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Análisis de GreedFall

Forja tu destino en GreedFall, el nuevo juego del estudio Spiders que nos lleva hasta una isla remota llena de magia, riquezas y secretos perdidos.

Cartel GreedFall
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GreedFall es un RPG de acción en tercera persona que se inspira en el arte barroco de la Europa del siglo XVII y cuya mayor virtud se encuentra en la libertad que ofrece a la hora de desarrollar a nuestro protagonista como al explorar el mundo. Tan importante como el combate es nuestra destreza con la diplomacia, ya que algunas situaciones se pueden solucionar sin necesidad de entrar en un conflicto, aunque a lo largo de la aventura encontraréis otras situaciones que os llevarán a usar el sigilo o incluso la ciencia.

Su historia nos traslada hasta el fin de la era del Viejo Mundo, donde el continente está contaminado, superpoblado y devastado por una pandemia mortal e incurable conocida como la Malichor. Sus habitantes sucumben ante la desesperación. Pero se avista un tenue rayo de esperanza en el horizonte: se ha descubierto una isla remota y oculta llamada Teer Fradee. Una tierra a salvo de la plaga de la Malichor, un refugio lleno de vida y naturaleza salvaje alejado de la mano del hombre. La isla promete riquezas, pero también representa la única esperanza de la humanidad para encontrar la cura de la Malichor. Durante nuestra búsqueda, exploraremos un nuevo mundo en esta isla recóndita que rebosa magia junto a colonos, mercenarios y cazatesoros.

Dicho argumento no es demasiado original, pero se vuelve interesante gracias a los personajes que vamos conociendo por el mundo, los cuales están bien definidos y varían su actitud hacia nosotros según las decisiones que hayamos tomado. Es uno de los mayores atractivos del juego, llevándonos por diferentes rutas hasta nuevos finales que lo vuelven muy rejugable. Además, sus textos nos llegan en completo castellano, así que no tendréis ningún problema para seguirlo.

Nada más comenzar nos toca crear a nuestro protagonista, eligiendo su sexo, rostro, cabello, pelo facial, cejas y diferentes colores para la piel, el pelo y los ojos, no encontrando opciones demasiado profundas. También existe la posibilidad de escoger uno prediseñado. Una vez creado pasamos a seleccionar sus habilidades, las cuales estarán basadas en una de las tres clases iniciales disponibles: Guerrera, que se centra en los ataques cuerpo a cuerpo; Técnica, orientado a controlar el campo de batalla; o Mágica, la cual hace uso de hechizos ofensivos para atacar a distancia. Hay que pensar con detenimiento esta decisión, ya que la experiencia jugable varía mucho de unas a otras. Lo bueno es que el árbol de habilidades es abierto, lo que nos permite aprender habilidades de otras clases según avanzamos en el juego para crear a un personaje a nuestro estilo.

Después os toca invertir vuestro primer punto en mejorar atributos como la fuerza, constitución, agilidad, precisión, poder mental y voluntad. Dependiendo de la clase elegida hay algunos recomendados, pero el juego ofrece mucha libertad para que lo creéis a vuestro gusto, ganando más según avanzamos en el juego. Lo mismo ocurre con los talentos, entre los que encontraréis carisma, ciencia, vigor, forzar cerraduras, artesanía e intuición. Muy atentos a este apartado, ya que es el que ofrece distintas formas de afrontar una misión, como utilizar el sigilo o la diplomacia para evitar los combates, entre otros.

Sus mecánicas nos ofrecen muchas posibilidades jugables, aunque es cierto que se nos han antojado un tanto toscas. Tenemos un ataque rápido pero débil, otro más lento pero poderoso, la posiblidad de defendernos, esquivar e incluso lanzar contraataques, entre otras muchas habilidades que obtiene nuestro personaje según lo hayamos personalizado. No se desplaza demasiado rápido, aunque siempre podéis correr cuando es una gran distancia a recorrer a cambio de resistencia. No olvidéis que, si vuestro personaje es un mago, sus poderes hacen uso del maná y tendréis que esperar a que se recargue, por lo que es bueno dominar otras disciplinas para empuñar armas que os permitan atacar mientras se rellena.

Por otra parte, tenemos una barra de Furia que se recarga al atacar a los enemigos, lanzar hechizos o bloquear ataques. Una vez completado al menos un bloque, podemos activarla para lanzar ataques especiales que producen grandes daños y desequilibran a los rivales, siendo muy útiles contra los enemigos más poderosos.

Un aspecto que nos ha gustado mucho es la Pausa Táctica, que pausa el juego para que podamos elegir nuestra próxima acción con tranquilidad. Además de acceder a los hechizos, habilidades o pociones, podemos descubrir información sobre los enemigos que tenemos alrededor, algo muy útil cuando nos enfrentamos a los más poderosos. También se pueden crear accesos rápidos a esos movimientos para que las batallas resulten más ágiles. En general los combates funcionan bien, aunque hemos tenido algunos problemas con la cámara en los lugares cerrados y el personaje tarda en realizar ciertas acciones, lo que nos deja vendidos por un tiempo si nos enfrentamos a más de un enemigo.

Cada personaje tiene una armadura que se ve reflejada en la vitalidad. Es muy importante intentar acabar con ellas lo antes posible, ya que su energía no bajará demasiado hasta que desaparezca al absorver parte de los impactos. Esto se aplica también a nuestro personaje, que mejora cuanto mayor sea la calidad de su equipamiento.

Y hablando de equipamiento, es muy abundante a lo largo del juego, cuentan con diferentes características y todos los cambios que hacemos son visibles en nuestro personaje. Podemos equipar partes en la cabeza, cuello, torso, manos, armas o llevar objetos en la bolsa. Cada parte tiene una calidad y un peso, haciendo que el movimiento del personaje se ralentice cuanto mayor sea. Hay armamento de todo tipo, pasando de armas blancas como espadas o machetes, entre otros, a otras de fuego que requieren una munición que escasea.

Las misiones son variadas y, como ya hemos comentado, hay muchas posibilidades para afrontarlas. Todas tienen un sentido dentro de la trama, incluidas las secundarias, lo que hace que siempre sea un placer hacerlas. La que tengamos asignada nos aparece en una especie de radar en la parte superior de la pantalla, señalándonos la dirección que debemos tomar para realizarla. Aquí juegan un papel fundamental las facciones, ya que existen seis diferentes que reaccionan de foma distinta según la que elijamos y con compañeros que nos echan una mano en combate. Pueden incluso formar relaciones, pero cuidado, ya que las decisiones que tomamos a lo largo de la aventura pueden hacer que se vuelvan en nuestra contra.

El mundo del juego, por otra parte, no es del todo abierto, sino que contamos con zonas amplias a explorar que, al llegar a su límite, nos llevan hasta un mapa donde elegir la siguiente a visitar. No es algo que nos haya molestado, ya que cuenta con muchas tareas a realizar por cada zona y evita dar largos paseos innecesarios por lugares vacíos.

La duración del juego ronda las 40 horas, tiempo que puede verse ampliado si queremos completar las tareas secundarias, explorar a fondo el mapa o mejorar a nuestro personaje entre otros. Además es muy rejugable al contar con tantos caminos en la historia que varían según las decisiones que tomamos.

El apartado gráfico alcanza una cota notable, con personajes bien modelados y animados, escenarios amplios cargados de detalles y una tonaliidad apagada que le da esa apariencia de decadencia y pintura barroca que buscan. Hay algunos defectos, como unos rostros algo acartonados, pero en general cumple con creces. Queremos destacar el gran trabajo en los diseños, tanto de escenarios como de criaturas, que hacen que a veces nos quedemos embobados con los paisajes. Además funciona con bastante fluidez para tratarse del motor Silk Engine.

En el sonoro tenemos melodías variadas, algunas para ambientar que quedan en segundo plano y otras realmente buenas cuando el juego lo necesita, corriendo a cargo del conocido compositor Olivier Deriviere. Los efectos están bastante conseguidos, mientras que las voces, en inglés, cuentan con un nivel algo bajo, pero se le puede perdonar por la cantidad ingente de diálogos y tener un presupuesto modesto. Los textos nos llegan en completo castellano.

Como conclusión, GreedFall es un juego que, sin innovar en ninguno de sus aspectos, cumple perfectamente en cada uno de sus apatados, ofreciendo una historia interesante y bien llevada que cambia con nuestras decisiones, grandes elementos de personalización, combates entretenidos y misiones que en ningún momento se sienten de relleno. Todavía le queda un poco para alcanzar a otros grandes del género, pero a nosotros nos ha encantado el gran salto que está dando la compañía con cada una de sus proyectos.

Un título que os sorprenderá por su increíble ambientación y que os enganchará por sus posibilidades, recomendando encarecidamente su compra si os atraen los RPG de acción.