Análisis de DiRT Rally para PlayStation VR
DiRT Rally da el salto a la realidad virtual en consola con DiRT Rally VR, una expansión que le añade al juego pincipal compatibilidad con PlayStation VR. En este nuevo análisis nos centramos en las novedades incorporadas.


Lo primero que hay que comentar es que si ya teniais DiRT Rally podéis haceros con la expansión para la realidad virtual a través de un contenido descargable de pago, aunque también podéis optar por comprar el juego completo en formato físico que ya incorpora dicha ampliación.
DiRT Rally VR conserva todas las modalidades, pistas y vehículos del juego original, así como los efectos climáticos que afectan a la conducción. La única diferencia radica en que todo se desarrolla ahora desde una perspectiva en primera persona y ha sufrido algunos recortes gráficos al tener que mostrar un mundo mayor manteniendo una tasa de fotogramas totalmente estable - como una menor resolución que emborrona un poco su mundo -.
Lo bueno es que todo luce realmente bien, con el interior de los vehículos perfectamente recreado, indicadores que ofrecen los detalles en tiempo real sobre las revoluciones y la velocidad, o espejos retrovisores que, a pesar de su escasa resolución y detalle, nos permiten ver reflejado lo que sucede tras nosotros.
Mientras competimos la sensación de inmersión que experimentamos es excelente, recreando nuestro personaje a la perfección todos nuestros movimientos y respondiendo el coche de manera muy realista. Los efectos como la lluvia son muy creíbles y molestan durante la conducción, teniendo uno muy trabajado para los accidentes que sufrimos. Gracias a unos fundidos en negro cuando tenemos los más graves se evitan grandes mareos, algo imprescindible en un título de conducción. Para hacer que sea aún más inmersiva y realista recomendamos – como no podría ser de otra manera – utilizar un buen volante y sus pedales.
Algo que hay que mencionar es que los coches tan solo tienen creada la mitad delantera del interior y si miramos hacia atrás el resultado puede sacaros de la experiencia, aunque mientras competimos no prestaremos atención a este detalle, ya que nuestros sentidos deben centrarse en la pista.
Una de las curiosidades - y la única novedad más allá de la compatibilidad con las VR - es el Modo Copiloto, en el que un segundo jugador nos da instrucciones con un mando mientras sigue las indicaciones que van apareciendo en pantalla. Este modo ofrece algo distinto a lo visto anteriormente y nos obliga a estar pendientes en todo momento de la pantalla para pulsar el botón correcto en el momento oportuno.
DiRT Rally VR nos ha gustado mucho, ya que se trata del juego completo pero ahora desde la realidad virtual. Es cierto que ha sufrido ciertos recortes gráficos para funcionar con fluidez y así evitar grandes mareos, pero en general sigue siendo una experiencia muy inmersiva y satisfactoria. Los efectos, como la lluvia o los destrozos en el vehículo, están muy bien recreados y afectan a la conducción. El añadido del Modo Copiloto es muy original a pesar de su simpleza.
Los que tengais PlayStation VR encontraréis en DiRT Rally VR un título duradero y divertido, de lo más completo en la actualidad.
Si queréis conocer más detalles sobre el juego principal podéis consultar el análisis que le dedicamos con anterioridad.