Análisis de Blossom Tales - The Sleeping King
Explora un vasto mundo abierto con Blossom Tales: The Sleeping King, un juego de acción y aventuras de corte clásico que, si bien no es demasiado original, resulta tremendamente entretenido.


El argumento del juego trata sobre un abuelo que cuenta una historia a sus nietos, Lily y Chrys, sobre el gran Reino de Blossom, un lugar en el que Lily, la protagonista de la aventura, disfrutaba de una vida tranquila con su abuela hasta que llegó el día en el que se convirtió en Caballera de la Rosa con el fin de proteger el reino. Pero mientras realizaba su primera misión encontró un cuarto sospechoso en el que descubrió el plan maestro de Crocus, que pretendía usar su ejército para conquistar el reino. Cuando salió para avisar al rey ya era demasiado tarde, Crocus había desatado su maldición sobre él, poniéndolo a dormir para siempre. Nuestro objetivo es preparar un legendario elixir para quitar dicha maldición y poner fin a los malvados planes de Crocus.
Esta trama es quizás lo más original de todo el juego, ya que al ser narrada por el abuelo y poder interactuar con sus nietos da lugar a situaciones bastante interesantes, como elegir a un tipo de enemigo en situaciones concretas o inventarse una escusa cuando nuestro personaje fallece. Es una pena que no se haya aprovechado la ocasión para darle algo más de profundidad en este sentido, quedando simplemente en una anécdota que no influye en el desarrollo de la historia.
Blossom Tales: The Sleeping King es un juego de acción y aventuras de estilo clásico cargado de puzles y que se desarrolla desde una perspectiva cenital en un amplio mundo abierto. Para no perdernos por él contamos con un mapa que podemos consultar en cualquier momento, donde siempre aparece marcado el lugar en el que se encuentra nuestro siguiente objetivo.
Sus mecánicas son muy sencillas, por lo que no tardaréis en haceros a ellas. Podemos desplazar libremente al personaje, atacar, defendernos o agarrar y utilizar diversos objetos, tales como armas secundarias o ciertos útiles. Lo más curioso es que las armas secundarias no se agotan, sino que en su lugar tenemos una barra que se gasta con su uso y se recupera tras un tiempo de espera. Junto a ella están los típicos corazones que funcionan como vitalidad.
Todo esto hace que, junto a una gran variedad de enemigos, los combates sean muy divertidos y ágiles. Cada uno de los rivales tiene un punto débil y diferentes ataques a estudiar, cobrando un gran protagonismo el uso de estos útiles. En general está muy bien pensado, ya que al limitar su uso hace que tengamos que meditar cuando aprovecharlos. Esto queda aún más patente en las batallas contra los jefes, con patrones de movimiento más trabajados y puntos débiles que debemos averiguar para intentar acabar con ellos.
Sus escenarios también nos han gustado mucho, con montones de localizaciones ocultas que en un primer momento no podemos visitar por no tener la herramienta adecuada y estando genialmente diseñadas. Esto se aplica también a sus laberínticas mazmorras, con muchos secretos, desafiantes enemigos, puzles y momentos en los que se pondrán a prueba toda nuestra destreza con los mandos. Es cierto que pecan de ser poco originales, pero cumplen bien con su objetivo.
Los puzles, por su parte, resultan interesantes y divertidos. Casi siempre se basan en la observación de nuestro entorno y el uso de los útiles que hemos desbloqueado tras avanzar en la aventura, así que no tendréis demasiadas dificultades para avanzar si prestáis un poco de atención. Eso sí, tened cuidado, porque mientras intentáis resolverlos en ocasiones os toca enfrentaros también a enemigos y sortear montones de trampas.
Su dificultad está muy bien medida para ofrecer un desafío a la altura. Los enemigos en solitario no suponen un gran peligro, pero la cosa se complica cuando vienen en grandes grupos y encontramos más variedad, a lo que hay que sumarle la gran cantidad de trampas que esconden sus escenarios. Lo que no nos ha gustado es que, a veces, encontramos salas con muchos rivales puestos sin ningún sentido más allá de aumentar el reto.
En cuanto a duración, ronda entre las 5 y 15 horas, dependiendo siempre de vuestra habilidad para resolver los puzles y lo que os entretengáis explorando su mundo. A pesar de poder cambiar ciertos aspectos de la historia, al no ser trascendentales ofrece poca rejugabilidad más allá de la curiosidad de ver todos los resultados posibles.
El estilo gráfico utiliza diseños pixelados de gran calidad que, sin llegar a ser un referente en el género, es bastante llamativo, con ciertos efectos más modernos que hacen que sea aún más vistoso. Los escenarios son amplios y en su mayoría cumplen, aunque como el resto del juego peca de ser poco original. Por su parte, los personajes están bien diseñados y animados, destacando sobre todo el de los jefes finales. A todo ello hay que sumarle una gran fluidez que hace que la jugabilidad sea una delicia.
La banda sonora también es de corte retro, con melodías que se ajustan a la perfección a todo lo que sucede en pantalla. Destacan sobre todo las de los combates, que le sientan genial a la acción junto a los logrados efectos de sonido. No hay que olvidar que cuenta con textos en castellano, aunque no es una traducción del todo precisa y en ocasiones encontraréis frases que carecen de sentido.
Como conclusión, Blossom Tales: The Sleeping King es un gran juego de acción y aventuras de corte clásico, con desafiantes enemigos, trampas y puzles a resolver. La historia, a pesar de ser simple, es contada de una forma bastante curiosa, aunque sus opciones se sienten desaprovechadas. Su mayor problema reside en la falta de originalidad y salas llenas de enemigos sin sentido sólo por aumentar su dificultad.
Aún así, si os gustan este tipo de juegos no os lo podéis perder, ya que en el fondo resulta tremendamente entretenido.