Análisis de Days Gone
Un mundo post apocalíptico lleno de peligros os espera en Days Gone, el nuevo título de Bend Studio en el que os tocará sobrevivir a múltiples amenazas.


Days Gone es un juego de acción, aventuras y supervivencia que tiene lugar en un gran mundo abierto donde es vital saquear asentamientos abandonados, comerciar con otros supervivientes o arrebatarles equipamiento con el fin de crear objetos y armas de valor para intentar sobrevivir a lospeligros que nos acechan en cada rincón. Para ello disponemos también de habilidades mejorables, trampas, la posibilidad de personalizar el armamento e incluso una moto de vital importancia para recorrer el territorio.
La historia de Days Gone nos traslada hasta un hermoso desierto con cicatrices volcánicas situado al noroeste del Pacífico, dos años después de que una pandemia mundial acabara con casi todos, transformando a millones de personas en lo que los supervivientes llaman Engendros, unas criaturas sin sentido, salvajes, más animales que los humanos pero muy vivos y de rápida evolución. Aquí nos ponemos en el papel de Deacon St. John, un motero y cazarrecompensas que prefiere enfrentarse a los peligros de la destrozada carretera en lugar de vivir en uno de los campamentos silvestres seguros, intentando encontrar a la vez un sentido a la vida en una tierra infestada por la muerte en la que ha perdido a su esposa Sarah.
El argumento es interesante y entretenido para ser un tema que tantas veces se ha tratado en el mundo del ocio, con un protagonista bastante carismático y el estilo cinematográfico al que Sony nos tiene acostumbrados con sus producciones. Está bien narrado, pero en ocasiones encontraréis algunas conversaciones prescindibles que intentan alargar un poco más la trama para, a su vez, aumentar la duración del juego. Aún así nos ha gustado, incluyendo tareas secundarias con peso en la historia y algún que otro detalle que nos hace pensar que el equipo ya planea nuevos proyectos relacionados con el juego.
Nada más comenzar se nos da a elegir entre tres niveles de dificultad: fácil, normal y difícil. Hay más opciones que se pueden activar para facilitar la tarea, tales como un apuntado semiautomático o la fijación al apuntar, pero son totalmente optativos. Eso sí, hay que señalar que una vez comencéis una partida en una determinada dificultad ya no podréis cambiarla a no ser que empecéis una nueva, así que pensadlo detenidamente.
Los controles son muy similares a lo visto en otros títulos del género, con la posibilidad de movernos libremente en cualquier dirección, utilizar el sigilo, trepar ciertas superficies, apuntar con el arma equipada, disparar, utilizar ataques cuerpo a cuerpo o bien correr, aunque gasta parte del indicador de resistencia. Por su parte, el pad direccional se utiliza para curarnos, detonar trampas, utilizar los binoculares para marcar a los enemigos o una linterna para ver en lugares oscuros. Para revelar pistas y otra información sobre los alrededores también contamos con la visión de supervivencia, vibrando el mando si miramos en la dirección correcta. Si viajamos en moto podemos disparar desde ella, derrapar o incluso utilizar el nitro para desplazarnos con más rapidez. Todos estos controles son muy personalizables para adaptarse al estilo de cada jugador.
A lo largo del juego encontraréis muchos objetos registrando los campamentos, comprándolos o robándoselo a otros supervivientes. Esto permite utilizar un sistema de elaboración al cual se accede rápidamente pulsando un botón para ver una rueda de selección que indica lo que podemos crear, usar y equipar al instante. Es muy simple, así que no tendréis demasiados problemas en este sentido.
Al cumplir misiones vamos consiguiendo experiencia que, al subir de nivel, nos otorga puntos de habilidad. Estos se pueden invertir en tres ramas diferentes que se centran en los combates cuerpo a cuerpo, a distancia o en la supervivencia, siendo realmente sencillo de entender. A medida que nuestro nivel de habilidad aumente, también lo hará nuestra salud, resistencia o la concentración para hacer que el viaje sea poco a poco más sencillo.
Para recorrer sus grandes escenarios contamos con la moto, la cual funciona como uno de los grandes ejes de la aventura. Se controla bastante bien y nos toca estar siempre pendientes de sus cuidados, teniendo que echarle gasolina para que ande o recoger chatarra para reparar los daños que le causamos. Lo más llamativo es que se puede mejorar y personalizar añadiéndole depósitos mayores para la gasolina, aumentar su velocidad y resistencia o ponerle diferentes capas de pintura y adornos. Con ella viviréis algunos de los momentos más emocionantes y divertidos del juego, encontrando muchas sorpresas en vuestro recorrido.
A lo largo de la aventura encontraréis enemigos de todo tipo. Por un lado hay nueve tipos de engendros a los cuales iréis conociendo según avancéis en el juego, siendo algunos de ellos demasiado parecidos entre sí. Después están los humanos, encontrando diferentes clanes que intentarán acabar con nosotros sin pestañear. Por último están las hordas, grandes grupos de engendros que irán tras vosotros si os localizan. En general es mejor pasar desapercibido para ahorrar munición, trampas y armas cuerpo a cuerpo (estás se desgastan con su uso), ya que no existe una recompensa por acabar con las hordas. Además, la inteligencia artificial de estos enemigos deja mucho que desear, pasando a veces muy cerca de ellos sin que nos descubran.
Algo que nos ha llamado la atención es que las misiones en este juego son conocidas como Historias. Seguimos encontrando tanto principales como secundarias, solo que esta vez, forman parte de un todo. Es decir, puedes seguir sólo la trama principal o pararte a cumplir ciertas tareas que van llenando un medidor de porcentaje, el cual os dará acceso a nuevas subtramas y recompensas. Os recomendamos hacer tantas como podáis, ya que algunas son realmente interesantes. Además, en este lugar también podréis seguir pistas o simplemente leer descripciones de artículos y consultar la lista de trofeos.
El mundo del juego nos ha encantado al tener un tamaño bastante acertado y contar con zonas bastante cuidadas y detalladas, ofreciendo siempre muchas tareas opcionales a realizar. Siempre estaréis recogiendo interesantes coleccionables, mejorando los campamentos, al personaje, su moto, asaltando puestos enemigos o preparando al protagonista para enfrentarse a las diferentes hordas de engendros repartidas por los escenarios, así como disfrutando de ciertos sucesos aleatorios. Es cierto que no son demasiado originales, pero hacen que el desarrollo de la aventura se haga más ameno.
La duración del juego ronda las 40 horas, tiempo al que hay que sumarle las clásicas tareas secundarias y extras, lo cual hace que sea tremendamente extenso. Esto a veces juega en su contra, ya que ciertas misiones pueden hacerse repetitivas con el tiempo al no ser demasiado originales. Lo que sí nos ha gustado es que, como extra, el juego incluye un completísimo modo foto que permitirá a los jugadores sacar instantáneas y retocarlas con montones de ajustes para que queden a su gusto.
El apartado gráfico tiene luces y sombras. Por un lado, sus diseños son espectaculares y en ocasiones veréis estampas de gran belleza con las que le sacaréis un gran partido al modo foto. Por otro tenemos el técnico, donde hay personajes bien modelados y animados, escenarios amplios cargados de detalles, montones de engendros en pantalla sin que el juego se resienta, efectos de iluminación conseguidos o transición entre el día y la noche junto con climatología en tiempo real que resultan increíbles. Por desgracia no todo está al mismo nivel, encontrando caras que no siempre son igual de buenas, ralentizaciones cuando viajamos con rapidez en la moto o pequeños bugs que esperamos sean solucionados en futuras actualizaciones. Al menos no molestan demasiado al jugar, algo que se agradece. Comentar también que hay varios tiempos de carga a lo largo del juego que pueden cortar un poco la experiencia.
En el sonoro tenemos melodías que no están nada mal pero que quedan en un segundo plano para dar todo el protagonismo a unos efectos de sonido realmente buenos que nos trasladan a su mundo y nos sirven de pista para localizar fácilmente a los enemigos. El juego nos llega con doblaje en castellano y, aunque no todas las voces están al mismo nivel, el trabajo realizado por Claudio Serrano en el papel de nuestro protagonista nos vuelve a parecer soberbio. Además contamos con textos en el mismo idioma por si alguien prefiere cambiar el doblaje.
Como conclusión, Days Gone os sorprenderá por tener una historia entretenida a pesar de no acabar de cuajar, localizaciones cargadas de contenidos, controles que funcionan bastante bien y por su estupenda ambientación, especialmente si os atraen las temáticas moteras y de zombis. No es demasiado original dentro del género de mundo abierto, hay algunos bugs e intenta alargar la aventura añadiendo misiones que en ocasiones interrumpen el ritmo de la trama, pero aún así nos ha resultado muy divertido y siempre es un placer ver a grandes hordas de engendros correr tras nosotros.
Un título que, sin ofrecer nada nuevo, sabrá manteneros enganchados durante mucho tiempo si os atrae su propuesta, sobre todo por su increíble dirección artística y la gran cantidad de tareas a realizar.