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Análisis de Ash of Gods: Redemption

Nadie está a salvo de la muerte en Ash of Gods: Redemption, la nueva versión del juego de AurumDust que cuenta con una historia en constante evolución.

Cartel Ash of Gods
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Ash of Gods: Redemption es un juego de rol con combates basados en turnos, donde incluso podemos utilizar cartas, y elementos de novela visual en el que cada decisión que tomamos a lo largo de la aventura puede afectar a la historia y a la jugabilidad. Este título, desarrollado por el estudio chipriota AurumDust, cuenta con una narrativa en constante evolución, un apartado audiovisual único, combates tácticos y dos amplios modos multijugador, uno PvP y otro PvE, donde los jugadores podrán poner a prueba sus habilidades.

Su historia nos lleva hasta el mundo de Terminus, donde la humanidad se enfrenta a los segadores, unos seres sobrenaturales que absorben la energía vital de las personas, con el fin de conservar su vida y hacer frente a una antigua profecía. Abandonados por los dioses, el juego nos pone en el papel de Thorn Brenin, quien huye de la siega con su hija Gleda, la cual podría ser la clave para terminar con la profecía, Hopper Rouley, un sabio místico que esconde algunos secretos, y Lo Pheng, un asesino del Clan de las Sombras, entrelazándose sus historias a lo largo de la aventura.

Este argumento nos ha gustado bastante, con una narrativa que normalmente está bien llevada a pesar de tener alguna que otra inconsistencia, un tono oscuro, personajes bien diferenciados y decisiones que pueden influir en el estado de nuestros personajes. Desde la mala gestión de nuestros recursos hasta un acto imprudente, como son una mala palabra que genere conflicto o una pequeña herida en batalla mal tratada, pueden llevar a la muerte permanente o incluso a salvarnos en otras ocasiones, siendo nuestras decisiones a veces un tanto impredecibles. Quizás no tienen tanto peso como quieren hacernos creer, pero se agradece que al menos influyan. Los textos de esta nueva versión del juego sí nos llegan en castellano.

Nada más comenzar veréis que hay tres modos de juego: el Modo Historia, en el que encontraréis un sistema de batallas automáticas, poderosos personajes y recursos adicionales para centraros de lleno en la historia; el Modo Clásico, donde nos esperan mayores desafíos, sufrimientos y dificultades; y el Modo Hombre de Hierro, que es el más complicado de todos, no podréis cambiarlo durante el transcurso de la partida y donde sólo está disponible la última partida guardada, no pudiendo cargar la anterior para modificar las decisiones tomadas. Nosotros recomendamos empezar con el Modo Clásico por ofrecer un desafío bastante razonable y después subir el nivel.

Sus mecánicas son muy accesibles, haciéndonos a ellas tras pocos minutos de juego. Aquí todo se desarrolla como si de una novela visual se tratara, eligiendo los lugares que queremos visitar y conversando con personajes que después nos ofrecen diferentes decisiones a tomar que afectan levemente al rumbo de la historia y al porvenir de nuestros protagonistas. La parte más compleja empieza al combatir, de la cual os hablamos más extensamente a continuación.

En las batallas podemos llevar hasta seis personajes de manera simultánea, donde tener un equipo bien equilibrado, una estrategia, buenas cartas y un equipamiento adecuado es muy importante si queremos conseguir la victoria. Aquí podemos desplazar a nuestro personaje por un escenario dividido en cuadrículas, indicando las azules las zonas a las que podemos llegar fácilmente y las naranjas a las que podemos acceder a cambio de una parte de su medidor de energía. La interfaz es muy clara y en todo momento nos indica lo que podemos hacer, aunque es más cómodo de jugar con el teclado y el ratón, siendo un poco extraña la forma de desplazar el puntero por las casillas con el mando. Si existe la posibilidad, después activaremos una de las habilidades del personaje, ya sea para atacar o para el uso que se nos indique. Lo más curioso es que podemos atacar a la vitalidad o a la energía de los rivales, lo que aumenta aún más las posibilidades estratégicas. Tras actuar a veces recuperaréis energía y, una vez finalizado nuestro movimiento, comienza el turno de los rivales. Pero cuidado, hay un reloj que limita el tiempo que tenemos para pensar y si se acaba comenzará automáticamente el turno de los enemigos.

En cualquier momento podemos consultar las estadísticas y habilidades enemigas, lo que nos permite plantear una mejor estrategia contra ellos. Aquí no se deja nada al azar, dependiendo nuestra victoria y todo lo que ocurre en combate únicamente de nuestro planteamiento. Comentar que tenemos hasta cinco cartas que ofrecen diferentes ventajas para los combates, las cuales debéis gastar con cabeza al poder usarse cada una de ellas tan solo una vez por batalla.

Al ganar combates obtenemos dinero y experiencia con la que subir de nivel y mejorar las estadísticas generales de los personajes (tales como el ataque, la vitalidad, la energía, su capacidad de desplazamiento o la velocidad), consiguiendo además mejoras por lealtad cuando luchan a nuestro lado y puntos de habilidad que podemos invertir en mejorar las habilidades que poseemos o aprender otras nuevas, aunque para acceder a algunas de ellas antes es necesario alcanzar cierto nivel. Pero cuidado, ya que los personajes de nuestro grupo también pueden sufrir lesiones que nos perjudiquen durante las batallas.

La exploración no es uno de los puntos fuertes del juego, ya que normalmente nuestros personajes se desplazan automáticamente de un lugar a otro sin que nosotros hagamos nada, más allá de alguna que otra decisión que tomamos para afrontar uno u otro camino y acceder a determinadas tiendas para hacernos con nuevo equipamiento.

En cuanto a duración, la aventura puede completarse en unas 10 horas, ofreciendo algo de rejugabilidad por saber que hubiera sucedido si hubieramos tomado otras decisiones. Por desgracia, estas decisiones en su mayoría no suelen tener un gran peso y podréis ver todos los posibles caminos en una segunda vuelta. Eso sí, siempre tenéis la posibilidad de afrontar la aventura en diferentes niveles de dificultad. Como extra también contáis con el modo multijugador PvE, donde nos unimos a un amigo para luchar contra la IA en diferentes desafíos, o el PvP para retar a otros jugadores e ir ascendiendo en la clasificación, desbloqueando además nuevos personajes y cartas para poco a poco mejorar a nuestro grupo e incluuso llegar a crear clanes.

El apartado gráfico sí que nos ha gustado, mostrando conversaciones como si de una novela visual se tratara con unos diseños bastante vistosos, combates que se desarrollan desde una vista cenital con personajes en 2D genialmente animados, en los que incluso se ha utilizado la técnica de la rotoscopia para grabar a actores reales y dibujar sobre ellos, y escenarios plagados de detalles. Funciona con mucha fluidez en todo momento, pero lo mejor viene dado por unas escenas que resultan realmente llamativas y que siempre nos dejan con ganas de más. No hay que olvidar que estamos ante un proyecto independiente de bajo presupuesto, lo que hace que sea aún más meritorio.

En el sonoro tenemos geniales melodías creadas por Adam Skorupa que incorporan algunos instrumentos que no solemos escuchar en este tipo de composiciones, las cuales se adaptan muy bien al estilo del juego. Los efectos no están nada mal, mientras que las voces nos llegan en inglés con una interpretación un tanto mejorable. Por su parte, los textos esta vez nos llegan en castellano, con algún que otro fallo a la hora de sincronizarse con las voces y pequeñas erratas de menor importancia.

Ash of Gods: Redemption es, como conclusion, un título que sabe como entretener y divertir sin ofrecer una experiencia demasiado original, con un argumento que, si bien tarda en arrancar y tiene alguna incoherencia, nunca se nos ha hecho aburrido, un sistema de combate basado en turnos bastante desafiante y algunas decisiones que afectan al transcurso de la historia. El apartado audivisual también nos ha gustado bastante, en especial las geniales escenas de acción, las animaciones y las estupendas melodías.

Si os atrae el género estáis ante un buen juego al que, quizás, le falte algo que lo diferencie del resto, pero que aún así cumple con creces. Además ahora incluye textos en castellano, lo que facilitará seguir la trama y comprender mejor sus mecánicas.