PS4
Realidad virtual

Análisis de Ghost Giant para PSVR

Una aventura mágica os espera en Ghost Giant, el nuevo título de Zoink Games para la realidad virtual de Sony.

Cartel Ghost Giant
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Ghost Giant es un juego guiado por su narrativa en el que deberéis resolver algunos puzles para poder avanzar, todo utilizando PlayStation VR y los PS Moves, que son esenciales para jugar. Noesperéis nada demasiado complejo, ya que es muy accesible y está recomendado para todo tipo de públicos, con una duración bastante corta y elementos sencillos que a su vez le aportan encanto.

Su historia se centra en Louis, una especie de niño-gato que se siente solo. Nacido de sus lágrimas aparece el Fantasma Gigante, al cual encarnamos nosotros para protegerlo y ayudarlo con sus problemas del día a día, siendo completamente invisible para el resto de ciudadanos. Para ello tenemos que interactuar con el entorno y cumplir con sus exigencias, siempre permaneciendo a su lado cuando más nos necesite.

El argumento, que es uno de los principales ejes de la aventura, no está nada mal, donde encontraréis a personajes simpáticos y una trama que enseña algunos valores, tratando a veces ciertos temas adultos que a los más jóvenes les costará entender. Lo malo es que algunas conversaciones pueden durar varios minutos y, mientras tanto, apenas se nos permite interactuar con el escenario. Podréis saber cuando tienen lugar al ver que se oscurece todo menos una zona en concreto, que es el lugar en el que transcurre. Eso sí, cuenta con textos en varios idiomas, entre los cuales se encuentra el castellano.

Sus mecánicas son muy sencillas, pero os permitirán hacer varias cosas diferentes. Aquí tenemos dos mandos de control por movimiento y, con cada uno, podemos agarrar o tocar ciertos elementos del escenario. También, desde una posición estática, podemos girar la cabeza para observar el escenario o bien hacer que el Fantasma Gigante gire su posición levemente para que hacerlo sea más sencillo. Hay algunas acciones más, como podernos acercar a ciertos objetos y soplar, pero preferimos que los descubráis vosotros mismos. Y no os preocupéis si realizáis alguna acción que os haga perder uno de los útiles principales, ya que a los pocos segundos aparecerá en el mismo lugar donde lo encontrasteis.

Todo ha sido quizás demasiado simplificado, al aparecer los objetos con los que podemos interactuar y son necesarios para avanzar en la aventura de un color dorado, ofreciendo incluso Louis alguna pista para que no tengamos problemas en encontrarlos. En la práctica no esta nada mal, pero las largas conversaciones, no poder hacer nada mientras transcurren los eventos o la nula dificultad pueden hacer que a la larga se sienta más como una especie de cuento interactivo.

Eso sí, los escenarios nos ha parecido muy vistosos desde la realidad virtual, con muchos detalles en cada rincón y algunos secretos que os tocará descubrir. No esperéis demasiados elementos interactivos más allá de los relacionados con la aventura principal, pero nos han parecido más que suficientes. Como hemos comentado, el lado negativo viene dado por las escenas, las cuales a veces nos sacan del mundo.

En cuanto a duración, la historia os dará para unas cuatro horas, las cuales se pueden ampliar un poco más si queréis haceros con todos los coleccionables. Cada escenario tiene unos cuantos disponibles, apareciendo al final de ellos los que hay ocultos para que podáis buscarlos tranquilamente. Son muy sencillos de localizar, así que no tendréis una aventura que ofrezca demasiada rejugabilidad ni incentivos que nos inviten a hacerlo.

El apartado gráfico es encantador, con personajes simpáticos, expresivos y bien animados que os sacarán más de una sonrisa, localizaciones variadas llenas de detalles, las cuales no están todas al mismo nivel, y efectos cuidados. Utiliza un estilo minimalista, pero os aseguramos que dentro de la realidad virtual funciona muy bien y no le hemos encontrado ningún problema. Nos hubiera gustado, eso sí, que los textos que en ocasiones aparecen fijos se pudieran leer un poco mejor, pero al final no es nada grave.

En el sonoro encontramos melodías fantásticas que nos sumergen en su mundo, así como un doblaje en inglés con una interpretación soberbia por parte de los actores. Recordad también que, como hemos comentado anteriormente, hay varios idiomas para los textos, entre los cuales encontraréis el castellano.

Como conclusión, Ghost Giant es una aventura que destaca por su cuidada narrativa, con un mundo y personajes que desprenden simpatía a cada paso que déis. Quizás a veces se le da demasiada importancia y deja al jugador en un segundo plano sin poder interactuar, algo que en realidad virtual puede llegar a molestar por querer sentirnos parte de su universo. A ello hay que sumarle unos puzles demasiado sencillos, los cuales a veces solo se centran en deshacernos de ciertos obstáculos.

A pesar de sus carencias, sigue siendo un viaje muy emotivo y vistoso que os encantará en la realidad virtual, especialmente si lo que buscáis es una buena historia para disfrutarla en familia.