Análisis de Monster Hunter Stories
Prepárate para una nueva aventura con Monster Hunter Stories, un spin-off de la saga principal en el que nos convertimos en Rider para formar vínculos con bestias salvajes, luchar en combates por turnos y viajar por un enorme mundo lleno de misterios.


Su historia nos habla sobre una siniestra fuerza llamada la Plaga Negra que, en tiempos remotos, se extendió por doquier y convirtió a su paso a las pacíficas bestias en monstruos sanguinarios. En medio del caos y la desesperanza, un noble e intrépido guerrero llamado Redan erradicó la plaga a lomos de su brioso y rutilante dragón blanco. Tras un largo periodo de paz, la plaga havuelto, apareciendo en nuestro apacible pueblo natal, villa Hakum, un Nargacuga infectado que provoca el caos. Ha llegado la hora de seguir los pasos del legendario Rider y salvar al mundo de la plaga, emprendiendo un viaje que nos lleve a descubrir la verdad.
El argumento, al tratarse de un RPG, tiene más peso que en pasadas entregas de la franquicia, por lo que encontraréis multitud de eventos intercalados con escenas que poco a poco ofrecen más detalles, aunque en general es bastante simple y predecible. Eso sí, los personajes son carismáticos y conversar con ellos resulta ameno gracias a la simpatía de la que hacen gala.
Monster Hunter Stories es un RPG con batallas que se desarrollan por turnos y un gran mundo a explorar dividido por zonas en las que encontramos pequeñas cargas al viajar entre ellas. No todas están disponibles desde un principio, siendo esencial avanzar en la historia para desbloquearlas o conseguir criaturas con habilidades especiales para la exploración que nos ayuden a descubrir nuevas rutas.
Nada más comenzar nos toca crear al héroe o heroína que nos reprente en el juego, eligiendo su sexo, tipo de cara, tono de piel, ojos, su color, boca, el peinado, el tinte y la voz. En cuanto al ropaje y las armas, estos cambian según obtenemos nuevo equipamiento al avanzar. A lo largo de la aventura podemos también cambiar su peinado, el color de los ojos, modificar el maquillaje y el color de nuestras armaduras si visitamos la casa que nos sirve como base, así como vestir a Navirou, el Felyne que nos acompaña, o ver las escenas que ya hemos desbloqueado.
Gracias a un dispositivo que lleva nuestro Rider, la Piedra Vinculante, podemos establecer lazos con las bestias, conocidas en este juego como Monsties. Para ello nos toca adentrarnos en guaridas, enfrentarnos a sus peligros y llegar hasta el nido para intentar hacernos con sus huevos, eclosionándolos después en la base más cercana con el fin de reclutar a más de 60 criaturas diferentes. En general, los huevos que obtenemos son aleatorios, aunque si durante un combate hacemos que una criatura huya podemos seguirla hasta un nido especial que nos dará su huevo.
Cada Monstie tiene una serie de capacidades únicas para explorar las localizaciones o para las batallas, haciendo que sea imprescindible reclutar a la mayor variedad posible para avanzar y descubrir todos los secretos que ocultan los escenarios. También se nos permite modificar los genes de los Monsties para mejorar sus características generales y que aprendan nuevas habilidades de otras criaturas, aunque hay que ser precavido con esta decisión, ya que no siempre puede ser beneficioso.
Las batallas, como hemos comentado, se desarrollan por turnos y comienzan al entrar en contanto con las criaturas que vemos por los escenarios, obteniendo una pequeña ventaja si los sorprendemos por la retaguardia o viceversa. En ellas podemos manejar principalmente al Rider, pero también darle pequeñas órdenes al Monstie que llevamos en ese momento, siendo posible cambiarlo por otro que esté en nuestro grupo de cinco para obtener ventajas según su tipo.
A nuestra disposición tenemos los comandos de Luchar (donde elegimos el objetivo y uno de los tres tipos de ataque), Objetos, Huir o Rider, que nos da acceso a las habilidades del mismo. Los Monsties actúan por su cuenta, pero se nos da la posibilidad de utilizar el Cambio o bien alguna de sus habilidades en el apartado Monsties.
De vez en cuando se producen encuentros cara a cara que quedan indicados por una línea que nos vincula al enemigo, donde el ganador del duelo depende del tipo de ataque elegido, ya sea Fuerza, Agilidad o Técnica. La Fuerza gana a la Técnica, la Técnica a la Agilidad y la Agilidad a la Fuerza, estando las acciones de los enemigos casi siempre determinadas por su condición. Al chocar dos del mismo tipo reciben el daño correspondiente. Si además nosotros y el Monstie que nos acompaña elegimos el mismo movimiento y ganamos el cara a cara, realizamos un ataque doble combinado que causa un daño aún mayor.
Al ejecutar ataques con éxito nuestro medidor de vínculo aumenta, pudiendo montar al Monstie cuando éste se rellena. Aquí se combinan nuestros poderes y compartimos vitalidad, donde el principal atractivo reside en las habilidades vinculantes exclusivas, unos movimientos muy poderosos que podemos rellenar hasta tres veces para mejorar su potencia. Una vez realizada la habilidad vinculante, volvemos a separarnos para actuar individualmente.
En ocasiones, además, dos monstruos pueden medir su fuerza en Choques potentes, Combates aéreos o Explosiones de aliento, donde nos toca realizar las acciones que se nos indican con rapidez para intentar ganar el duelo.
Junto a la vitalidad tenemos tres corazones que representan las veces que podemos morir, ya sea nuestro Rider o sus criaturas, acabando la partida cuando se agotan todos. Estos tienen una gran importancia, sobre todo al enfrentarnos a otros Rider en batallas especiales en las que ganamos al tumbarlos con las mismas condiciones.
Como podéis ver, su funcionamiento es bastante sencillo, pero entran en juego otros factores como la climatología, los estados especiales o los ataques especiales de los rivales que nos obligan a ir bien preparados en cuanto a objetos. No podemos acceder a todos los útiles que hemos obtenido, sólo aquellos que equipamos directamente en el Zurrón de batalla, así que nos toca prepararnos para las más peligrosas antes de pasar a la acción.
Al ganar combates obtenemos experiencia con la que tanto nuestro Rider como los Monsties suben de nivel para mejorar sus estadísticas generales y aprender nuevas habilidades. La Piedra Vinculante también sube de nivel al avanzar en la aventura, lo que nos da acceso a criaturas cada vez más raras y poderosas.
Los poblados nos sirven como bases y en ellos podemos hablar con los ciudadanos, descansar, comprar o mejorar útiles para la aventura, y aceptar misiones secundarias entre otras muchas. En este sentido es muy similar a la saga principal, con multitud de tareas a realizar que aseguran montones de horas de juego y rejugabilidad, tales como recolectar objetos y combinarlos para dar lugar a otros nuevos mediante recetas o rellenar la Monstruopedia para conseguir jugosas recompensas. A todo ello hay que sumarle los contenidos descargables que se lanzarán en un futuro o la compatibilidad con las figuras amiibo, que alargan considerablemente la vida útil del juego.
Por si todo ello fuera poco, incluye un modo multijugador en el que nos enfrentamos a los Riders de otros jugadores para poner a prueba nuestra destreza en combates locales u online, personalizando diversas reglas a nuestro gusto. No es tan profundo como la historia principal, aunque como extra no está nada mal.
En el apartado gráfico se ha optado en esta ocasión por un estilo anime en lugar del realista que hemos podido ver en el resto de la franquicia, aunque respetando siempre los diseños originales de los escenarios y criaturas. Todo luce realmente bien, con personajes genialmente modelados y animados junto con escenarios amplios y detallados a pesar de las limitaciones de la consola, que hace que encontremos de vez en cuando popping, escenarios divididos por zonas, algunas texturas simples o dientes de sierra. No hay que olvidar los geniales efectos, ya sean de los movimientos especiales o de los distintos ambientes. También comentar que es compatible en su totalidad con el 3D, con una profundidad muy conseguida.
Las melodías nos han gustado mucho, acompañadas siempre por unos efectos de sonido perfectamente reconocibles por los fans para ambientar a la perfección cada situación que vivimos en la aventura. Los personajes utilizan un idioma inventado bastante llamativo que le sienta genial. No podían faltar los textos en castellano, donde se nota un gran esfuerzo por adaptar cada frase a nuestro idioma.
Monster Hunter Stories ha sabido captar a la perfección toda la esencia de la saga principal para llevarla hasta el terreno de los RPGs con combates por turnos. Tenéis por delante multitud de horas de juego por sus numerosas tareas, secretos y la rejugabilidad que ofrece, con un desarrollo que no se hace aburrido en ningún momento. Tanto la historia como los combates podrían estar un poco más trabajados, pero en general nos han gustado.
Aquellos a los que las batallas por turnos no les desagraden encontrarán un producto muy completo y recomendable, sobre todo si son seguidores de la franquicia.