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Análisis de Nobunaga's Ambition: Taishi

Tras su paso por PC llega a PlayStation 4 Nobunaga´s Ambition: Taishi, un juego profundo, entretenido y cargado de contenidos del que os hablamos en nuestro análisis.

Cartel Nobunaga´s Ambition Taishi
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Nobunaga´s Ambition: Taishi es un título de estrategia que, como viene siendo habitual en la saga, nos traslada hasta la era Sengoku en el siglo XVI. A pesar de tener un alto rigor histórico, Tecmo Koei lo ha adaptado a su manera permitiéndose algunas licenciaspara hacer que se sienta único y original, ya que de otra forma la saga podría perder frescura. En él encontraréis montones de opciones jugables, personalización de tropas y, como sello de la compañía, multitud de contenidos que aseguran muchas horas de juego.

Su historia, como hemos comentado, nos lleva de nuevo hasta la era Sengoku, donde Japón vivía una época de guerras civiles entre los diferentes señores feudales. Esto se acentuó tras la guerra de Onin, dando lugar a conflictos en los años venideros. Tras haber perdido su influencia política y ver mermadas sus tropas, el Shogun fue cediendo terreno a favor de los daimyos, los cuales buscaban hacerse con parte de su poder. Aquí es donde entramos nosotros, eligiendo a uno de los múltiples personajes disponibles para poco a poco extender su influencia y hacernos con la mayor parte posible del territorio.

Al final todo este argumento gira en torno a Nobunaga, conociendo los orígenes de cómo llegó hasta su posición y se hizo con el con control del territorio unificando el país. Lo mejor es que gracias a sus múltiples escenarios podemos conocerlo en profundidad desde varios puntos de vista diferentes y en distintos periodos históricos. De nuestra elección de escenario y clan dependerá la dificultad del juego, ya que cada una de las familias tiene determinados medios e ideales que harán que la experiencia sea totalmente diferente.

Sus mecánicas no difieren mucho de lo visto en anteriores entregas más allá de la cantidad de daimyos disponibles, dividiéndose en dos fases principales: la Planificación y la Ejecución. Es un juego que requiere mucha paciencia, ya que hay montones de opciones a nuestra disposición que son necesarias para avanzar y, al tratarse de un juego de estrategia por turnos, cada acción debe ser muy meditada. Para ello contamos con una serie de tutoriales que detallan minuciosamente sus apartados, si bien no queremos olvidar que sus textos nos llegan completamente en inglés, siendo esencial un buen nivel del mismo para poder progresar.

Durante la fase de Planificación establecemos las relaciones que tendremos con otras regiones al hablar con sus líderes y formarnos una reputación, lo que a la larga puede generar conflictos o bien aliados para las batallas. Aquí juega un papel fundamental el comercio, que nos lleva a establecer rutas que determinan nuestros beneficios económicos y las relaciones con otros frentes. Para ello debemos generar también alimentos utilizando la agricultura que, como curiosidad, no sirve sólo para tener más productos, sino para alimentar a las tropas y que así rindan mejor en batalla.

Al final todo influye en el progreso, ya que gracias a las ganancias podemos ir mejorando nuestras instalaciones y ver como poco a poco forjamos un gran imperio. Con el fin de que todo ello sea efectivo, debemos asignarles tareas a nuestros generales en función de sus habilidades, siendo a su vez necesario reclutar a nuevos personajes que se adapten a nuestras necesidades.

Por otro lado tenemos la fase de Ejecución, donde elegimos el destino, las unidades y establecemos una estrategia que determine el devenir de la batalla. Gracias a un buen planteamiento podréis hacerle frente incluso a grandes grupos enemigos, así que id con cautela a la hora de formar tácticas y guiar a vuestras tropas. Es posible ajustar la velocidad de las batallas, además de hacer que actúen automáticamente, si bien no es aconsejable ya que puede hacernos perder algunas unidades de forma absurda. Y aquí es donde precisamente más cojea, en el control de nuestras tropas, ya que sólo podemos dar órdenes puntuales y, hasta que no realicen estas acciones, no es posible actuar en consecuencia.

Es una pena que la interfaz esté más pensada para los controles de PC que de consola, ya que al principio es bastante complicado hacerse a las combinaciones de botones, siendo un continuo ensayo y error hasta acostumbrarnos. Además hay montones de opciones a nuestra disposición que dificultan aún más el aprendizaje a pesar de los tutoriales.

La dificultad puede ser un tanto alta para aquellos que no estén acostumbrados al género, siendo bastante complicado tener que gestionar nuestra economía, las políticas que llevamos a cabo y las tropas sin que ninguno de estos apartados se vea afectado. Si a ello le sumamos un sistema que hace que cada oficial actúe de forma automática al tener sus propias ambiciones, tenemos un juego con mucha profundidad que puede alejar a determinados jugadores.

Su duración, como ya hemos comentado, es tremendamente extensa, más si tenemos en cuenta las múltiples rutas que ofrece su historia, las tareas secundarias y la rejugabilidad por ver que pasaría si tomaramos decisiones completamente distintas. Esto se ve aún más acentuado si tenemos en cuenta su ritmo, la dificultad y la barrera del idioma, que hará que algunos jugadores tengan que tomarse su tiempo para avanzar.

En el apartado gráfico encontramos un enorme mapa sobre el que podemos hacer zoom para ver la genial recreación histórica de la era Sengoku, si bien no esperéis nada espectacular. Esto se nota especialmente en las batallas, donde los personajes y animaciones resultan demasiado simples. Algo que también hemos echado en falta son las batallas navales, que ya pudimos ver en pasadas entregas de la saga. Lo mejor son las ilustraciones de los más de 2000 personajes, que están genialmente diseñados.

Por su parte, la banda sonora ambienta bastante bien mientras nos movemos por los menús y durante las batallas, teniendo también efectos de sonido muy cuidados. El doblaje nos llega tanto en inglés como en japonés, siendo para nuestro gusto mejor éste último. Los textos, como ya hemos comentado, nos llegan completamente en inglés, siendo esencial tener un buen nivel del mismo para poder avanzar.

En definitiva, Nobunaga´s Ambition: Taishi es un juego al que deberéis echarle muchísimas horas para haceros a los controles, ofreciendo un desarrollo muy profundo en el que destacan las relaciones diplomáticas por encima de los combates. No es un título apto para todos los jugadores, ya que requiere práctica, paciencia y un buen nivel de inglés, con un ritmo lento que puede desesperar a más de uno. Tampoco ofrece demasiadas novedades respecto a pasadas entregas más allá del número de comandantes, que es muy alto.

Si sois seguidores de la franquicia no os decepcionará, ya que se muestra muy continuista y cuenta con multitud de contenidos que os darán diversión durante mucho tiempo, pero la gran cantidad de tutoriales, unos controles poco intuitivos y el idioma hacen que no sea demasiado accesible.