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Análisis de Hypergalactic Psychic Table Tennis 3000

El fundador de PopCap, Jason Kapalka, y el creador de Cosmochoria, Nate Schmold, se asocian para traernos Hypergalactic Psychic Table Tennis 3000, un juego tan extraño como su nombre indica.

Cartel Hypergalactic Psychic Table Tennis 3000
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Hypergalactic Psychic Table Tennis 3000 es un título que se basa principalmente en el clásico Pong, donde moviendo una paleta debemos evitar que pase la pelota mientras intentamos marcarle al contrario. Pero nada es tan sencillo como parece, al menos no tanto como lo era en el original, ya que el juego también cuenta con elementos de rol que le añaden una gran complejidad y, a su vez, algunos de simulador de romance que lo vuelven un tanto extraño y divertido.

Su historia nos habla sobre una paleta antropomórfica que se siente destinada a convertirse en la mejor paleta de tenis de mesa de la hipergalaxia. Mientras aplasta a sus enemigos, aprende algo sobre el amor durante su viaje. Cada paleta que pelea tiene un nombre, una historia, un corazón… lo que hace que cada una de ellas sea importante.

Puede parecer una trama muy simple (y en el fondo lo es), pero leer las descripciones de algunos rivales al principio de cada partida os sacará más de una sonrisa, encontrando incluso una parte más filosófica al final de la aventura que resulta un tanto extraña y divertida. Eso sí, todos los textos se encuentran en inglés, aunque no requiere un gran nivel para seguir la historia y comprender su funcionamiento.

Sus mecánicas son muy sencillas de aprender, donde nos limitamos a mover nuestra paleta de arriba a abajo para evitar que nos anoten mientras intentamos hacer lo propio con la portería del rival. Gana el partido el primero que anote tres tantos. Pero claro, la capa de juego de rol le añade muchísima más profundidad. Encontrando paletas normales, otras grandes y lentas, pequeñas y muy rápidas, que disparan fuego… Además hay un aspecto muy importante, la barra de vitalidad, ya que una vez se agota hace que la paleta desaparezca y quede a merced del rival, aunque por suerte se recuperan tras recibir un gol y el oponente conserva la que tuviera en ese momento.

Un detalle que también es bastante importante son los escenarios, los cuales cuentan con muchos elementos que hay que estudiar en las partidas. Hay bloques que simulan el agua y que apagan las bolas de fuego, teletransportadores que nos pueden jugar malas pasadas e incluso algunos que reducen nuestra vitalidad entre otros, aportándole un toque estratégico muy interesante. Además son partidas muy cortas, ideales para jugar en cualquier momento.

Al ganar partidas siempre obtenemos alguna mejora, encontrando dos opciones entre las que elegir según nuestras preferencias. Las hay de todo tipo, tales como una mayor velocidad de desplazamiento, tamaño, resistencia, la posiblidad de desplazarnos libremente por el tablero en cualquier dirección o incluso utilizar habilidades que usan maná, tardan un tiempo en recargarse y que también podemos mejorar, entre muchísimas otras.

Los rivales tienen su propia descripción antes de empezar el encuentro, así como información sobre su nombre, nivel y salud. Al igual que nosotros, cuentan con sus propios movimientos únicos, aunque por desgracia tendréis que descubrirlos a lo largo de los partidos, ya que su información no se muestra por ningún lado.

Dentro de la simpleza del juego, cada partida se sienta diferente, haciendo que enganche más de lo que en un principio pudiera parecer. Quizás lo que menos nos ha gustado sea la aleatoriedad de las partidas, ya que puede tocarte un rival muy sencillo algunas veces y otras uno demasiado complicado, no habiendo en este sentido una escala de dificultad para poco a poco ir acostumbrándonos. Pero no os preocupéis, ya que la derrota no perjudica en ningún sentido y podréis jugar todas las veces que queráis para ir mejorando la paleta.

Uno de los aspectos más curiosos y extraños se encuentra en el apartado de simulador de romances, donde podemos entablar diálogos con las paletas “jefe” que aparecen a lo largo del juego. Dependiendo de nuestro nivel de carisma, como bien sucede en los juegos de rol, podemos tener acceso a más diálogos para intentar encandilar al rival y, si lo conseguimos, desbloqueamos más conversaciones. Es sólo una pequeña anécdota sin demasiada importancia en el juego y que no afecta al desarrollo, pero se agradece su incorporación.

La campaña nos propone ganar 200 partidas para ver el final, aunque podréis jugar tantas veces como os atraiga su propuesta al ser un título arcade donde cada partida es diferente. No es un juego con una duración muy extensa, pero tampoco se le puede pedir más a un juego que se lanza a un precio de tan solo 1,59€ y que encima se encuentra en oferta. Además hay algunos elementos para poder decorar a nuestra paleta que le añaden algo de diversión por intentar conseguirlos todos.

Del apartado gráfico no hay mucho que decir, contando con paletas y escenarios muy sencillos en los que sólo destacan un poco ciertos efectos y los elementos de decoración. Como no podría ser de otra forma, funciona con mucha fluidez y no pide un equipo potente para moverlo. En el sonoro tenemos melodías y efectos muy simples, si bien encontraréis la voz del actor Mark Meer en contadas ocasiones, quien es conocido por ser la voz del Comandante Shepard en la saga Mass Effect. Los textos, como ya hemos comentado, nos llegan únicamente en inglés.

En definitiva, Hypergalactic Psychic Table Tennis 3000 es un título que, dentro de la simpleza de sus mecánicas y del apartado técnico, resulta bastante divertido al introducir los elementos de rol, tales como la vitalidad, las magias o el ir mejorando poco a poco a nuestra paleta, así como añadirle algún que otro elemento de decoración. La historia es muy simple, pero cuenta con algunos momentos extraños que sorprenden y una descripción para los personajes que saben como divertirnos.

No estamos ante un juego que vaya a revolucionar la industria, pero sí ha sabido como darle la vuelta a todo un clásico para ofrecernos algo más interesante y entretenido, por lo que recomendamos darle una oportunidad, especialmente al lanzarse a un precio irrisorio.