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Análisis de Doraemon Story of Seasons

Doraemon, Nobita y sus amigos se embarcan en una nueva aventura con Doraemon Story of Seasons, que mezcla de manera ingeniosa las dos exitosas franquicias.

Cartel Doraemon Story of Seasons
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Doraemon Story of Seasons es un título en el que nos toca gestionar nuestra propia granja utilizando a los personajes de la querida serie de televisión, todo mientras interactuamos con otros habitantes, establecemos vínculos y, como no podría ser de otra forma, utilizamos algunos de los artilugios secretos de Doraemon. Nacido de la colaboración entre Bandai Namco Entertainment, Marvelous y Brownies, es un juego pensado para jugadores de todas las edades, siendo ideal para pasar el rato en familia.

Su historia se centra en Nobita y Doraemon, quienes encuentran una extraña semilla que, al plantarla y regarla, se transforma en un gigantesco árbol casi al instante. Tras buscar a sus amigos Shizuka, Suneo y Takeshi para enseñarles lo sucedido, Doraemon los prepara para la ocasión proporcionándoles atuendos temáticos. Lo que no esperaban es que una gran y misteriosa tormenta los arrastraría a través de un bucle espacio-temporal. Tras despertar del accidente, le han robado algunos de sus artilugios a Doraemon, por lo que el grupo no puede volver a casa. Ahora nos toca explorar la población de Natura, conocer a sus habitantes y trabajar hasta encontrar la solución que les permita regresar a su hogar.

El argumento no destaca demasiado, llegando a veces incluso a tener demasiados diálogos que no llevan a nada, pero se hace más llevadero gracias al encanto que desprenden los personajes, ya sean los clásicos de la serie o los que han sido creados para la ocasión, teniendo cada uno personalidades bien diferenciadas. Un detalle que nos ha gustado es que casi todos los aldeanos tienen nombres relacionados con su puesto, haciendo que sea más sencillo acordarse de ellos. Además los textos nos llegan en completo castellano para que no tengáis problemas a la hora de seguirlo.

En esta aventura cada personaje se encarga de trabajar en un lugar diferente, siendo nosotros los que manejamos a Nobita en una pequeña granja con su casa abandonada que nos han cedido para que le devolvamos la vida. Aquí nos tenemos que levantar a las seis de la mañana para llevar a cabo nuestra vida de granjero, teniendo que limpiar y preparar el terreno para plantar semillas y cultivarlas, así como comprar otras nuevas, partes de la granja, mejorar nuestras herramientas o hacernos con animales, a los cuales también tenemos que cuidar. Como suele ocurrir en este tipo de juegos, pasaremos por las cuatro estaciones del año, teniendo cada una un tipo de semillas a cultivar que son fácilmente distinguibles por sus colores.

Sus mecánicas funcionan bastante bien, desplazándonos libremente por sus localizaciones desde una perspectiva isométrica, cambiando entre las diferentes herramientas ágilmente o interactuando con diferentes partes del escenario pulsando un simple botón. Pero nada es tan sencillo como parece, ya que contamos con un medidor de aguante que limita las tareas que podemos realizar cada día y nuestras acciones hacen que pase el tiempo con mayor rapidez.

Al final del día, sobre las seis de la tarde, Doraemon se pasará por el depósito de nuestra granja para coger lo que hayamos mandado para después venderlo, lo que nos proporciona dinero con el que comprar más semillas, útiles o mejorar los ya existentes. Pero no es lo único que nos hace avanzar, ya que poco a poco Doraemon recupera sus artilugios futuristas para hacer que aprendamos nuevas habilidades y muchas de las tareas se agilicen, como viajar con más rapidez de un lugar a otro con la puerta mágica.

Por otra parte, nuesta casa se puede ampliar y mejorar si visitamos al carpintero, aunque necesitamos materiales para poder hacerlo. En este lugar contamos con una caja donde podemos almacenar muchas cosas, conteniendo lo mismo que la que se encuentra pegada al buzón de fuera, algo que es esencial en nuestros primeros pasos al tener una mochila de tan baja capacidad.

Una parte muy importante es el calendario, ya que los días festivos o de eventos las tiendas cierran y todos se juntan para celebrarlo. Son momentos que podemos dedicar a mejorar nuestras relaciones sociales, hacernos con objetos en determinadas fechas o, simplemente, divertirnos con las actividades. El mundo del juego es un lugar bastante amplio, por lo que contamos con un mapa que podemos consultar en cualquier momento para ver donde se encuentran cada uno de los personajes y así localizarlos con más facilidad.

Cada local tiene su importancia dentro del juego y poco a poco iréis descubriendo sus posibilidades, añadiendo nuevas formas de interactuar con el mundo, ya sea para cocinar, extraer minerales o pescar entre otras muchas. Puede que al principio sea algo limitado y repetitivo, pero no tardaréis en avanzar para daros cuenta de su potencial. Esto se consigue desbloqueando eventos al visitar ciertos lugares o conversando con otros personajes, lo que nos invita a explorar cada rincón. No es un juego donde vayáis a encontrar combates ni nada por el estilo, siendo más bien una forma de relajación.

La duración de este tipo de aventuras es muy extensa, teniéndole que dedicar muchas horas para tener resultados notables. Eso sí, una vez lo consigáis veréis una granja mucho más trabajada, un hogar más habitable y vistoso, y muchos extras que os invitarán a seguir jugando. La parte negativa se la lleva un inicio bastante lento y un tanto prescindible más allá de los tutoriales. Puede llevaros más de 40 minutos tomar el mando, aunque superado ese tramo es mucho más entretenido.

El apartado gráfico es una de las cosas que más nos han gustado, especialmente todo lo relacionado con los escenarios. Utiliza un estilo en el que todo parece una pintura, con detalles en cada rincón, localizaciones variadas y efectos que lo vuelven muy vistoso. Los personajes están bien modelados y animados, aunque sus caras no son expresivas, pero lo compensan con imágenes en los cuadros de diálogos que sí muestran sus estados de ánimo. El mundo del juego está divido en zonas con pequeñas cargas entre ellas, funcionando el resto del tiempo con mucha fluidez.

En el sonoro encontraréis melodías de gran calidad pero que no abundan, haciendo que con el paso de las horas podáis llegar a cansaros de ellas. Los efectos están conseguidos, mientras que las voces, en japonés, normalmente se limitan a pequeñas frases que simulan ser grandes diálogos, aunque por suerte los textos nos llegan en castellano.

Como conclusión, Doraemon Story of Seasons es todo lo que esperábamos de él.  Un título que se centra en las tareas de la granja pero que en el fondo tiene muchas posibilidades jugables, montones de horas de juego por delante y unos diseños preciosos que a veces nos hace olvidarnos de todo lo demás. En el lado negativo tenemos un mapa que no es del todo claro y un inicio muy lento que puede llegar a cansar, aunque una vez superado este tramo se hace más llevadero.

Un juego que, a pesar de ser para un público muy concreto, sabrá contentar a los seguidores de la saga Story of Seasons, especialmente a aquellos que quieran relajarse con cada partida y les atraigan los personajes de Doraemon.