Análisis de Maneater
Explora los escenarios en busca de nuevas presas para evolucionar en Maneater, la nueva y original aventura de Tripwire Interactive.


Si alguna vez habéis querido poneros en el papel de un tiburón, Tripwire Interactive, en colaboración con Deep Silver, os da la oportunidad de convertiros en el gran depredador de los mares con Maneater, un título de acción con elementos de RPG en el que tendréis que explorar sus amplios escenarios en busca de nuevas presas, ya sean humanos u otro tipo de fauna que deambula por las distintas localizaciones, para ir evolucionando poco a poco y afrontar retos cada vez más complicados.
La historia de este juego nos habla sobre un tiburón (hembra), que es cazado tras causar el pánico entre los bañistas. Poniéndonos en el papel de la cría que escapa del vientre de su madre tras ser rajada, nos toca evolucionar hasta convertirnos en un enorme depredador y obtener nuestra venganza. Como véis no es nada demasiado elaborado, pero sí que nos han gustado tener un narrador que constantemente nos da información sobre el mundo marino y que utiliza un tono sarcástico para dejar mensajes morales. Además, el juego llega totalmente en castellano, tanto los textos como el doblaje.
Las mecánicas son sencillas de entender, aunque al principio quizás os cueste haceros un poco a los controles. Podemos desplazarnos libremente en cualquier dirección, embestir y ganar velocidad, morder para ir agotando la vitalidad de la presa hasta comérnosla, esquivar, dar coletazos y latigazos para repelerlas, aturdirlas o romper determinados objetos, acecharlas desde la superficie del agua e incluso saltar cuando acechamos para alcanzar ciertos objetivos. También contamos con una barra que indica nuestra vitalidad y que puede recargarse devorando a presas, así como la posibilidad de salir a la tierra para cazar o conseguir algún coleccionable, pero cuidado, ya que el tiburón pierde vitalidad cuando empieza a asfixiarse. Todo esto es explicado mediante un completo tutorial al comienzo de la aventura que además sirve como introducción a la trama de la misma.
Es un sistema que a todas luces se nos antoja algo simple, ya que al final sólo nos dedicamos a morder a las presas hasta devorarlas y esquivar cuando lo creemos oportuno. Los jefes y depredadores alfa requieren algo más de atención y el uso de ciertas habilidades, pero siempre deja la sensación de que se podría haber hecho algo más a pesar de las limitaciones de ser un tiburón. Además, el sistema se ve algo entorpecido por una cámara que da algunos problemas.
Al ir comiéndonos a otras criaturas o cumpliendo misiones obtenemos experiencia que nos pemiten aumentar de rango y evolucionar poco a poco, haciendo que en consecuencia seamos cada vez más poderosos al aumentar el índice de masa, salud, defensa, daño y velocidad. Pero también podéis haceros con modificaciones genéticas que proporcionan habilidades especiales y más poder, para lo que tendréis que conseguir unos determinados nutrientes de las diferentes criaturas o destruyendo elementos del entorno. Podemos equiparnos con partes para la mandíbula, la cabeza, el cuerpo, las aletas, la cola o incluso tres órganos diferentes, como un sonar con el que localizar rápidamente a las presas que se encuentran a nuestro alrededor. Es uno de los aspectos más destacados del juego, invitándonos siempre a recorrer hasta el último rincón de cada lugar para descubrir todos los secretos.
El juego se divide en mapas abiertos bastante amplios cargados de enemigos (ya sean en forma de humanos o todo tipo de fauna acuática), misiones principales, secundarias, coleccionables y secretos, algunos de los cuales no podréis descubrir hasta que seáis lo suficientemente poderosos. Al realizar todas las misiones principales aparecerá el jefe de esa zona y una vez acabamos con él pasamos a la siguiente localización, siendo éstas variadas. Eso sí, nos hubiera gustado que dichas tareas fueran algo más originales, ya que al final siempre se centran en acabar con cierto número de enemigos o alguno en concreto.
Hay enemigos y criaturas de todo tipo: cazadores de tiburones que nos disparan desde los barcos, tierra o bajo el agua, caimanes, siluros, tortugas, barracudas… Siempre es un placer ir descubriendo la fauna que el juego nos ofrece, sobre todo si tenemos en cuenta que el narrador nos va dando detalles interesantes sobre ella.
La duración del juego ronda las 14 horas, que se ven ampliadas si queremos conseguir todos los coleccionables, mejoras para nuestro tiburón y hacer todas las misiones secundarias, las cuales además no se desbloquean en su totalidad hasta haber completado algunas principales. Por si fuera poco, es un título muy rejugable al tener zonas a las que no teníamos acceso en un primer momento por la falta de fuerza o habilidad necesaria de nuestro tiburón para llegar.
Su apartado gráfico nos ha sorprendido muy gratamente. Sin ser uno de los referentes, está muy cuidado en muchos sentidos, como un buen modelado y animaciones para los personajes y criaturas, escenarios variados y cuidados, y efectos vistosos que nos dan la sensación de estar dentro de una película de serie B. Pero lo que más os llamará la atención es cómo cambia de unas zonas a otras, encontrándose más suciedad y decadencia cuanto más cerca nos encontramos de los humanos. Además funciona con bastante fluidez en todo momento.
En el sonoro tenemos melodías que suelen pasar desapercibidas hasta los encuentros más peligrosos, donde se vuelve algo más cañera para aportarle tensión a los combates. Pero donde de verdad destaca es en la ambientación, que nos mete de lleno en el mundo marino, y sus comentarios en castellano, cargados de explicaciones y una ironía que siempre es un placer escuchar.
Maneater es, en definitiva, un juego que sabe divertir a pesar de sus carencias. Por un lado tenemos combates y misiones sencillas que se acaban haciendo un tanto repetitivas con el paso del tiempo, apartados que además se ven empeorados por el mal funcionamiento de la cámara. Pero lo compensa con la exploración de los escenarios en busca de secretos, su rejugabilidad y un sistema de progresión muy satisfactorio. Además tenemos un apartado artístico bastante llamativo y los comentarios, que siempre nos dan información detallada sobre el mundo acuático y hace críticas a nuestra sociedad a base de ironía.
Un título que en general nos ha parecido muy original, algo que hoy en día cuesta cada vez más encontrar dentro del catálogo de los videojuegos y que seguro llamará la atención de aquellos que busquen algo diferente.