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Análisis de Cat Quest

The Gentlebros nos trae Cat Quest, un RPG de mundo abierto ambientado en el mundo de los felinos que llega cargado de humor y aventuras. En nuestro análisis os hablamos de sus principales características.

Cartel Cat Quest
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Su historia nos lleva hasta Felinia, donde tras un largo letargo los dragones han despertado e invadido todo el continente. Sólo los Sangredragón, una raza de gatos con habilidades especiales, son capaces de derrotarlos. Aquí entra en juego nuestro protagonista, un sangredragón cuyo viaje marítimo hacia Felinia es interrumpido por el gato blanco Drakoth. Este malvado ser secuestra a su hermana, a la cual la liberará si somos capaces de derrotar a los dragones que el mismo ha soltado sobre Felinia. Confiando en su palabra, emprendemos un viaje lleno de peligros para intentar rescatarla.

A pesar de lo que pueda parecer en un principio, esta trama es bastante entretenida por estar cargada de humor, juegos de palabras gatunas, situaciones inesperadas y un emotivo mensaje para los amantes de los animales. En general nos ha gustado, y os atraerá aún más si sois aficionados de estos adorables felinos.

Cat Quest es un RPG de acción que se desarrolla desde una perspectiva isométrica, con batallas en tiempo real y un gran mundo a explorar. Aquí controlamos a un gato amarillo que siempre va acompañado por Spirry, un espíritu que nos enseña los conceptos básicos del juego e irá narrando ciertas partes de la historia.

Sus mecánicas son muy simples y funcionan realmente bien, desplazándonos libremente en cualquier dirección para golpear a los enemigos, esquivar sus acometidas rodando por el suelo y utilizar magia para causar grandes daños. Aquí tenemos una barra de vitalidad que se empieza a agotar una vez acaban con nuestra armadura, la cual se regenera cuando no recibimos ataques, y otra de magia que se gasta al realizar hechizos y que podemos recuperar al golpear a los rivales.

En total podemos llevar activadas hasta cuatro hechizos de manera simultánea, encontrando un total de siete a lo largo de la aventura que podemos comprar y mejorar en los Templos Arcanos: Miauyo (rayo), Llamiaurada (fuego), Felinhielo (hielo), Garrasana (cura), Gatón (nos convierte en un gato gigante), Gatrampa (trampas mágicas) y Astromiau (una poderosa lluvia de astros).

Los enemigos son visibles en todo momento, encontrando bastante variedad de ellos. No dudan en atacarnos si pasamos cerca, apareciendo entonces una zona marcada en rojo que nos indica su radio de acción para que intentemos esquivarlos. Funciona bastante bien, aunque es cierto que echamos en falta un más de dificultad.

Como buen RPG no podía falta un sistema de subida de nivel en el que tenemos que conseguir orbes azules para rellenar una barra de experiencia que, al completarla, hará que subamos de nivel y aumenten nuestras estadísticas generales. Para obtener estas orbes nos toca derrotar enemigos, completar misiones o bien localizarlas en diferentes partes del mapa, encontrando muchas de ellas a lo largo de nuestro viaje. Así mismo podéis conseguir de la misma forma dinero, muy necesario para comprar nuevo equipamiento y aprender y mejorar los hechizos.

Tan importante como subir de nivel es nuestro equipamiento. A pesar de que al principio de la aventura no podemos personalizar al héroe a nuestro gusto, sí que cambiaremos su aspecto y lo mejoramos a lo largo de la aventura con diferentes prendas. Gracias a la combinación de éstas hace que se adapte a la perfección al estilo de juego de cada jugador, ya sea para convertirnos en un poderoso caballero o para ser un mago entre otros muchos ejemplos. Todo el equipamiento queda guardado en nuestro inventario y no se puede vender, consiguiéndolo de los cofres, como recompensa al completar misiones o comprándolo en cajas aleatorias en la tienda Kit Gat. Si por casualidad conseguimos dos iguales, estas prendas suben de nivel en lugar de tenerlas duplicadas.

Lo que más nos ha gustado, sin duda alguna, es la exploración de los escenarios, que se muestran como si de un mapamundi se tratara con pequeños poblados llenos de personajes con los que conversar, tiendas, tablones de anuncios en el que aceptamos misiones secundarias y cojines para descansar, guardar la partida y recuperarnos al máximo. A todo ello hay que sumarle montones de secretos y mazmorras llenas de peligros. Todos estos lugares no son accesibles desde el principio, teniendo que conseguir habilidades específicas como andar por el agua o volar para llegar hasta ellos.

La peor parte se la lleva la duración, ya que la aventura principal puede completarse en unas seis horas, a lo que hay que sumarle las misiones secundarias y los diferentes secretos que oculta. Eso sí, cada misión secundaria tiene su propia trama y son entretenidas, aunque sólo podemos aceptar una a la vez, teniendo que visitar el tablón de anuncios cada vez que queramos hacer otra. Además, el objetivo siempre aparece señalado en el mapa, restándole así algo de dificultad.

El apartado gráfico resulta muy simpático y llamativo dentro de su simpleza, con escenarios amplios, bastante coloridos y alegres. Los personajes son bidimensionales y están perfectamente animados, junto con unos buenos efectos para dotarlo de algo más de espectacularidad. En el sonoro tenemos melodías muy buenas que pueden llegar a cansar por su falta de variedad, aunque al tratarse de una aventura tan breve apenas lo notaréis. Lo mejor son los efectos de sonido, con geniales maullidos para los gatos que hacen que resulten entreñables. Comentar también que, como ocurre con algunos RPGs clásicos, nuestro protagonista no habla. Los textos, por su parte, nos llegan en varios idiomas, entre ellos el castellano, con un trabajo de localización excelente que os sacará más de una sonrisa.

Cat Quest nos ha gustado en general y, aunque no es un título que destaca en ninguna de sus facetas, sabe como entretener de principio a fin. Su historia es entrañable y su aspecto colorido entra rápidamente por los ojos. Lo peor es que en puede completarse en pocas horas y no ofrece mucha rejugabilidad, pero todo está muy cuidado y nos deja con ganas de una posible continuación que corrija estos pequeños errores.

Un juego gatupendo cargado de humor y simpatía, con mecánicas sencillas y un estilo gráfico muy llamativo, purrrfecto para los amantes del género.