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Análisis de Cardpocalypse

Viaja hasta los 90 y conviértete en un maestro de las cartas con Cardpocalypse, el nuevo juego de los creadores de Guild of Dungeoneering, Gambrinous.

Cartel Cardpocalypse
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Cadpocalypse es un RPG en el que tendréis que conversar con otros personajes, hacer amigos, tomar decisiones y, sobre todo, convertiros en maestros del juego de cartas intercambiables Mega Mutant Power Pets. Un título que nos traslada hasta el periodo escolar en los 90, donde tenemos que contruir mazos de cartas a base de ganar partidas, hacer intercambios, apuestas y modificar cartas con el fin de salvar al mundo de una terrible amenaza mientras nos divertimos.

Su historia nos lleva hasta la Escuela Primaria de Dudsdale, donde una joven de 10 años llamada Jess provoca accidentalmente que se prohiba el juego de cartas coleccionables favorito de todos, Mega Mutant Power Pets, lo que obliga a los niños a llevar sus batallas de cartas a la clandestinidad. Pero todos los problemas van a más cuando los mutantes del juego invaden el mundo real, dependiendo de Jess y sus amigos detenerlos.

Este argumento nos ha gustado bastante, con una jerga muy coloquial, muchas referencias al cine o los videojuegos de la época y conversaciones divertidas que hacen que nunca nos hayamos cansado de él, siendo además sus personajes muy carismáticos. A lo largo de la aventura tendréis que tomar algunas decisiones que, si bien no son demasiado transcendentales, le aportan algo de rejugabilidad. Lo que no le gustará a muchos jugadores es que el juego se encuentra integramente en inglés y requiere algunos conocimientos del idioma para poder avanzar.

Sus mecánicas son sencillas de entender, aunque tardaréis un poco en adaptaros a las reglas del juego de cartas. Aquí podemos desplazarnos libremente por toda la escuela (teniendo siempre en cuenta que la protagonista va en silla de ruedas y tiene que evitar ciertos obstáculos) para conversar con otros personajes, tomar decisiones, realizar intercambios o competir con las Mega Mutant Power Pets. Es posible hacer apuestas para conseguir mejores recompensas, aunque también nos arriesgamos a perder algunas cartas nuestras.

Una vez pasamos a las batallas de cartas hay que tener en cuenta una serie de reglas. En primer lugar debemos saber que tenemos un líder por equipo que tiene una vitalidad determinada, acabando la partida cuando la nuestra o la del rival llegue a cero. Pero cuidado, ya que cuando descienden a la mitad se convierten en Mega para volverse más fuertes y activar habilidades únicas. Hay una cantidad de comida limitada por turno que nos permite invocar a ciertas criaturas dependiendo de lo que necesite cada una para hacerlo. En ellas veréis un número que indica el poder de ataque y otro el de defensa, pudiendo efectuar un ataque por turno que, a su vez, permite al rival contraatacar. Como es normal, hay algunas escepciones que dependen de las capacidades de las cartas, teniendo que estudiar bien las funciones de cada una para formar un mazo bien equilibrado. Lo mismo ocurre con las reglas y condiciones generales, que cambian en determinados puntos del juego.

La verdad es que es un sistema que funciona realmente bien y hace que las partidas sean emocionantes y muy divertidas. No podemos hacernos con todas las cartas, así que hay que pensar cuales son las mejores para formar nuestro mazo. Para ello podemos hacernos con algunas ganando partidas, apostando o incluso con un sistema de intercambio que nos indica cuando es justo para que no nos aprovechemos, pudiendo además utilizar ciertos objetos para cambiarlos por cartas. Tenemos también la posibilidad de actualizar nuestras cartas favoritas con pegatinas que obtenemos de la revista Mega Mutant Power, aunque si le aplicamos estas pegatinas no podremos recuperar la carta original. Lo que puede parecer un inconveniente, es algo que nos ha gustado al tener que pensar bien nuestras acciones, aportándole además mucha rejugabilidad.

Las cartas son muy variadas, encontrando varias clases bien diferenciadas. Lo que no nos ha acabado de convencer es el diseño Mega de las principales, que normalmente se limitan a ser reflejadas horizontalmente y añadir algún pequeño elemento. Aún así, al volverse más poderosas y tener nuevas habilidades, son muy útiles dentro del juego, teniendo que elegir al principio de la partida la que mejor se adapte al combate al que nos enfrentamos.

Los escenarios no son demasiado variados, ya que la mayoría del tiempo estamos en la escuela recorriendo todas sus estancias. Eso sí, cuentan con bastante amplitud, por lo que contamos con un mapa que podemos consultar en cualquier momento y la posibilidad de ver las misiones, ya sea las principales para avanzar en la historia u otras secundarias.

La duración del juego no está nada mal, a lo que hay que sumarle ciertas tareas secundarias muy recomendables por recordar a las trastadas propias de la época (además de ofrecer recompensas en forma de nuevas cartas), dos niveles de dificultad y la rejugabilidad que ofrece por ver las diferentes opciones disponibles y formar nuevos mazos. Por desgracia hemos encontrado algunos bugs que pueden arruinar la experiencia, sufriendo de vez en cuando cuelgues que nos obligan a reinicar la partida.

El apartado gráfico cumple sobradamente gracias sobe todo a la originalidad de sus diseños. No es ningún portento técnico, con animaciones simples y entornos variados pero algo vacíos, pero en general está bastante bien, con personajes muy expresivos. Aún así resulta muy llamativo y los efectos consiguen que entre rápidamente por los ojos. En el sonoro tenemos algunas melodías llamativas, en especial la principal, pero al poco tiempo se vuelven un tanto repetitivas por la escasez de temas. El juego además nos llega con textos en inglés, requiriendo un buen nivel en el idioma para poder avanzar.

Como conclusión, Cardpocalypse es un título entretenido que destaca en la genial ambientación conseguida en el colegio, con niños cuyas personalidades únicas os encantará conocer, mucho humor y misiones secundarias relacionadas con las trastadas de la época que resultan muy divertidas de realizar. Los combates tienen una buena base y cuentan con algunas ideas interesantes, como poder modificar las cartas con pegatinas, pero a la larga se vuelven un tanto desequilibrados al poder crear un mazo bastante poderoso. Además, el juego nos llega en inglés, no cuenta con competitivo online y tiene algunos bugs molestos que obligan a reiniciar la partida.

Aún así, estamos ante una aventura que sabe como mantenernos enganchados si pasáis por alto algunos defectos, sobre todo por trasladarnos hasta la época escolar.