PS4

Análisis de Catherine Full Body

Descubre la vida amorosa de Vincent con Catherine Full Body, la remasterización del título lanzado originalmente en 2012 para la anterior generación de consolas.

Cartel Catherine Full Body
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Catherine Full Body es un título romántico de accción, puzles y aventuras pensado para un público adulto al tener algunas escenas picantes. Esta versión remasterizada incluye mejoras en sus mecánicas, un apartado visual renovado, nuevas melodías, dificultades, un objetivo amoroso más y, sobre todo, un multijugador online que le aporta algo más de vida útil al juego, entre otras sorpresas.

Su historia se centra en el indeciso Vincent Brooks, que lleva cinco años con su novia Katherine pero, en lugar de dar el siguiente paso y casarse con ella, tiene un lío con una rubia explosiva llamada Catherine. Por si fuera poco, comienzan a tener lugar unas extrañas muertes de jóvenes por todo el lugar y Vincent no tarda en darse cuenta de que todo está relacionado con los extraños sueños que está sufriendo, donde si muere lo hace en la vida real. Sumido en el pánico por su propia infidelidad, se deja consolar por el inocente aspecto de Rin, cosa que no hace más que complicar el asunto. Ahora le tocará superar la prueba del placer y el dolor para intentar salir victorioso.

Al igual que el original, su argumento trata temas adultos como la fidelidad, la confianza o la importancia del matrimonio, con un toque de fantasía y humor que le sienta genial a la aventura. Nuestras acciones determinan el rumbo de la trama, ya sea respondiendo a preguntas, hablando por el móvil o contestando mensajes, lo que además mejora o empeora el karma del protagonista. Pero la verdadera novedad llega con Rin, una chica tímida e inocente que altera un poco la historia conocida con nuevos diálogos, además de añadirse como una posible nueva pretendiente.

Pero la verdadera diversión comienza por las noches. Aquí Vincent tiene pesadillas que nos llevan hasta una especie de puzle en el que tenemos que ascender por bloques para evitar la muerte por el derrumbe de los que tenemos bajo nuestro pies, contando con un tiempo que limita nuestras acciones. Sus mecánicas son sencillas, donde básicamente cada bloque tiene unas características únicas y tenemos que ir desplazándolos para poder escalar, todo mientras evitamos trampas, enemigos, jefes e intentamos recoger dinero y algunas ayudas que facilitan el ascenso. Puede parecer muy simple, pero tiene puzles elaborados que enganchan y van subiendo la dificultad de forma progresiva.

Existen cuatro niveles de dificultad que se adaptan perfectamente a las necesidades, gustos o habilidades de cada jugador: Seguridad, Fácil, Normal y Difícil. Después os tocará elegir el estilo de juego Clásico, que es igual que el original y cuenta con bloques de tamaño normal, o Remezcla, donde veréis algunos bloques de formas inusuales que complican un poco las cosas. Podéis optar por el que más os atraiga, pero para los que ya disfrutaron del original es preferible el nuevo modo para evitar que se sienta tan repetitivo.

Otra de las novedades es que podréis ver las almas de los personajes en los lugares en los que han fallecido, sirviendo algunos como pista de ciertas trampas inesperadas. Como ayuda tenemos a Rin, que es capaz de evitar que los bloques se derrumben. También encontraréis alguna que otra nueva localización y sus respectivos puzles, lo que nos da más de 500 si sumamos todas las modalidades.

En total encontraréis ocho episodios diferentes en los que, al final de todos ellos, os esperan poderosos jefes que están estrechamente relacionados con la trama. La suma de los episodios dan para pocas horas de juego, pero hay que sumarle la gran rejugabilidad que ofrece al contar con varios caminos en la historia y los diferentes finales disponibles, así como los niveles de dificultad, modalidades y los estilos de juego.

Además del Golden Playhouse (que viene a ser la campaña) contamos con otras modalidades: Babel, que cuenta con desafíos más complicados y nos permite un uso limitado de objetos; Colosseum, lugar en el que competir contra otros jugadores por ver quién gana en las diversas fases; y Arena Online, donde competimos con un oponente online o en modo cooperativo con un amigo. Al contrario de lo que sucediera en el juego original, ahora Babel y Colosseum están desbloqueados desde el principio, permitiendo jugar de manera local o, como novedad, online. Son muy divertidos y se pueden incluso realizar algunos torneos la mar de interesantes.

En el apartado gráfico hay algunos cambios, como un aumento de resolución que le sienta fenomenal, nuevas animaciones y la desaparición de los dientes de sierra. Si a ello le sumamos unos geniales diseños entremezclados con escenas anime y unos menús sorprendentes, tenemos un juego muy vistoso. Es cierto que para los que disfrutaron del original no se notan demasiado, especialmente porque sigue funcionando a unos estables 30 fotogramas por segundo, pero aún así es muy bueno.

En el sonoro tenemos estupendas melodías, entre las que encontraréis como novedad algunas de la saga Persona o Project Re Fantasy, buenos efectos de sonido y un doblaje tanto en japonés como en inglés de una calidad soberbia y algunas voces perfectamente reconocibles. Para redondearlo, contamos con textos en castellano para no perdernos detalles de la historia, aunque hemos encontrado algunas escenas sin traducción.

Como conclusión, Catherine Full Body sigue manteniendose en forma con el paso de los años gracias una historia interesante y divertida, personajes a los que se les coje mucho cariño, puzles muy elaborados y novedades que hacen que sea mucho más accesible y extenso. Si a ello le sumamos unos inolvidables diseños y un apartado sonoro de lujo, tenemos un juego al que echarle bastantes horas, especialmente gracias al nuevo competitivo online. A aquellos que jugaron el original quizás les parecerán pocas novedades, pero sigue siendo muy bueno.

Un título muy original que disfrutarán aquellos que busquen una trama adulta y desafiantes puzles que pongan a prueba su destreza mientras sienten la presión de caer en cualquier momento.