Análisis de Fly Punch Boom!
Impresionantes y exageradas batallas de estilo anime os aguardan en Fly Punch Boom!, donde podréis causar el caos interactuando con montones de elementos de los escenarios.


Fly Punch Boom! es un juego de lucha bidimensional uno contra uno, aunque pueden participar en equipos de dos, en el que volaréis por escenarios limitados por unas cuerdas elásticas intentando golpear a vuestros rivales hasta agotar su vitalidad o acabar con ellos utilizando diferentes elementos de los escenarios. Lo mejor es que sus movimientos son tan llamativos como los de los animes pero utilizando un tono más cómico y divertido, con un sistema de batalla que se basa en piedra, papel, tijeras.
Su historia nos habla sobre los punchis, unos seres inmortales y asexuados que se reproducen a través del combate. Cuando dos punchis muy poderosos se enfrentan, el choque de sus puños genera suficiente energía como para crear estrellas y galaxias. A veces, el choque es tan poderoso que nace un nuevo punchi con las mejores cualidades de ambos luchadores. Nadie sabe cuándo nació el primero, ni si fue antes o después de la creación del universo.
Como véis, esta trama es tan absurda y desproporcionada como su jugabilidad, no encontrando nada más que esta premisa y la descripción de los distintos personajes según vamos completando el modo arcade con ellos. Al menos se agradece que todos los textos nos lleguen en castellano, con alguna que otra pequeña errata a corregir.
Sus mecánicas son muy accesibles, aunque al principio cuesta hacerse a ellas, volando en cualquier dirección con el stick analógico izquierdo, con la posibilidad de utilizar un impulso o enfrentarnos al enemigo. Una vez nos enfrentamos al enemigo podemos golpear, arrojar o contraatacar, siendo cada uno de estos movimientos fuerte o débil contra otro. También se activa una barra de enfrentamiento que marca la calidad del movimiento, pudiendo fallar, realizarlo bien o un movimiento mega, algo muy importante si ambos luchadores eligen la misma opción, siendo el ganador el que haga el más poderoso o determinándose mediante la pulsación rápida del botón de enfrentamiento.
El perdedor saldrá volando por los aires, momento que se aprovecha para causar un gran daño. Por suerte, hay una serie de QTE que nos ayudarán a escapar de esta cadena de ataques y que nos permiten lanzar un contraataque. Pero cuidado, si os lanzan contra ciertos elementos del escenario o fuera de las cuerdas, se activa una barra de muerte que acabará con vosotros al instante si no sois precisos. Otra forma de morir es que acaben con toda vuestra vitalidad y os arranquen la cabeza, aunque no hay nada de sangre, siendo aquí sustituido por confetis. Al final, ganará la partida el jugador que gane las rondas que se hayan determinado, que normalmente suelen ser dos.
Hay otros elementos a tener en cuenta durantes las peleas, tales como un ataque especial que varía según el personaje seleccionado y que podemos activar tras rellenar su respectivo medidor al recoger unas esferas de poder verdes, quitando una gran porción de la barra de vitalidad, la posibilidad de lanzarle al rival elementos de los escenarios, teletransportarnos para intentar sorprenderlos o, en el caso de que estén participando dos jugadores, cambiar de luchador. Además, de vez en cuando se activa una especie de estado de furia con el que nos movemos más rápido y causamos un mayor daño.
Es un método realmente sencillo pero muy original que hace que las peleas sean realmente entretenidas y muy, muy vistosas, no sabiendo que nos deparará cada combate. Eso sí, la velocidad a la que tenemos que reaccionar con algunos QTE es muy alta (requiriendo saberse a la perfección la localización de cada botón) y el resultado de los combates muchas veces depende de la suerte que tengamos a la hora de elegir. No queremos olvidar que sus mecánicas son explicadas en un completo tutorial, así como en diferentes manuales.
En total tenemos diez personajes, aunque algunos de ellos os tocará desbloquearlos subiendo de nivel, consiguiendo experiencia al participar en combates. Están bien diferenciados entre ellos, aunque el cambio más notable lo encontraréis en su movimiento especial. También encontraréis un traje alternativo para cada uno, los cuales conseguiréis al completar el modo arcade con los diferentes personajes. Hemos notado que algunos son mucho más poderosos que otros, faltando un poco de equilibrio, pero en general cada uno tiene sus pros y sus contras que descubriréis al cabo de varias partidas.
En cuanto a escenarios, sólo hay cinco disponibles, estando uno de ellos bloqueado al principio. Se nos han antojado escasos, pero cuentan con tantos objetos interactivos y formas de morir en ellos que a veces os dará la sensación de estar jugando en otros completamente distintos. Es uno de los elementos más destacados del juego, siendo muy vistoso ver como se destruyen algunas partes al estampar a los rivales contra las diferentes estructuras y objetos.
Por otro lado, los modos de juego tampoco ofrecen mucha diversidad. En Local encontraréis los modos 1 vs 1 y 2 vs 2 contra otro jugador, la CPU o dos CPUs, así como Arcade, donde os enfrentaréis a todos los personajes consecutivamente, pudiendo elegir entre tres dificultades diferentes. Éste último es el más destacado, ya que desbloquearéis las historias de cada personaje y nuevos trajes. Por otro lado tenemos En Línea, donde podemos enfrentarnos a otros jugadores de todo el mundo en partidas rápidas, creando una partida o directamente uniéndonos a una.
La duración de este juego no es demasiado extensa, ya que al completar el modo arcade con todos los personajes, desbloquear a los luchadores ocultos y el nuevo escenario, poco más hay por hacer. Por suerte hay una serie de logros a conseguir que le da mucha vida, teniendo que, por ejemplo, realizar todas las muertes en las dos ciudades o parar un especial con otro.
El apartado gráfico resulta muy vistoso, con un estilo de dibujo animado que le sienta muy bien y le aporta espectacularidad de los combates. Los personajes son muy diferentes entre sí (con caras muy cómicas) y están perfectamente animados, mientras que los escenarios cuentan con montones de detalles y elementos interactivos con los que atacar al rival o incluso acabar directamente con él. Los efectos son llamativos, ya sean en forma de lásers, auras, movimientos de cámara o choques entre otros.
En el sonoro tenemos melodías creadas por Giorgiost que en general nos encantan, son muy movidas y le dan epicidad, aunque con el paso de las horas se pueden volver repetitivas por ser un tanto escasas. Por otro lado, los efectos nos han gustado mucho y los textos, como hemos comentado, nos llegan en castellano con algunas erratas.
Como conclusión, Fly Punch Boom! lleva toda las espectacularidad de las peleas anime a un videojuego, si bien la escasez de contenidos en cuanto a modos, personajes y escenarios puede hacer que pronto se haga repetitivo. Además, aunque las batallas son muy épicas, divertidas y cuentan con un toque estratégico interesante, muchas veces se resuelven por la suerte que tengamos en los choques, algo que puede llegar a ser frustrante contra la GPU y en los niveles más altos de dificultad.
Aún con todo esto, nos lo hemos pasado bastante bien con la espectacularidad que ofrece, descubriendo los puntos fuertes de cada personaje y acabando con nuestros rivales usando los escenarios de diferentes formas.