PC
PS4

Análisis de Birthdays the Beginning

Crea tu propio mundo lleno de diversas formas de vida únicas y observa la evolución de este ecosistema con Birthdays the Beginning, el nuevo juego de Yasuhiro Wada, creador de Harvest Moon.

Cartel Birthdays the Beginning Interior
Play

El argumento de este juego nos habla sobre lo desconocido, donde los materiales que todos conocemos sólo son una pequeña parte de este misterioso mundo. Aquí nos adentramos en una profunda cueva del bosque, como si fueramos invitados por la luz, y vemos un gigantesco cubo de piedra flotando ante nosotros. Junto a él habia un pequeño objeto con forma de cubo y una criatura que nunca antes habíamos visto, comenzando así nuestro viaje.

Birthdays the Beginning es un juego en el que nos toca crear y gestionar la vida de un planeta con forma de cubo modificando aspectos como la geografía o la climatología. Esto da lugar a diferentes formas de vida, desde plantas hasta humanos pasando por montones de criaturas.

Los controles son intuitivos y no tardaréis mucho en poneros a crear y modificar el terreno de vuestro mundo. Con estas herramientas podemos formar montañas, llanuras, colinas, mares, rios, cascadas y picos altos que tienen características únicas ideales para ciertas formas de vida. Para hacerlo tenemos que gastar PV, aunque estos se recuperan rápidamente cuando avanzamos en el tiempo. Al elevar o bajar el terreno la temperatura cambia – cuanta mayor es la altura menor temperatura -, los organismos pueden engendrarse y el mundo crece. No os preocupéis si al principio no conseguís dominarlas, ya que existen muchos objetos que os ayudan a crear vuestro mundo. Eso sí, al abusar de ellos perdemos ciertas ventajas.

La precisión a la hora de elegir un objetivo no funciona demasiado bien, obligándonos de vez en cuando a dar un rodeo para alcanzarlo. Tampoco nos ha gustado que los tutoriales sean tan poco claros con ciertos aspectos.

Hay dos modos de visualización, el micro y el macro. En el modo micro tomamos el control de nuestro avatar y editamos el terreno para conseguir las condiciones que queramos para nuestro ecosistema, además de recoger objetos, información y utilizar ciertos útiles que nos ayudan a lograr el objetivo. El modo macro saca la cámara fuera del cubículo para poder ver como avanza el tiempo en el mundo - con la posibilidad de acelerar el proceso a cambio de PV - y observamos como evoluciona todo con información detallada.

Según pasa el tiempo, los organismos que se adaptan a la temperatura ambiente y los niveles de humedad nacen. Los ecosistemas pueden cambiar dependiendo de la escasez de alimentos y de si los depredadores naturales están presentes, por lo que tenéis que trabajar duro para hacer que funcione.

A veces los organismos evolucionan para adaptarse al clima, por lo que si queremos conseguir nuevas especies tenemos que modificar el terreno y, en consecuencia, su medio ambiente. Al descubrir un nuevo organismo podemos capturarlo (marcados con puntos de colores en el minimapa) y registrarlo en nuestra Biblioteca. Ésta no solo contiene información sobre el mismo, sino que también hay un Árbol de Vida que muestra la genealogía de cada criatura y lo que podrían llegar a ser, haciendo que sea muy útil para obtener pistas sobre cómo crear nuevos organismos.

Cuando registramos especies poco a poco vamos ganando experiencia con la que nuestro avatar puede subir de nivel y ganar más PV para llevar a cabo más acciones y aumentar el radio de acción a la hora de modificar el terreno. Además, el tamaño del mundo también aumenta según avanzamos en el juego, ofreciendo más posibilidades a la hora de desarrollar nuestro ecosistema, aunque la dificultad también lo hace.

Para hacer que algunos de estos organismos nazcan es necesario hacer sacrificios, algo que nos dejan claro nada más comenzar la aventura. Si queréis que sobrevivan necesitáis cumplir una serie de requisitos, como que la climatología y temperatura sean adecuadas o tener a mano los alimentos que necesitan. Dependiendo de vuestra habilidad con el terreno y los objetos podéis crear un mundo en el que haya mucha biodiversidad, incluso haciendo que coexistan especies que nunca antes podrían haberlo hecho.

No es un juego sencillo, obligándonos en todo momento a estar pendientes del estado de nuestros organismos. Es por ello que recomendamos guardar la partida constantemente ya que si perdéis una especie necesaria para progresar tendréis que repetir todo el proceso hasta hacer que aparezca de nuevo.

En cuanto a modos de juegos tenemos varios a nuestra disposición: el Modo Historia, donde tras un misterioso incidente somos testigos de la historia del mundo y la evolución de la vida. Al principio tenemos un pequeño mundo, aunque va aumentando según avanzamos. En total encontraréis cerca de 30 horas de juego – que equivale a cinco mil millones de años en la aventura. A continuación tenemos el Dino Desafío, en el que tenemos que crear organismos específicos dentro del límite de tiempo establecido. Por último está el Juego Libre, que nos permite elegir cualquiera de los tamaños del mundo para crear el que deseemos y evolucionemos a todo tipo de criaturas.

El apartado gráfico es un tanto simple, pero gracias a unos diseños simpáticos para los escenarios y criaturas entra por los ojos. Cuanta mayor diversidad hay en nuestro mundo resulta más vistoso, haciendo que haya mucho colorido. En ocasiones os costará distinguir alguna especie por su parecido con otra, echando en falta que ciertos modelados estuvieran un poco más cuidados.

Las melodías acompañan bien mientras desarrollamos y vemos avanzar nuestro mundo, aunque se nos antojan un tanto escasas y en poco tiempo pueden resultar un tanto repetitivas. Los efectos, por otra parte, cumplen con su cometido. No hay que olvidar que los textos del juego nos llegan en completo castellano a pesar de haber encontrado ciertas partes sin traducción.

Birthdays the Beginning nos ha parecido un juego de gestión muy completo que ofrece algo muy diferente a lo que nos tienen acostumbrados otros juegos del género. Es muy desafiante, pero a la vez satisfactorio, hacer que el mundo salga adelante y poder crear un ecosistema que funcione bien. Hay montones de organismos a descubrir y cada partida es diferente a la anterior, por lo que es muy rejugable. Falla un poco su sistema de control y los momentos en los que nos toca esperar a que la vida se desarrolle.

Los jugadores que busquen algo diferente encontrarán un título bastante entretenido y con una dificultad bien ajustada, cuya estética de dibujos animados puede que no sea del agrado de todos.