Análisis de Neon Abyss
Derroca a los Nuevos Dioses viajando a través de mazmorras con Neon Abyss, el nuevo juego de Veewo Games y Team17.


Neon Abyss es un título de acción de desplazamiento lateral de estilo roguelite, con mazmorras que se generan por procedimientos y un sistema de progresión con el que nuestro personaje regresa más fuerte con cada muerte. Desarrollado por Veewo Games, en colaboración con Team17, el juego cuenta con una estructura similar a lo visto en otros juegos del género, con muchas zonas diferentes a recorrer, enemigos variados, jefes al final de cada nivel, mejoras a conseguir y montones de armas disparatadas, aunque incorpora algunos minijuegos y las mascotas, que nos proporcionan su apoyo durante las batallas o la exploración.
Su historia nos habla sobre el grupo Titán, quien destruyó a la familia de nuestro protagonista y le arrebató la mayor parte de los poderes a Hades. Ahora Hades está reuniendo a luchadores para poner fin al reinado de Titán, un grupo conocido como el Escuadrón Siniestro. Estos tendrán que adentrarse en el Abismo y enfrentarse a los Nuevos Dioses, aunque la muerte no es el final, sino que los vuelve cada vez más fuertes.
Como es habitual en este tipo de aventuras, el argumento no es lo más destacado, pero se agradece tener una premisa que dé paso a la acción. Además está siempe llevado con mucho humor, con textos en castellano para que nos perdáis ningún detalle.
Sus mecánicas son muy accesibles, contando con la posibilidad de desplazarnos lateralmente, saltar, bajar de ciertas plataformas y disparar en cualquier dirección utilizando el stick analógico derecho (o cortar con un cuchillo si están cerca), así como lanzar las granadas si las conseguimos. Pero al ir avanzando, como es lógico, encontraréis muchas armas con diferentes capacidades (algunas de ellas con propiedades especiales a activar temporalmente), máscaras con características únicas y algunos potenciadores que le aportan un toque estratégico interesante, pudiendo además acumular montones de ellos para causar efectos devastadores, encontrando más de 400 objetos disponibles con algunos que no siempre son beneficiosos. Nuestra vitalidad se divide en corazones que podemos rellenar e incluso aumentar, además de ir acumulando escudos que evitan que recibamos daños hasta que desaparezcan.
Uno de los aspectos que más diferencia a este juego de otros de corte similar son las mascotas. A lo largo de los escenarios conseguiréis unos huevos que, tras un tiempo con nosotros, eclosionan para obtener (o no) mascotas. Cada una de ellas tiene una serie de características únicas, como recoger monedas, atacar o envenenar a los rivales, entre muchas otras, llegando a acumular montones que nos apoyan en la partida y, en algunos casos, evolucionando. Eso sí, tienen su propia vitalidad y mueren tras ser alcanzadas varias veces.
Cuando nuestro personaje cae en batalla regresamos al bar, pudiendo elegir allí la dificultad (fácil, normal o difícil), comprar mejoras, ayudas y extras con las piedras doradas que conseguimos para dejarnos una sensación de progresión o simplemente bailar en la pista. También podemos seleccionar entre varios personajes con diferentes características, si bien antes os tocará desbloquearlos. Quizás lo más extraño es que hay un sistema de contraseñas al más puro estilo de los clásicos que permite empezar con todo lo que hayamos obtenido anteriormente a costa de obtener menos beneficios a lo largo de esa partida. Una vez preparados, saltamos al Abismo para comenzar la batalla de nuevo.
El sistema de progresión es muy satisfactorio, y no sólo por recibir mejoras para nuestro personaje, sino porque desbloqueamos nuevas salas, objetos, jefes, reglas especiales e incluso nuevos finales, haciendo que cada partida se sienta única y diferente. Aquí también conseguimos al resto de personajes, pero es cierto que para desbloquearlo todo tendréis que jugar bastante al encontrar varias páginas que se van abriendo al conseguir otros elementos y obteniendo sólo una piedra por cada jefe derrotado.
Los escenarios, por otra parte, se generan proceduralmente y cuentan con muchas trampas y secretos a descubrir, teniendo que utilizar llaves, explosivos o cristales morados para acceder a ellos. Nos ha gustado mucho la gestión de estos elementos, ya que obliga a pensar detenidamente si queremos acceder a una zona, abrir un tesoro o bien guardarlos para darles otra utilidad. Siempre nos invitan a seguir explorando cada rincón e intentar descubrir todos los extras de dichos niveles, con salas donde comprar ayudas en forma de vitalidad o armas con el dinero conseguido, otras con altares que cuentan con poderosos útiles y más sorpresas. Además encontraréis teletransportadores para que viajar entre zonas visitadas sea más rápido.
Lo que no nos ha acabado de convencer es no poder a la mazmorra anterior una vez completada, encontrando incluso jefes que se repiten en otras mazmorras. Además, todo lo que llevaramos encima desaparece, haciendo que volvamos a tener que empezar desde cero, no siendo así con el árbol de desbloqueables.
En cuanto a enemigos, los hay de todo tipo: voladores, fantasmas, que salen de las paredes, que se lanzan rápidamente contra nosotros… No dejan de sorprender y cada uno tiene un punto débil que debemos descubrir para acabar rápidamente con ellos. También hay cinco jefes a derrotar, dividiéndose a su vez en varios niveles cada uno con sus respectivos subjefes. Sus diseños son muy originales y están basados en las veneraciones y obsesiones de la actualidad, aunque los primeros son bastante sencillos de derrotar. Como es normal, cuentan con una barra de vitalidad que, según desciende, hace que cambien sus movimientos.
La duración de la aventura da para pocas horas, pero siempre hay que tener en cuenta la rejugabilidad que ofrece por los niveles generados aleatoriamente, los diversos minijuegos disponibles y los extras a desbloquear, tales como nuevas salas, personajes o incluso otro final para el juego. Además tiene un estilo arcade que resulta realmente adictivo, haciendo que le dediquéis montones de horas.
El apartado gráfico nos ha gustado bastante, con personajes y escenarios de estilo pixelado muy cuidados, animaciones vistosas, efectos que le aportan un toque más actual como una iluminación de neones llamativa o reflejos en el agua, entre otros, y funcionando en todo momento con mucha fluidez. Hemos encontrado algún que otro bug, pero esperamos que para su lanzamiento sean solucionados.
En el sonoro tenemos melodías cañeras de corte futurista que le sientan genial a las frenéticas batallas, con efectos de sonido muy trabajados y textos en castellano para no perdernos ningún detalle sobre la trama, su funcionamiento o descubrir la utilidad de los objetos que consguimos.
Como conclusión, Neon Abyss sabe como hacernos pasar un buen rato con mucha exploración, frenética acción, potenciadores, enemigos variados, jefes originales y muchos secretos por descubrir y desbloquear. No es un título demasiado extenso, pero es tremendamente rejugable por la cantidad de formas diferentes que hay de afrontar la aventura y los extras que conseguimos. Hay algunas pegas, como la aleatoriedad de algunas situaciones, un plataformeo mejorable o picos de dificultad según avanzamos, pero en general nos ha gustado la experiencia.
Si buscáis un juego con el que dejar fluir vuestra adrenalina, Neon Abyss es una gran opción, teniendo que enfrentaros a poderosos dioses en un Abismo lleno de neones.