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Análisis de Jump Force

Algunos de los personajes más icónicos de la revista Shonen Jump se enfrentan entre sí en batallas épicas con Jump Force.

Cartel Jump Force
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Jump Force es un juego de lucha tridimensional en el que podréis manejar a personajes de mangas o animes tan famosos como Dragon Ball, One Piece, Naruto, Saint Seiya o My Hero Academia entre muchos otros. Forma un equipo de hasta tres luchadores y salta al campo debatalla para utilizar sus habilidades más características, pudiendo crear a vuestro propio personaje e ir desbloqueando poco a poco nuevos movimientos.

Su historia nos habla sobre una malvada organización, cuyos miembros son conocidos como venoms, que busca romper las líneas que dividen el universo de Jump y el mundo real, teniendo que encargarnos nosotros junto a la Jump Force, con grupos creados por Goku, Luffy y Naruto, de ponerles fin. Para ello tendréis que derrotar tanto a personajes malvados como a otros que han sido poseídos por cubos umbras, siendo estos últimos recopilados por el robot Navegador para que luego se unan a nuestro grupo.

Como viene siendo habitual en este tipo de crossovers, el argumento no es uno de los aspectos más destacados del juego, aunque al menos resulta entretenido ver como se nos van presentando cada uno de los protagonistas y ver ciertas referencias a sus respectivas franquicias. Es una pena que no se haya aprovechado la ocasión para incluir escenas más vistosas, ya que incluso las conversaciones más interesantes se ven desaprovechadas por utilizar un motor distinto al de las peleas, con personajes que no son nada expresivos.

Nada más comenzar nos toca crear el avatar que nos representará en el juego, elgiendo parámetros como el sexo, su estilo de combate, cuerpo, peinados, rasgos característicos o la voz. No es demasiado profundo y la mayoría de las partes que encontraréis pertenecen a otros personajes del juego. Al menos se agradece que podamos cambiar el aspecto en cualquier momento, consiguiendo a lo largo de la aventura nuevas prendas, objetos y habilidades para nuestro personaje.

Tras terminar llegamos a la Base Umbras, lugar que nos sirve como centro de operaciones y que está dirigido por el Director Glover, además de ser el menú principal del juego desde el que accedemos a las diferentes modalidades, tiendas y misiones. Lo malo de este lugar es que es amplio y está prácticamente vacío, sin la posibilidad de interactuar demasiado con otros jugadores y con viajes largos que pueden hacerse pesados sin que lleguen a tener una gran justificación. Al final estos problemas hacen que echemos en falta el clásico menú de selección para agilizar el proceso, encontrando además montones de tiempos de carga entre misiones que pueden llegar a desesperar.

Las mecánicas se han simplificado mucho para hacer que el título sea accesible para cualquier jugador sin importar su nivel de habilidad. Tenemos un ataque débil y otro fuerte que se pueden potenciar, la posibilidad de defendernos, saltar, agarrar al rival, lanzarnos rápidamente hacia él o incluso teletransportarnos para evitar grandes daños, aunque este movimiento gasta un medidor que se recupera con el tiempo.

Por otro lado tenemos las habilidades, conocidas en este juego como Aptitudes, pudiendo equipar hasta tres diferentes junto con otra Aptitud del despertar. Todas las aptitudes gastan parte de la barra que se encuentra bajo la vitalidad y que nos toca recargar para poder usarlas, mientras que para activar la aptitud del despertar necesitamos que el indicador que rodea el icono del personaje esté relleno, caso que se da al estar nuestra salud más o menos sobre el 50%. Por último tenemos el despertar, que aumenta las capacidades de combate de nuestros personajes y va agotando poco a poco ese medidor, pudiendo incluso cambiar de aspecto algunos personajes.

Hay otras pasivas llamadas Habilidades-J, que cuentan con diferentes condiciones para activarse automáticamente y desatan efectos útiles para la batalla. Para finalizar están las Habilidades de apoyo, que gastan puntos (PI) de cada uno de los personajes paa activar habilidades-J.

Como hemos comentado, podemos llevar hasta dos compañeros en batalla. Estos funcionan como apoyo realizando sus habilidades o bien podemos pasar directamente a controlarlos, aunque para ello debemos gastar un medidor con el rostro del personaje que tarda en recargarse. Formar un equipo equilibrado puede suponer una gran ventaja en combate, así que hay que pensarlo detenidamente, sobre todo si tenemos en cuenta que el grupo comparte la vitalidad.

Al ganar combates todos los personajes que llevamos en el grupo ganan experiencia con la que pueden subir de nivel y, en consecuencia, mejorar sus estadísticas generales. Además poco a poco tendréis acceso a nuevas habilidades y cada personaje obtendrá puntos PI que podrán invertir en otras. También irán apareciendo nuevas prendas y rasgos según avancéis en el juego o al cumplir determinados requisitos, pero son cambios meramente estéticos.

Hay un total de 40 personajes entre los que elegir, junto al que nosotros nos creamos. El plantel cuenta con una buena selección de ellos, si bien nos hubiera gustado encontrar más mujeres y un mayor equilibrio entre personajes. El mayor problema reside en sus habilidades, cuyos efectos son muy parecidos entre sí. Lo bueno es que en un futuro se añadirán nuevos personajes y otros contenidos mediante DLC.

En cuanto a modos de juego tenemos las misiones libres para mejorar a nuestro personaje ganando combates, las adicionales para recibir diversos efectos, las importantes para avanzar en la historia y las del tutorial para consultar las mecánicas básicas del juego. Por otro lado tenemos los combates offline, donde luchar libremente contra la CPU, otro jugador, ver un enfrentamiento en la IA del juego o simplemente entrenar. Junto a él están los combates online, que permiten participar en partidas igualadas, combates amistosos o en partidas rápidas para ir subiendo poco a poco de rango. Por último tenemos los eventos,  que hace competir a los equipos alfa, beta y ganma por ver quien es el líder de la temporada, eligiendo nosotros al principio del juego al que queremos pertenecer. Como véis, no es muy original en sus modalidades, pero hay suficiente variedad como para mantenernos enganchados durante mucho tiempo.

La duración de la historia principal ronda las 15 horas, tiempo al que hay que sumarle montones de misiones opcionales y objetivos secundarios, así como los combates online y contra amigos. Pero donde más tiempo pasaréis es personalizando a vuestro protagonistas con las diferentes prendas, aptitudes, habilidades-J y rasgos que compréis y que antes os tocará desbloquear.

El apartado gráfico del juego es muy dispar, con personajes que durante los combates están muy bien modelados y animados, mientras que en la exploración de la base Umbras y las escenas resultan muy poco expresivos. Los escenarios, por otra parte, son recreaciones de ciudades reales del mundo con elementos sacados del universo Jump o viceversa, resultando bastante vistosas pero poco interactivas. Los efectos son muy llamativos, especialmente las del despertar, con los movimientos especiales más característicos de cada personaje, junto con ropajes que se rompen con los daños. No nos ha acabado de convencer el estilo utilizando para el juego, pero se agradece que al menos funcione con fluidez. Lo peor con diferencia son sus extensas cargas, que pueden romper con el dinamismo del juego.

En el sonoro tenemos melodías que, sin ser ninguna maravilla, acompañan bien a los combates y la exploración. Pero lo mejor son las voces en japonés y los efectos, que han sido extraidos directamente de sus respectivos animes. Todo ello siempre acompañado de textos en castellano.

Jump Force es, en definitiva, un título del que esperábamos algo más, con combates divertidos pero que han sido demasiado simplificados, una ciudad principal que se hace pesada recorrer por la poca interactividad que ofrece y un plantel que, aunque en principio resulta atractivo, no ha sido bien equilibrado y sus luchadores cuentan con habilidades cuyos efectos son muy parecidos entre sí. A todo ello tampoco ayuda una historia poco profunda y con escenas prescindibles.

Pero no todo es malo, ya que los elementos de personalización son muy numerosos, los combates resultan espectaculares y hay montones de misiones que os mantendrán enganchados durante mucho tiempo. Un juego pensado para atraer a los fans de los animes pero que, como juego de lucha, se queda bastante corto.