Análisis de Lost Ember
Descubre los secretos sobre el pasado de una loba en Lost Ember, el nuevo juego de Mooneye Studios en el que podréis manejar a cualquier animal que veáis por su mundo.


Lost Ember es un título de aventuras y exploración que se desarrolla desde una perspectiva en tercera persona, donde encarnando a una loba tenemos que descubrir su pasado recorriendo el mundo y tomando el control de otros animales para progresar. Desarrollado por Mooneye Studios, este juego ofrece muchos secretos a descubrir, aunque para ello a veces tendréis que hacer uso de los movimientos y habilidades únicas de cada animal.
Su historia nos habla sobre los Yanrana, una civilización que creía que aquellos que morían con asuntos pendientes, o cuyo comportamiento no era bueno en vida, vagarían como almas en pena antes de alcanzar la Ciudad de la Luz. Pero para intentar enmendar sus errores siempre podrían reencarnarse en un animal. Este es el caso de nuestra protagonista, una loba cuya ayuda es solicitada por un alma errante que busca alcanzar la Ciudad de la Luz. Lo que no sabía es que durante su viaje descubriría detalles de su propio pasado, comenzando así su aventura.
Esta trama, como suele ser habitual en este tipo de producciones, es interesante y nos deja un mensaje importante que merece la pena descubrir, estando bien narrada y siendo apta para todo tipo de públicos. No esperéis nada demasiado espectacular ni con giros elaborados, ya que aquellos que estén acostumbrados a este estilo de juegos podrán saber por donde van los tiros desde un primer momento. Se agradece, eso sí, que todos los textos nos lleguen en perfecto castellano.
Sus mecánicas son muy sencillas de entender, donde sólo tenemos que recorrer el mundo en busca de unos rastros y hogueras para ir desbloqueando nuevas zonas e ir descubriendo elementos sobre el pasado de la loba. Aquí podemos desplazarnos en cualquier dirección, mover libremente la cámara, saltar, conversar, activar una vista que nos permite ver los rastros en los escenarios o interactuar con determinados elementos de los mismos. También podemos ralentizar el tiempo para ver con detalle cada una de las animaciones o escenarios, pero no tiene una gran utilidad dentro del juego.
Pero la parte más intesante viene dada por los poderes que tiene, ya que puede transferir su alma a otros animales para poder controlarlos y superar los obstáculos que nos proponen. Así podemos manejar a patos, colibríes, peces y demás fauna que encontraréis por su mundo, pasando entonces a utilizar las habilidades propias de cada uno. Esto es quizás lo más llamativo de todo el juego, ya que amplían enormemente las capacidades de exploración y nos da una perspectiva diferente del mundo que los rodea, pudiendo incluso interactuar con otros de su especie, aunque el control de los mismos no siempre está igual de bien depurado y la cámara a veces no nos deja ver bien lo que sucede en pantalla.
Los escenarios son bastante lineales, si bien ofrecen alguna que otra zona más abierta para que nos dediquemos a explorar libremente en busca de coleccionables o simplemente para conocer a toda la fauna disponible en el juego. Hay algunas caídas y obstáculos que nos impiden pasar de vez en cuando, requiriendo entonces la ayuda de otros animales. Pero tranquilos, el objetivo siempre es muy claro y la dificultad brilla por su ausencia, ya que nuestro personaje no puede morir. En caso de hacerlo, aparece en una zona muy cercana.
La duración de la aventura da para pocas horas de juego, ampliándose un poco más si nos dedicamos a descubrir toda la fauna o nos hacemos con los coleccionables. Es una pena que no se haya aprovechado la ocasión para darles algún sentido dentro del juego, porque en realidad no hay nada que nos motive a buscarlos a fondo.
El apartado gráfico no está nada mal, con escenarios variados cargados de detalles y cuyos diseños resultan muy llamativos, animales bien recreados con un estilo minimalista, y efectos que cumplen. Pero debemos dejar claro que técnicamente no está entre los mejores, con muchas texturas planas, animaciones y físicas mejorables, molestos bugs, una cámara que a veces da problemas, un rendimiento irregular o ciertos parones que a veces llegan a asustar. Aún así resulta muy vistoso en general, con alguna que otra zona que deja estampas para el recuerdo.
En el sonoro tenemos melodías que acompañan perfectamente nuestro viaje, buenos efectos de sonido, un doblaje en inglés que resulta muy agradable y, como ya hemos mencionado, textos en castellano que permiten seguir el argumento con facilidad.
En definitiva, Lost Ember es un sosegado viaje por la naturaleza que nos hace descubrir el pasado de la loba y del espíritu que la acompaña, todo con un claro mensaje de fondo. Sus sencillas mecánicas de juego y el no contar con ningún tipo de muerte lo hacen apto para cualquier jugador, lo que a su vez nos lleva a un desafío inexistente. Lo mejor de todo es poder manejar a tanta fauna diferente y ver las posibilidades que ofrece cada animal, si bien le hubiera venido genial un pulido general que hiciera que la experiencia fuera más entretenida.
Un título que pretende conectarnos con la naturaleza y resulta muy relajante, aunque tiene ciertos detalles mejorables. Se disfrutará mucho más cuando arreglen sus problemas técnicos mediante parches, siendo bastante recomendable para aquellos a los que les guste este tipo de aventuras.