Análisis de Battle Princess Madelyn
Desarrollado por Causal Bit Games llega Battle Princess Madelyn, un título cargado de acción y aventuras que recuerda al clásico Ghosts´n´Goblins pero que añade elementos más actuales.


Battle Princess Madelyn es un juego de acción y plataformas de desplazamiento lateral con un gran mundo lleno de peligros que debemos superar para lograr nuestro objetivo. Está inspirado en algunas obras bien conocidas por los jugadores veteranos, como Ghosts´n´Goblins o Wonder Boy 3: The Dragon´s Trap, con algunos ajustes que hacen que sea más accesible para los jugadores actuales pero sin perder ese punto de dificultad que tanto los caracterizaba.
Su historia nos lleva hasta una habitación, donde la joven Maddi se dispone a escuchar a su abuelo, quien le va a leer las aventuras de una princesa que llegó a convertirse en guerrera. Este trata sobre la princesa Madelyn que, mientras intentaba proteger a su pueblo, ve como su familia desaparece y su adorable perro cae a manos de un despreciable ser. Ahora no le queda más remedio que sobreponerse e intentar hacer todo lo posible por encontrar a sus seres queridos y acabar con sus enemigos, todo con la ayuda del fantasma de su perro Fritzy.
Este argumento no está nada mal, pero se diluye a medida que avanzáis en el juego por ofrecer demasiada libertad a los jugadores, que en ocasiones se sentirán algo perdidos. Al menos sus personajes son bastante carismáticos, especialmente la protagonista. Lo mejor es que los textos del juego están en completo castellano para que no os perdáis ningún detalle.
Los controles son estupendos y muy accesibles, con un botón para atacar en diferentes direcciones y otro para saltar, donde podemos controlar la dirección de nuestra protagonista en el aire. Fritzy, el perro, se encargará de recoger las almas de los enemigos caidos, las cuales podemos usar para utilizar habilidades o bien para resucitar si nuestro personaje muere. Si estos recursos se acaban, tendremos que empezar el nivel de nuevo en el modo historia o bien desde el principio en el arcade. A lo largo del juego, además, podréis conseguir hasta diez armas diferentes cuyo poder cambia con las tres armaduras especiales, ofreciendo éstas habilidades únicas y una determinada resistencia, así que os invitamos a descubrirlas todas. Como siempre, si os golpean pueden llegar a quitárosla, haciendo que seais más débiles contra las acometidas rivales.
El juego cuenta con dos modos bien diferenciados: Modo Historia, donde nos hablan sobre la trama del juego, vemos algunas escenas y hay un mundo abierto que podemos explorar libremente; y el Modo Arcade, que se centra principalmente en la acción y el plataformeo con un desarrollo más tradicional. Sus diferencias son muy notables, por lo que os hablamos de ellas más detenidamente a continuación.
Por un lado, en la historia contamos con un mundo enorme a explorar con zonas interconectadas, pudiendo conversar con los lugareños, viajar por diferentes alturas de los escenarios para recorrer otras rutas y desbloquear habilidades especiales con las que podemos volver a lugares ya visitados para así descubrir zonas y secretos que en principio parecían inaccesibles. El problema es que no todo está tan cuidado como sus mecánicas jugables, encontrando elementos en los escenarios que se repiten en exceso para rellenar huecos, misiones secundarias un tanto simples que sirven para alargar la aventura artificialmente y, lo peor, algunos saltos en los que no sabemos donde tenemos que caer, lo que puede llevarnos hasta la muerte.
Por otro tenemos el arcade, con una estructura más tradicional en la que tenemos muchas habilidades desbloqueadas y sólo nos tenemos que preocupar de avanzar acabando con enemigos, jefes, superar las zonas de plataformeo y esquivar trampas. Es aquí donde brillan sus mecánicas jugables, ofreciendo un juego muy frenético y desafiante, a la altura de los clásicos que todos conocemos. Es cierto que al no contar con tantos elementos de relleno como en el modo historia se puede completar en menos tiempo, pero nos ha parecido infinitamente más entretenido al estar todo mejor dispuesto.
Hay que comentar que ambas modalidades tienen defectos, como unos jefes que, a pesar de variar un poco de uno a otro, se vuelven bastante predecibles y sencillos al contar con pocos patrones de movimiento. No ocurre con todos ellos, por su puesto, pero en su mayoría nos han decepcionado. Lo mismo pasa con los saltos de fe, un problema que se podría haber solucionado introduciendo un pequeño control sobre la cámara que nos permitiera observar lo que hay alrededor. Es un problema más notable en el modo historia, pero también ocurre en el arcade.
En cuanto a duración tenemos juego para rato, con un modo historia que ronda las ocho horas y montones de misiones secundarias, y el arcade, que puede llevaros poco más de una hora. Lo mejor es que cuenta con un sistema de puntuación que nos invitará constantemente a intentar superar marcas y muchos secretos que desbloquean nuevos niveles, haciendo que sea muy rejugable.
El apartado gráfico nos ha encantado, con un estilo pixel art muy logrado, escenarios cargados de detalles y personajes perfecamente recreados y animados, junto con algunos efectos muy conseguidos que le dan ese toque actual que buscaban. Además funciona con mucha fluidez en todas las plataformas, por lo que su jugabilidad no se resiente. Para los más puristas, existe la posiblidad de activar las líneas de escaneo, lo que le da un toque retro interesante.
Por otra parte, el sonoro cuenta con montones de temas que le sientan genial a la aventura, con un ritmo bien medido que le aporta frenetismo y epicidad. Estos pueden escucharse tanto en su versión orquestal como en arcade, que viene a ser de estilo chiptune. Todo ello siempre acompañado de unos geniales efectos de sonido y textos en castellano para no perdernos ningún detalle, aunque es cierto que hemos encontrado pequeños fallos y algunas partes sin traducir.
Battle Princess Madelyn es, en defintiva, un título muy entretenido que brilla más en su vertiente arcade, donde saca a relucir su genial apartado jugable con escenarios bien estudiados, enemigos colocados estratégicamente y un desafío a la altura. El modo historia no está nada mal, pero algunas decisiones de diseño pueden romper el ritmo de la aventura y hacer que a la larga pueda hacerse aburrido por añadir elementos innecesarios.
Aún así, estamos ante un juego que encantará a los más veteranos, especialmente a aquellos que disfrutaron en su momento del clásico Ghosts´n´Goblins por ofrecer un desafío a la altura.