Análisis de Culdcept Revolt para 3DS
Como conmemoración del 20º aniversario de la saga, Omiya Soft lanza Culdcept Revolt para Nintendo 3DS, un juego de rol que combina los juegos de mesa y los de cartas de una forma única.


Su historia tiene lugar en una ciudad sellada gobernada por un tiránico Conde Kraniss, donde los Cepters, aquellos que pueden controlar las cartas de Culdcept, son perseguidos y asesinados. En esta ciudad, un joven llamado Allen despierta sin recordar nada. Acogido por el grupo rebelde delos Murciélagos Libres, recuerda sus poderes como Cepter y se rebela contra el Conde Kraniss. Mientras recoge cartas y recupera sus recuerdos perdidos, el misterio de la ciudad sellada empieza a desvelarse lentamente.
Este argumento, por desgracia, no es demasiado original, lo que sumado a un ritmo algo lento, lo predecible que resulta y conversaciones que en ocasiones se extienden demasiado hace que nuestro interés decaiga según avanzamos en al aventura. Hay momentos puntuales interesantes que, al menos, nos invitan a seguir jugando. Pero todo ello se ve compensado con unas mecánicas jugables divertidas y a su vez complejas que hacen que cada partida sea diferente.
Culdcept Revolt es un RPG estratégico en el que creando un mazo de cartas que se adapte a nuestro estilo de juego y llevando a cabo complejas estrategias nos toca dominar los diferentes tableros. Puede parecer un tanto confuso en las primeras partidas, pero gracias a los tutoriales que encontraréis al comienzo de la aventura pronto os haréis a sus reglas y mecánicas, sobre todo porque cuenta con elementos fácilmente reconocibles por los fans del género, aunque dominarlas os llevará más tiempo.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la Magia Actual es la que tenemos para jugar cartas, mejorar territorios y pagar peajes a otros Cepters, siendo conocido también como G (Gold). La combinación total de la Magia Actual, el valor de nuestros terriorios y de las Gemas Elementales se llama Magia Total, la cual es necesaria para intentar alcanzar la Magia Objetivo y así ganar la partida. Este sistema se basa en tres principios fundamentales: tirar unos dados que determinan el número de casillas por las que nos desplazamos, invocar criaturas poderosas que luchen por hacerse con el mayor número de territorios posibles y gestionar bien estos lugares para que no nos los arrebaten, ya sea subiéndolos de nivel o mejorando a nuestras criaturas.
Aquí entran en juego otras reglas que le aportan más profundidad, tales como el color de la casilla en la que nos encontramos, que representan uno de los estados elementales, las cadenas de territorios, sus efectos y las habilidades especiales que poseen algunas de las cartas disponibles.
Hay cartas de hechizos, criaturas y objetos, teniendo cada una un color que representa a un elemento que, al combinarse con un terreno de su color, potencian sus efectos. Las cartas de hechizo se pueden usar según nos convengan, ya sean para nosotros o para los rivales, algo que bien utilizado proporciona ayudas interesantes. Las de objetos, por su parte, otorgan mejoras y habilidades especiales a nuestras criaturas, por lo que son muy importantes para las batallas.
Lo que menos nos ha gustado ha sido que estas cartas no tienen representación tridimensional y carecen de animaciones al ser invocadas, por lo que las peleas resultan un tanto sosas. Si lo que os gusta es coleccionarlas tenéis mucho trabajo por delante, encontrando unas 400 a vuestra disposición, ya sea ganando combates, apareciendo aleatoriamente o comprándolas en la tienda. Con ellas se pueden formar Libros, que son mazos diferentes podemos escoger para adecuarnos a la misión a la que nos enfrentamos.
Por otra parte tenemos los Portales, que nos proporcionan diferentes ayudas cada vez que caemos en uno de ellos o al pasar por el de salida cuando damos una vuelta completa. Éstas van desde conseguir más magia, recuperar vitalidad de nuestras criaturas o conseguir más cartas para la batalla.
Toda esta parte estratégica queda quizás un poco empañada por la tirada de dados, que en ocasiones resulta un tanto frustrante por dejar las cosas al azar, algo que molesta especialmente por lo largas que resultan las partidas. Eso sí, gracias al uso de las cartas de hechizo podemos hacer que sea más sencillo conseguir un resultado favorable.
En cuanto a modos de juego, además de la campaña tenemos la Partida Solo, donde podemos seleccionar a los rivales, los tableros y sus reglas, aunque para ello antes hay que desbloquearlos en la historia. Por otro lado están las Partidas Locales y el Online, donde jugamos partidas contra otros jugadores, ya sean mediante la conexión local o a través del online. Al ser un juego que destaca por sus mecánicas, estos modos son tan entretenidos como la historia, pero es cierto que en determinadas ocasiones nos ha costado encontrar jugadores online por ser un género dedicado a un público muy específico.
En cuanto a duración, la historia principal puede completarse en unas 20 horas, siempre dependiendo de vuestra habilidad y la suerte que tengáis durante las partidas. A todo ello hay que sumarle la gran cantidad de cartas a coleccionar y las diferentes modalidades, que pueden duplicar con facilidad esa cifra.
El apartado gráfico es un tanto sencillo, con personajes representados mediantes sprites bidimensionales y escenarios simples, donde lo que de verdad destaca es el diseño de algunas cartas. Los efectos están algo más trabajados, aunque no esperéis algo espectacular. A todo ello hay que sumarle una banda sonora que no está nada mal y textos que llegan en completo inglés.
Culdcept Revolt nos ha sorprendido muy gratamente, con una jugabilidad que puede parecer un tanto compleja a simple vista pero que dominaréis a las pocas partidas. Una vez que empecéis a jugar os enganchará. Hay aspectos mejorables, como la historia, su lento ritmo, el idioma o el apartado técnico, pero es un título ideal para jugar con amigos si os gustan los juegos de mesa y de cartas.
Si sois aficionados a juegos como Magic The Gathering o el Monopoly, en Culdcept Revolt encontraréis una especie de mezcla de ambos mundos.