Análisis de Dragon Ball Z: Kakarot
Vive la épica aventura de Goku en Dragon Ball Z con Dragon Ball Z: Kakarot, el nuevo título de la franquicia que en esta ocasión ha sido desarrollado por CyberConnect2.


Dragon Ball Z: Kakarot es un RPG de acción basado en la afamada serie creada por Akira Toriyama, más concretamente en Dragon Ball Z. Aquí viviréis una aventura llena de espectaculares combates con el fin de proteger la Tierra de villanos aterradores, todo mientras desarrolláis y aprendéis nuevas habilidades que os permitan enfrentaros a retos cada vez mayores. Pero eso no es todo, también podréis forjar amistades, participar en desafíos y otras tareas secundarias que hacen que este viaje sea más entretenido.
La historia es bien conocida por los seguidores de la saga y nos narra las aventuras en la adultez de Goku (Kakarot), un saiyan que ama combatir y que, junto a sus amigos, tiene que defender la Tierra de montones de villanos peligrosos. Esto incluye las sagas de Freezer, Cell y Buu, encontrando incluso algunas de las peleas míticas protagonizadas por otros personajes y momentos que los aficionados sabrán apreciar. Lo que no encontraréis son villanos de las películas, algo que creemos que podrían añadir perfectamente mediante algún tipo de contenido descargable.
Esta trama es la misma que ya pudimos disfrutar en Dragon Ball Z, encontrando personajes muy carismáticos, un tono más adulto y oscuro que en Dragon Ball, momentos espectaculares recreados con todo lujo de detalles, una narrativa estupenda y algunas incógnitas que quedaban por resolverse en la trama principal de la serie. Hay algunos detalles del anime original que se han omitido y algunas señas de censura, pero no empañan el gran resultado final. Lo mejor es que, según la situación, pueden darse momentos que no pudimos ver en el anime y nuevas conversaciones, estando más trabajadas de lo que en un principio podría pensarse. Además, todos los textos se encuentran en castellano.
Las mecánicas son bastante accesibles, pudiendo explorar su mundo con total libertad desplazándonos en cualquier dirección, saltar, volar (si la situación lo permite), impulsarnos, hablar con otros personajes, examinar ciertos elementos o lanzar ráfagas de ki para destruir determinadas partes de los escenarios. También podéis utilizar la vista de Ki, con la que veréis todos los objetos y personajes con los que podéis interactuar. De vez en cuando encontraréis a enemigos merodeando por los escenarios (algunos realmente poderosos que están rodeados por un aura rojo), comenzando los combates al entrar en contacto con ellos.
Una vez pasamos a los combates, podemos movernos libremente, atacar, defendernos, esquivar, impulsarrnos, realizar persecuciones, transformarnos, potenciarnos, utilizar objetos, lanzar ráfagas de Ki, recargarlo o incluso efectuar superataques. En este sentido puede recordaros a lo visto en anteriores juegos de lucha de la saga, pero nada más lejos de la realidad, ya que cuenta con controles más accesibles y las peleas se basan más en la espectacularidad que en la complejidad. Además, en estas peleas no estamos solos, ya que tenemos la ayuda de ciertos personajes de apoyo con los que podemos realizar ataques conjuntos.
Este quizás es uno de los puntos más negativos, sobre todo porque su dificultad es muy baja. Hemos completado todas las batallas con demasiada facilidad y sin tener que repetirlas ni una sola vez más allá de algunos entrenamientos que estaban muy por encima de nuestro nivel. Tampoco ayuda que los enemigos repartidos por los escenarios sean demasiado repetitivos, encontrando algo más de variedad según avanzamos. Pero no nos equivoquemos, los combates siguen siendo la mar de entretenidos por todo lo que sucede en ellos, su espectacularidad y estar creados con todo lujo de detalles.
Al derrotar a los enemigos, conseguimos puntos de experiencia con los que subir de nivel, mejorar nuestras estadísticas generales y desbloquear nuevos extras en el árbol de habilidades. También desbloqueamos los emblemas de alma al cumplir ciertas misiones o derrotar enemigos, los cuales podemos usar en los tableros de la comunidad para desarrollar nuevas destrezas y habilidades. Al colocarlas, podemos aumentar su rango dándoles regalos y acceder a las habilidades de comunidad, concediéndonos más efectos beneficiosos según suben de nivel. En total encontraréis siete muros diferentes, cada uno con diferentes habilidades a descubrir y emblemas compatibles que activan una bonificación de enlace para hacer que sea más sencillo subirlos de nivel. Es un sistema tan simple como efectivo, haciendo que siempre queramos progresar en la trama o realizar ciertas tareas secundarias para obtener más emblemas.
Lo que más nos ha gustado es que contamos con un árbol de habilidades, tanto activas como pasivas, para cada personaje que podemos desarrollar utilizando los orbes Z repartidos por el mundo del juego y que se encuentran divididos en colores según la zona que visitemos. Es cierto que al cabo de unas horas buscar estos orbes se vuelve un tanto repetitivo, pero el esfuerzo merece la pena. Para desbloquear estas habilidades necesitaréis también las medallas D, que normalmente están mejor ocultas pero que, por suerte, son muy numerosas. Pero no todas las habilidades se consiguen así, ya que algunas requieren avanzar en la historia, alcanzar cierto nivel o completar las misiones de las zonas de entrenamiento.
Algo que tiene bastante importancia es el cocinar y comer ya que, además de ofrecer ciertas mejoras temporales, también aumenta de forma permanente los atributos del personaje en cuestión. Hay desde comida que podemos comer durante nuestro trayecto hasta otra que debemos preparar para comerla, siendo lo mejor los cocineros repartidos por el mundo al tener platos más elaborados, si bien antes deberéis conseguir los materiales necesarios para realizarlos y sus respectivas recetas haciendo misiones secundarias o hablando con determinados personajes. Otra posibilidad es recurrir a Chi-Chi, quien nos puede preparar incluso un completo menú.
Los escenarios del juego, sin ser completamente abiertos, son muy amplios y podemos explorarlos a pie, volando o utilizando diversas monturas, entre las cuales se encuentra la clásica nube voladora. También podemos ir bajo el agua, siempre cuidando la capacidad pulmonar si no queremos que se ahoguen. Hay mucho por hacer, como realizar tareas secundarias, cazar, cocinar, participar en minijuegos, recoger materiales e ingredientes, buscar las bolas de dragón para invocar a Shenron y que nos conceda deseos, combatir contra enemigos que encontramos por los escenarios o recolectar orbes y entrenar para hacernos más fueres y aprender nuevas habilidades entre otros.
En cuanto a duración, la aventura principal puede irse fácilmente por encima de las 30 horas a poco que os dediquéis a completar ciertas tareas secundarias. Hay multitud de extras, desbloqueándose incluso más al terminar la historia principal, donde se nos da mucha más libertad a la hora de recorrer el mundo y formar el equipo que a nosotros más nos atraiga. Son tareas entretenidas que además guardan alguna que otra sorpresa.
En el apartado gráfico hemos encontrado algunos altibajos, pero en general cumple con creces. Por un lado, contamos con personajes perfectamente modelados y animados para los combates, con escenas que os dejarán con la boca abierta en multitud de ocasiones y mucha fluidez duante los mismos. Los escenarios son muy amplios, variados, cuentan con muchos detalles y elementos destructibles. Por otro, durante las conversaciones normales los personajes se muestran demasiado estáticos, faltos de vida, con algo de popping al explorar, alguna ralentización puntual y tiempos de carga entre capítulos y zonas que pueden llegar a cansar. No son detalles que molesten demasiado, pero sí que lo consigue la censura, que da lugar a momentos un tanto absurdos.
En el sonoro encontraréis tanto melodías sacadas directamente del anime por primera vez en la franquicia como otras nuevas creadas para la ocasión que se adaptan a la perfección a las mismas. Los efectos están muy conseguidos y son perfectamente reconocibles por los fans, mientras que las voces, tanto en inglés como en japonés, cuentan con el doblaje original para mantener toda su esencia. Los textos, como hemos comentado, nos llegan en castellano, si bien hay algunos personajes, elementos o ataques que no están del todo bien localizados, haciendo que se vuelva un tanto confuso a la hora de identificarlos.
Como conclusión, Dragon Ball Z: Kakarot ha sabido captar toda la esencia del anime y llevarla a un videojuego, con una historia perfectamente narrada y llena de detalles, combates que resultan muy espectaculares, un enorme mundo a explorar cargado de secretos y tareas a realizar, un apartado audiovisual sobresaliente y una duración más que aceptable. Hemos echado en falta, eso sí, algo más de dificultad en los combates, pulir ciertos detalles, más personajes a seleccionar y algún que otro modo competitivo que alargara la vida útil del juego, pero aún así nos ha gustado mucho.
Los aficionados a la franquicia sabrán apreciar todas las bondades del juego, viviendo cada arco argumental como si de un episodio del anime se tratara.