Análisis de Indivisible
Un épico viaje cargado de peligros os espera en Indivisible, el nuevo título de Lab Zero Games que rebosa originalidad en muchos aspectos.


Indivisible es un juego de rol, plataformas y puzles de desplazamiento lateral con combates en tiempo real pero que también se basa en los turnos. Brilla por su originalidad, con un amplio mundo a recorrer libremente y que oculta montones de secretos, un sistema de control muy preciso y peleas estratégicas que ofrecen muchas posibilidades gracias al amplio elenco de personajes disponibles.
Su historia nos pone en el papel de Ajna, una joven guerra que pasa por una fase rebelde. Criada por su padre en las afueras de su pueblo, su vida se sume en el caos cuando su hogar es atacado. Todo se debe a la aparición de un misterioso personaje y su ejército, quienes acaban con la vida de su padre. Ahora no dudará en recorrer el mundo en busca de venganza, despertando durante dicho viaje el poder latente en su interior y causando aún más problemas de los esperados.
Este argumento no es demasiado interesante en un principio, pero sí cuenta con una buena narrativa y sus personajes nos han resultado muy pintorescos y carismáticos, lo que incluye a los secundarios. Hay muchos giros y sorpresas a lo largo de la aventura, así que no se nos ha hecho aburrido en ningún momento. Además, los textos nos llegan en completo castellano para que no tengamos problemas a la hora de seguir la trama, con algunas escenas animadas creadas por Studio Trigger y Titmouse de gran calidad.
Las mecánicas nos han gustado mucho, utilizando una mezcla bastante inteligente de exploración, puzles, plataformas y acción con batallas en tiempo real la mar de originales. Aquí movemos al personaje lateralmente por un mundo abierto lleno de caminos y secretos, con la posibilidad de que Ajna se impulse, deslice, salte o rebote por las paredes, utilizando además ciertos utensilios y habilidades que amplían las posibilidades poco a poco. Es bastante grande, así que contamos con un mapa que nos indica en todo momento los caminos recorridos y ciertos elementos. Una vez nos encontramos con un enemigo, la batalla comienza cuando conseguimos golpearle.
Los combates utilizan un sistema en tiempo real bastante original, donde cada personaje se asigna a un botón y pueden utilizar diferentes habilidades según la dirección que pulsemos junto a ellos. Podemos llevar un grupo de hasta cuatro personajes que cuentan con esferas que representan el número de acciones que pueden llevar a cabo, teniendo que esperar a que se rellenen de nuevo para volver a realizarlas. Se pueden combinar como queramos para realizar combos devastadores o romper la defensa de los rivales, siendo realmente satisfactorio ver los resultados.
Pero lo mejor es que contamos un sistema que recompensa nuestras buenas acciones y penaliza los fallos. Se trata de un medidor de Iddhi que al rellenarse nos permite realizar los movimientos especiales de cada personaje, aunque para hacerlo debemos defendernos del ataques de los rivales en el momento oportuno, ya sea de forma individual o colectiva, y atacarles. Pero cuidado, si abusamos de la defensa el medidor irá descendiendo rápidamente, premiando así la astucia de los jugadores.
No os preocupéis si perdéis una batalla, ya que comenzaréis muy cerca del lugar para que podáis repetirla con una estrategia diferente. Esto no ocurre con algunos jefes que os obligarán a comenzar algunas batallas de varias fases desde el principio. Si por el contrario ganáis, conseguiréis experiencia para los personajes que participen, aumentando poco a poco su nivel y características generales. Comentar también que, por los escenarios, encontraréis unas joyas rojas (llamadas ringsels) que podréis invertir en mejorar la fuerza y la defensa de Ajna.
Los enemigos son variados y cada uno tiene ciertos patrones de ataque que debemos estudiar para intentar bloquearlos con precisión. Pueden realizar ataques de los que nos podemos defender en cualquier momento para minimizar daños, otros que requieren llevar un buen tempo para bloquearlos y unos agarres que sólo podemos evitar si pulsamos el botón en el momento justo. Puede parecer sencillo, pero cuando atacan en grupos variados son desafiantes. Lo mismo ocurre con los jefes, los cuales cuentan con varias fases de transfomación y pueden ponernos en aprietos si no calculamos con precisión nuestros movimientos. Además, de vez en cuando salen de la fase de pelea para pasar a una de acción real en la que tenemos que esquivar trampas, ataques, enemigos y superar zonas de plataformeo.
Uno de los detalles más curiosos es que contamos con un gran número de personajes (aquí conocidos como encarnaciones) a nuestra disposición para formular estrategias diferentes según sus habilidades. Hay más de 20 disponibles, cada uno con su estilo de combate y habilidades únicas, lo que nos permite formar un grupo que se adapte a nuestras necesidades y con el que realizar grandes combinaciones de ataques. Se pueden cambiar en cualquier momento y, si lo deseamos, podemos viajar al reino interior para conversar con ellos.
Las localizaciones, por otra parte, son amplias, variadas y cuentan con diseños muy trabajados. En ningún momento nos hemos sentido perdidos a pesar de contar con montones de rutas diferentes y secretos a descubrir. Hay caminos que en un principio son inaccesibles, así que nos toca volver en un futuro, cuando tengamos la herramienta o habilidad necesaria, para ver lo que ocultaban. Además cuentan con pequeños puzles sencillos de resolver y zonas de plataformeo llenas de trampas que requieren una gran precisión a la hora de realizar cada movimiento.
La duración de la aventura no está nada mal, con una trama bastante extensa y montones de secretos a descubrir por los escenarios que lo hacen bastante rejugable y le añaden varias horas de juego. Además, hay que sumarle la multitud de personajes disponibles, que varían completamente la forma de afrontar ciertas batallas en el juego.
El apartado gráfico del juego nos ha encantado, con personajes genialmente diseñados, donde incluso los secundarios son diferentes entre sí, y cuyas animaciones han sido hechas a mano, escenarios amplios, variados y cargados de detalles, y efectos de gran calidad que hacen que en general sea muy vistoso. Además juega con la cámara para que ciertas situaciones sean más sencillas de afrontar y funciona en todo momento con mucha fluidez. No queremos dejar atrás las pocas escenas animadas que encontraréiis a lo largo del juego, las cuales resultan muy llamativas. Un detalle curioso es que no encontraréis cargas en todo el juego más allá de una inicial y al cambiar entre zonas, siendo incluso el sistema de guardado de partida bastante ágil.
Lo mismo ocurre con el sonoro, que incluye una gran variedad de temas bastante buenos y efectos de gran calidad que ambientan a la perfección su mundo. Las voces nos llegan en inglés, mientras que los textos están en completo castellano, con una perfecta interpretación de los mismos.
En definitiva, Indivisible es un título que nos ha sorprendido muy gratamente gracias a su genial mezcla de géneros. Las mecánicas jugables funcionan estupendamente, especialmente en las zonas de plataformeo y en los estratégicos combates, con una gran variedad de personajes que permiten adaptar las partidas a nuestro estilo de juego. Nos hubiera gustado más profundidad en la parte rolera y una historia un poco más elaborada, si bien se hace muy llevadera gracias a los trabajados diálogos y al carisma de todos los personajes.
Aquellos que busquen un juego de plataformas y combates por turnos algo diferentes, están ante una gran opción, con muchos secretos por descubrir que aseguran multitud de horas de juego.