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Análisis de Dungeons 3: Complete Collection

Construye y gestiona tu propia mazmorra con la versión más completa de Dungeons III, que incluye el juego base, varias actualizaciones de contenidos gratuitos y siete expansiones.

Cartel Dungeons III Complete Collection
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Dungeons III: Complete Collection es una recopilación que incluye Dungeons III, la tercera parte del simulador de gestión de mazmorras de la desarrolladora Realmforge Studios y Kalypso Media, sus numerosas actualizaciones de contenido gratuito y las siete expansiones disponibles, de las cuales os hablaremos más adelante. Como ya ocurriera con el juego base, estamos ante un título que divide su jugabilidad en dos partes bien diferenciadas, una en la que nos dedicamos a gestionar nuestra base consiguiendo recursos, creando estancias o criaturas, y otra más estratégica que nos lleva a defenderla, explorar y acabar con nuestros rivales, todo siempre llevado con el humor que caracteriza a la saga.

Su historia tiene lugar poco tiempo después de los hechos acaecidos en la segunda entrega, en un nuevo continente gobernado por el paladín Tanos con al ayuda de sus amigos, el rey enano racista Grimli, el vanidoso paladín Elric y la codiciosa Yaina. Tanos también se ha hecho con los servicios de una joven elfa oscura llamada Thalya, su hija adoptiva, en un intento por curar su oscuridad interior y evitar que haga el mal. Aquí entra en acción nuestro protagonista, el Señor del Mal Absoluto, que tras conquistar las tierras altas y aburrirse decide invadir este nuevo continente, aunque falla en un primer intento por la incompetencia de sus secuaces. Por ello decide hacerse con los servicios de Thalya y despierta su lado malvado con un espectro oscuro, lo que la lleva a acabar con su pueblo natal, Tristrás. A partir de este momento decide dejar que su lado oscuro se encargue de todo y comienza a servir al Señor del Mal Absoluto como su principal teniente, buscando castigar a Tanos por intentar convertirla.

Como ya vimos anteriormente, no es un argumento demasiado profundo ni sorprendente, pero está muy bien llevado gracias a un narrador que siempre suelta comentarios hirientes, con mucha ironía, que rompen la cuarta pared y es realmente divertido, además de contar con Thalya, cuya doble personalidad nos deja momentos únicos e inesperados, y muchas referencias al cine y los videojuegos, entre otros. Pero lo mejor es que nos llega totalmente doblado al castellano para que no tengamos que apartar la vista para leer molestos subtítulos mientras se desarrolla el juego.

Las mecánicas, tal y como habéis leído anteriormente, cuentan con dos pilares fundamentales. En primer lugar tenemos la parte de la gestión, en la que creamos una mazmorra con diferentes estancias para proteger un cristal rojo, nimios que trabajen para nosotros recogiendo oro que llevan hasta las salas del tesoro y quienes se dedican a realizar todo el trabajo (pudiendo abofetearlos para que aceleren), así como crear lugares en los que mantener contentos a nuestros esbirros a base de bebida o comida. Hay muchas más salas, unidades y acciones por desarrollar, contando para ello con un completo árbol de habilidades que nos permite jugar como deseemos.

Por otro, cuando salimos a la superficie está la parte de estrategia en tiempo real. Aquí seleccionamos a nuestras unidades para desplazarlas por el mapa e ir cumpliendo misiones, ya sea acabar con determinados enemigos, proteger nuestra base o escoltar un personaje, entre otras, y, aunque no son demasiado originales, hacen que el desarrollo nunca se haga aburrido.

La interfaz es muy clara, si bien no es todo lo cómoda que nos gustaría. Esto se nota especialmente en la versión de consolas, cuya agilidad para movernos por los menús se siente más limitada. No es un problema demasiado grave, ya que al cabo de las horas os acabaréis acostumbrando a todo.

La campaña cuenta con una duración de una 15 horas, pero esta edición, como os comentamos al principio, incluye los siete DLCs que se lanzaron en su momento: Once Upon a Time, Evil of the Caribbean, Lord of the Kings, Clash of Gods, An Unexpected DLC, Famous Last Words y A Multitude of Maps. Estos os harán viajar por mundos de ensueño que van desde lugares mágicos con hadas hasta otros más tropicales, presentando nuevos contenidos y características que le aportan aún más diversidad.

Pero esto no es todo, ya que también encontraréis otras modalidades de juego: Combate, que nos lleva hasta varios mapas diferentes en los que nosotros decidimos con que características jugar, enfrentándonos a la IA en misiones que van desde defender nuestro territorio a conquistar otros y puede jugarse en solitario o en cooperativo (hasta dos jugadores); y el Modo Multijugador, que enfrenta a cuatro jugadores online en diferentes mapas.

Como véis, todo esto nos da más de 50 misiones en total que a su vez ofrecen una duración de unas 50 horas, una cifra nada despreciable que agradará a los seguidores de la saga y los aficionados a los títulos de gestión y estrategia. A todo ello hay que sumarle la generación aleatoria de los escenarios, que hacen que sea muy rejugable por no haber dos partidas iguales, el cooperativo y los modos multijugador.

Su apartado gráfico utiliza un estilo de dibujos animados que le sienta realmente bien, con personajes y escenarios muy coloridos que entran rápidamente por los ojos. No esperéis nada demasiado trabajado en lo técnico, ya que hay animaciones y texturas mejorables, pero gracias a sus diseños resulta más llamativo. Además cuenta con efectos que le aportan algo de espectacularidad.

En el sonoro tenemos buenas melodías para acompañar las conversaciones, la gestión y las batallas, siempre con buenos efectos de sonido para ambientar su mundo. Pero lo más destacado en este apartado es sin duda el estupendo doblaje al castellano del que hace gala el juego, no cansándonos nunca de oir al narrador soltar sus chascarrillos. Los textos, como no podía ser menos, también están en castellano.

En definitiva, Dungeons III: Complete Collection nos ha resultado tremendamente divertido, con una historia que sin ser demasiado original está bien llevada, un sistema de gestión y estrategia bastante trabajado y, gracias a su campaña y los DLCs incluidos de serie, una duración tremendamente extensa. No está carente de algunos fallos, como unos controles que no siempre son los más cómodos o un apartado técnico mejorable, pero es algo que pasaréis por alto si os atrae su propuesta.

Un juego que, sin ser demasiado original, sabe entretener de principio a fin, siendo esta la edición definitiva de un título que ningún aficionado se debería perder.