bastante completo que poco a poco va ampliando sus posibilidades.
Nos ha sorprendido muy gratamente lo bien adaptados que están los controles a los mandos de consola, siendo muy cómodo manejar todos los aspectos del juego y desplazarnos por los menús. Con teclado y ratón siempre es mucho más cómodo para este tipo de juegos, pero si no tenéis esa opción deberíais darle una oportunidad en consolas.
Pero donde salen a relucir todas las bondades de este título es en el multijugador. No es porque sea muy distinto a lo visto en la campaña, sino porque enfrentarnos hasta a otros once jugadores siempre es más divertido que luchar contra la IA por ser más imprevisibles, especialmente al moverse y conquistar el territorio estratégico.
En cuanto a duración, es un título cuya campaña puede irse fácilmente por encima de las 40 horas si nos dedicamos a hacer las tareas secundarias, a lo que hay que sumarle lo rejugable que es por sus diferentes dificultades, tener escenarios que se generan aleatoriamente y las muchas posibilidades que tenemos a la hora de afrontar una misión. Tampoco queremos olvidarnos de las escaramuzas del modo nuevo escenario y del multijugador, que engancha y puede hacer que pasen muchas horas sin que queramos dejar de jugar. La versión de PC, además, incluye soporte para mods.
El apartado gráfico nos ha gustado bastante, especialmente por el gran trabajo artístico que hay detrás de todo. Los personajes están bien modelados y animados, mientras que los escenarios son amplios, cuentan con varios detalles destacables y son muy interactivos. Siempre es un placer hacer saltar todo por los aires y cargarte la estrategia del rival. Hemos encontrado alguna que otra ralentización puntual, pero nada destacable.
La banda sonora no está nada mal, quedando casi siempre en segundo plano para dar paso a su gran ambientación. Los efectos también nos han gustado, mientras que las voces en inglés cuentan con una buena interpretación y, para acompañarlos, tenemos textos en completo castellano que nos ayudan a seguir el argumento y comprender su funcionamiento sin problemas.
En definitiva, Age of Wonders: Planetfall es un estupendo juego de estrategia por turnos que combina de forma muy satisfactoria los combates con las partes de gestión. La trama es muy interesante, las unidades muy personalizables, las batallas ofrecen muchas posibilidades y el tener escenarios que se generan aleatoriamente le aporta mucha rejugabilidad. Es cierto que la IA no se comporta todo lo bien que debiera fuera de los combates y puede hacer que se vuelva un tanto repetitivo, pero es algo que compensa con su completo multijugador.
Un título que engancha a poco que juguéis, especialmente si sois aficionados al género y queréis probar todas sus posibilidades a partir de las diferentes facciones.