Análisis de Lonely Mountains Downhill
Coge tu bicicleta y prepárate para descender senderos llenos de peligros en Lonely Mountains: Downhill, el nuevo juego de Megagon Industries y Thunderful Publishing.


Lonely Mountains: Downhill es un juego de estilo arcade en el que, manejando a nuestro ciclista desde una perspectiva aérea, comenzamos una ruta senderista desde la cima de una montaña para explorar cada camino hasta la línea de meta, que se encuentra en la parte inferior. Una vez aprendidos los mejores atajos, participamos en contrarrelojes e intentamos sufrir el menor número de accidentes posibles para superar los desafíos que nos proponen. Aunque esto no es nada fácil, ya que tendréis que esquivar rocas, árboles, tramos estrechos, ríos e incluso peligrosas caídas entre otros.
Sus mecánicas resultan muy sencillas. Aquí contamos con un botón que nos permite pedalear para avanzar, otro para frenar y la posibilidad de esprintar a base de gastar una barra de resistencia que se recupera con el tiempo, así como de comenzar de nuevo desde el último punto de control si lo creemos necesario. Después tenemos dos sistemas de control para manejar al ciclista: uno que nos permite girar en la dirección que queramos pulsando simplemente hacia ella y otro en el que nos movemos hacia la izquiera o derecha según la perspectiva del ciclista. Ambos funcionan bastante bien, así que la decisión final correrá a cargo del propio jugador.
El juego se basa en descender los senderos de varias montañas, dividiéndose cada uno de los desafíos en diferentes niveles de dificultad que se desbloquean al ir completando otros. Normalmente se dividen en tres: Explorador, Principiante y Experto, aunque al completarlos se consigue también el modo libre. Aquí tendréis que explorar primero la montaña para descubrir las mejores rutas y alcanzar la meta, desbloqueando después desafíos que consisten en llegar a la meta antes de un determinado tiempo o tener menos de cierto número de accidentes.
Puede parecer una tarea sencilla, pero a lo largo de las rutas encontraréis muchos atajos llenos de peligros, como troncos, rocas, saltos, caminos muy estrechos, desfiladeros… son muy variados y, cuanto mejor sea el atajo, más complicado es recorrerlo. Llegar hasta la línea de meta sin sufrir ningún accidente es a veces muy complicado, incluso si vamos tomándolo con calma. Lo mejor es que hay puntos de control por los que debemos pasar y que, si sufrimos un accidente, el contador se reinicia hasta el tiempo que llevábamos cuando lo cruzamos por primera vez, haciendo que sea más sencillo superar marcas al asumir un mayor riesgo.
Para que todo esto funcione bien es necesario tener un sistema de físicas bien trabajado. Aquí veréis como la bicicleta responde a la perfección a nuestros movimientos, derrapando en curvas descendentes a gran velocidad, afectando el terreno al comportamiento de la bicicleta o sufriendo accidentes si no estamos bien colocados al caer desde cierta altura, entre otros. Es cierto que de vez en cuando nos hemos topado con ciertos obstáculos invisibles o con algunos que en principio pensabamos que podíamos atravesar, pero no es lo más frecuente.
Hay seis bicicletas a conseguir: Grasshopper, Pacebreaker, Javelin, Trailblazer, Boar y Geronimo. Cada una tiene una serie de características que las diferencian del resto y que las hace mejores para ciertos terrenos, teniendo que completar desafíos para conseguir sus partes hasta desbloquearlas. Al principio sólo tenemos la Grasshopper, pudiendo personalizarlas todas con diferentes aspectos. Lo mismo ocurre con nuestro ciclista, ya que tenemos la opción de cambiarle el conjunto, el casco, su sexo, el peinado, el color de piel y del pelo. No es algo que tenga impacto en la jugabilidad, pero se agradece su incursión.
En total encontraréis cuatro montañas a descubrir: Graterhorn, Redmoor Peaks, Sierra Rivera y Mount Riley; cada una con cuatro rutas diferentes llenas de atajos y secretos que deberéis estudiar para intentar hacer el mejor tiempo posible y sufrir el menor número de accidentes. Están bien diferenciadas entre sí, con diferentes ambientes que hacen que se sientan únicas y sus propias peculiaridades.
No es un juego especialmente largo, pero superar todos los desafíos, conseguir todas las bicicletas y elementos de decoración puede hacer que la duración suba considerablemente. Además, hay que sumarle los montones de caminos ocultos a descubrir para intentar superar las marcas de otros jugadores online y el modo noche, que complica mucho las cosas al limitar nuestra visión, dándole incontables horas de diversión extra.
El apartado gráfico utiliza un estilo minimalista bastante vistoso, con un ciclista bien modelado y animado, geniales físicas para sus movimientos y escenarios que, pese a hacer uso de elementos planos, resultan tremendamente llamativos. Comentar también que los senderos ocultos incluyen pequeñas pistas visuales que nos ayudan a localizarlos. Además funciona con mucha fluidez para que la jugabilidad no se resienta. Eso sí, hemos encontrado algo de tearing y alguna pequeña carga de texturas tardía, pero nada importante.
En el sonoro no encontraréis muchas melodías, sólo para acentuar ciertos momentos, aunque sí la conseguida ambientación de las montañas, el sonido de nuestra bicicleta derrapando por los caminos y los gritos de nuestro personaje cuando sufre un accidente. Los textos están en completo castellano, así que no tendréis ningún problema para comprender el funcionamiento del juego.
Lonely Mountains: Downhill, como conclusión, ha supuesto una grata sorpresa para nosotros, ofreciendo un título que brilla por ofrecer un desafío a la altura a pesar de su simpleza. Es un placer recorrer los diferentes senderos de las montañas para estudiar los mejores caminos e ir superando marcas, utilizando un sistema de control que simplemente se basa en girar, acelerar, frenar y hacer un esprint. Quizás nos hubiera gustado que ciertas físicas estuvieran mejor ajustadas y que fuera más sencillo desbloquear las bicicletas, ya que, para cuando lo conseguimos, hemos superado todos los desafíos de una zona con la primera que nos dan.
Un título para aquellos que busquen algo diferente, explorando rutas de montaña por simple diversión o para ver cuales son los mejores atajos e ir superando las marcas de otros jugadores.