Xbox One
PS4

Análisis de Crash Bandicoot 4: It's About Time

Crash regresa con una nueva aventura que sigue los pasos marcados por la trilogía original con Crash Bandicoot 4: It’s About Time.

Cartel Crash Bandicoot 4 It
Play

Crash Bandicoot 4: It’s About Time es un juego de plataformas tridimensional donde podéis esperar todo lo que hizo grande a la saga principal que fue desarrollada por Naughty Dog y que recientemente recibió un remaster por parte de la compañía Vicarious Visions, Crash Bandicoot N. Sane Trilogy. Desarrollado por Toys for Bob, esta nueva entrega incluye mundos divididos en varias fases con jefes finales, niveles lineales con múltiples secretos y desafíos a descubrir, mucha variedad en su desarrollo y unas máscaras especiales que, junto a la posibilidad de manejar a otros personajes, le aportan frescura a su jugabilidad, detalles en los que profundizaremos más adelante.

Su historia se centra en los villanos Neo Cortex y el Dr. N. Tropy, los cuales han logrado escapar por fin de la prisión interdimensional y han dejado un gran agujero en el universo. Ahora pretenden conquistar todas las dimensiones y sólo Crash y Coco pueden evitar que esto ocurra, comenzando la aventura en una clásica playa que los seguidores de la franquicia reconocerán de inmediato.

No es el argumento más elaborado y original que hayamos visto, pero para tratarse de un juego de plataformas es entretenido y siempre está llevado con mucho humor, con escenas realmente vistosas y personajes tremendamente carismáticos. Pero lo que más nos ha gustado en este sentido es la cantidad de guiños que hay a los anteriores juegos de la franquicia, así como a otros juegos de Activision. Quizás echamos en falta ese tono gamberro de los originales, siendo esta aventura pensada para un público más general. Además nos llega con textos y doblaje en castellano.

Nada más comenzar se nos da a elegir entre el estilo de juego moderno o el clásico. No esperéis grandes diferencias, ya que el mayor cambio radica en la posibilidad de jugar con vidas infinitas o limitadas como en los originales. Al final las recompensas que conseguiréis son las mismas, requiriendo algunos cristales, por ejemplo, que se muera menos de un determinado número de veces en un nivel para conseguirlo.

Sus mecánicas son muy parecidas a lo que vimos en la trilogía original, donde podemos realizar un doble salto, girar para atacar a los enemigos y romper objetos, deslizarnos y agacharnos, además de dar un salto un poco mayor para intentar alcanzar zonas a las que en principio parecía imposible llegar, la posibilidad de agarrarse a lianas para balancearse y utilizar las clásicas máscaras aku-aku como protección contra daños y, si obtenemos tres, conseguimos la invencibilidad durante unos instantes. En algunas fases además tendréis que usar algunas monturas que le aportan frenetismo a las partidas o deslizaros por raíles evitando obstáculos. Estos controles funcionan perfectamente y responden de forma precisa (mejor que en N. Sane Trilogy), apareciendo incluso un círculo cuando saltamos para que veamos donde caemos.

Pero la mayor novedad viene dada por las máscaras cuánticas, las cuales otorgan poderes especiales en ciertos tramos de los niveles como cambiar el centro de gravedad, ralentizar el tiempo, girar rápidamente para dar grandes saltos y superar barreras o cambiar entre las dimensiones de ciertos objetos para que aparezan y desaparezcan. Son muy interesantes y funcionan realmente bien dentro del juego, tanto a la hora de superar los niveles como a la de plantear puzles que nos llevan hasta secretos genialmente ocultos.

Otro aspecto interesante es que en algunos niveles podemos manejar a otros personajes con habilidades únicas. Tenemos a Coco, que es muy similar a Crash y puede sustituirlo en sus fases, Tawna, que cuenta con un garfio para agarrarse a algunas superficies y encontrar secretos, Dingodile, quien utiliza su aspiradora para atraer objetos y lanzarlos, o Neo Cortex, el cual tiene una pistola capaz de alterar el estado de determinados objetos. Cada uno tiene unas fases específicas para ellos y, aunque no son tan entretenidas como las de Crash y Coco, le aportan diversidad al desarrollo de la aventura.

Y hablando de niveles, en general nos ha gustado mucho. Los hay al estilo clásico de avanzar evitando trampas y acabando con enemigos, otros de desarrollo lateral, huidas, los que utilizamos monturas, los de los diferentes personajes, etc… No todos tienen la misma calidad, como es lógico, pero se agradece que sean tan variados para hacer que nunca se vuelva pesado. Pero lo mejor es que en cada fase hay varios desafíos opcionales a completar para desbloquear extras como diferentes skins para los personajes. Está el clásico de romper todas las cajas de un nivel, encontrar la joya oculta, superar las fases antes de perder un determinado número de vidas o recoger cierta cantidad de Frutas Wumpa, además de encontrar desafíos de bonificación y contrarrelojes cuando completamos niveles.

En cuanto a enemigos, hay varieadad a lo largo de la aventura y cada uno tiene sus puntos débiles (contando incluso con muertes diferentes para cada uno de los protagonistas), aunque en general son sencillos de derrotar. Lo que podría estar mucho mejor son los jefes finales. No son muy numerosos y les falta algo de originalidad a la hora de enfrentarnos a ellos, teniendo que hacer uso de las máscaras cuánticas en muchas ocasiones y siendo los combates contra ellos bastante sencillos.

Es un juego que en un principio puede parecer corto, pero nada más lejos de la realidad. Hay montones de niveles a superar divididos en diferentes dimensiones, cintas ocultas que desbloquean fases especiales en las que conocer el pasado de Crash y Coco, mucha rejugabilidad por intentar conseguir todos los cristales de un nivel y extras como skins para los personajes. Pero lo mejor de todo es el modo N. Versión, con el que jugar versiones alternativas de los niveles que tienen sus propias reglas, cristales y un aspecto visual que los diferencia del resto. Los hay en los que nuestro personaje funciona como un sonar, en blanco y negro en el que esparcimos color con nuestros giros o con líneas de neón más estilizadas, entre las distintas sorpresas.

Por si todo esto fuera poco, incluye modos multijugador. En primer lugar veréis el modo cooperativo local Pasa y Juega en el menú de la campaña, en el que hasta cuatro jugadores participan pasándose el mando al morir o alcanzar puntos de control. Después está el modo competitivo Batalla Bandicoot, donde hasta cuatro jugadores pueden participar por ser los más rápidos en pasar por los puntos de control (Carrera de punto de control) o conseguir la mayor puntuación rompiendo cajas y haciendo combos, participando de uno en uno de manera local pasándose el mando (Combos y Cajas). No son nada del otro mundo, pero se agradece su añadido.

El apartado gráfico nos ha gustado mucho, respetando la esencia de los originales pero aportándole elementos como mejores modelados, animaciones y texturas que hacen que se sienta más actual, siempre acompañados de efectos de gran calidad. Los niveles son variados, hay detalles en cada rincón y los efectos de la N. Versión son muy llamativos, siendo en este sentido muy completo. Además funciona de manera muy fluida, al menos en la versión que hemos tenido la ocasión de analizar (PS4 Pro).

Lo mismo podemos decir del sonoro, con montones de melodías tanto nuevas como reinterpretadas para la ocasión que gozan de una gran calidad, efectos de sonido trabajados y, sobre todo, un doblaje al castellano muy bueno, siempre acompañado de textos en el mismo idioma para quien los quiera activar.

En defintiiva, Crash Bandicoot 4: It’s About Time nos ha encantado al recuperar toda la esencia de la trilogía original, con controles muy bien ajustados y precisos, mucha variedad en su desarrollo y montones de desafíos opcionales y extras que os harán sudar para conseguir el 100%. Las máscaras cuánticas le aportan además un toque distintivo que le sienta genial a la aventura. Lo que no nos ha convencido tanto son algunos niveles con otros personajes y los jefes, pero no empañan el gran resultado obtenido.

Los seguidores de la trilogía principal no deberían tener dudas, se trata de un gran juego que además hará llegar la franquicia a una nueva generación, contando también con montones de guiños que harán las delicias de sus aficionados.