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Análisis de Pillars of Eternity II: Deadfire - Ultimate Edition

La edición definitiva de Pillars of Eternity II: Deadfire llega a consolas incluyendo las principales actualizaciones, sus expansiones y otras novedades que os comentamos en el análisis.

Cartel Pillars of Eternity II Deadfire - Ultimate Edition
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Pillars of Eternity II: Deadfire – Ultimate Edition es un profundo juego de rol para un jugador desarrollado por Obsidian Entertainment que se basa en los clásicos juegos de mesa, encontrando batallas que se desarrollan por turnos o en tiempo real con pausas. Cuenta con un enorme mundo abierto y un inmenso elenco de personajes, con muchas posibilidades a la hora de explorar, montones de elementos de personalización y varias opciones más. Junto a la campaña principal, el juego incluye los contenidos descargables “Bestia del invierno”,  “Buscador, asesino, superviviente” y “Santuario olvidado”, ofreciendo así incontables horas de juego.

Su historia se centra en el dios Eothas, que ocupó un cuerpo mortal y reunió a sus fieles en una cruzada sagrada. Los otros dioses conspiraron para destruirlo y, con la ayuda de sus agentes humanos, lo hicieron usando una bomba gigantesca llamada Godhammer. Ahora, en Deadfire, Eothas ha regresado y se ha hecho con el control de una estatua gigante. Después de estallar bajo el castillo de Caed Nuea, ha comenzado un largo viaje hacia el norte a través del archipiélago de la Llama Extinguida. Nosotros, como el Observador, debemos seguirlo, comenzando así una nueva aventura.

Este argumento transcurre tras los hechos acaecidos en el anterior juego y, aunque recomendamos jugarlo para tener una idea más clara de todo lo sucedido, podréis adentraros perfectamente en su mundo gracias a un resumen de la historia que nos explica quiénes somos y nos pone en situación. Nos ha gustado mucho, con una narrativa muy cuidada, varios caminos a seguir, montones de personajes diferentes y carismáticos a conocer, giros inesperados y, sobre todo, la posibilidad de elegir las decisiones que hubieramos tomado en su predecesor para crear una trama a nuestra medida. Comentar que también tenemos un diccionario que podemos consultar en cualquier momento para obtener más información sobre su mundo, las diferentes lenguas o los personajes, entre otros. Todo ello, claro está, con textos en castellano para no perdernos ningún detalle.

Sus mecánicas son muy similares a lo visto en el primer título, desarrollándose la aventura desde una perspectiva cenital para explorar los escenarios con un grupo creado por nosotros, pudiendo hablar con todo tipo de personajes para realizar misiones tanto principales como secundarias, visitar peligrosas mazmorras donde nos esperan desafiantes batallas y entretenidos puzles o tomar decisiones que afectan al transcurso de la historia, determinando nuestro éxito o fracaso los dados (como si del juego de mesa se tratara), las estadísticas generales y las destrezas del personaje en cuestión.

Estos controles, así como la interfaz, han sido bastante bien adaptados a las consolas, optando por un uso inteligente de los sticks analógicos y las ruedas de selección. Al principio cuesta acostumbrarse a movernos por los menús y realizar determinados movimientos grupales, que como es lógico resultan más cómodos en PC, pero creemos que la compañía Versus Evil ha realizado un gran trabajo a la hora de adptarlos para la complejidad que ofrecen.

Al pasar a los combates es donde encontramos alguna que otra diferencia respecto al primer juego. En primer lugar, nuestro grupo está formado ahora por cinco personajes en lugar de los seis de la primera entrega y, aunque al principio pensábamos que no sería una buena idea, se ha equilibrado todo muy bien, agilizan los combates y en general resulta todo más estratégico. Después también notaréis que los personajes pueden aprender habilidades de dos clases diferentes a cambio de una progresión más lenta y de no poder tener acceso a las más poderosas, lo cual compensa con la posibilidad de crear un grupo más equilibrado.

Por lo demás, sigue manteniendo el estilo del primer juego, donde podemos elegir entre un sistema de combate en tiempo real con pausas, en el que pausar la acción en cualquier momento para seleccionar a los miembros de nuestro grupo, darles órdenes que ejecutan en tiempo real  y, como novedad, cambiar la velocidad del combate junto con la posibilidad de configurar una IA para los aliados (los cuales se comportan más eficazmente), u optar por el modo por turnos, que se inspira en los juegos de mesa y, cuando estamos lo suficientemente cerca de un enemigo, se inicia la batalla y todos actúan en sus respectivos turnos.

Al ganar batallas obtenemos, como siempre, objetos, dinero y  experiencia con la que subir de nivel y mejorar las estadísticas generales de nuestros personajes. Ahora el límite de nivel ha aumentado de 12 a 20, consiguiendo más puntos de habilidad que podemos invertir en montones de nuevas habilidades y hechizos.

Una de las grandes novedades de esta entrega viene dada por la exploración. Ahora contamos con un barco que nos permite viajar libremente por el archipiélago de la Llama Extinguida, encontrando un mapa enorme con montones de islas a visitar que casi siempre tienen algo interesante que ofrecernos. Pero para poder ir de un lugar a otro nos toca prepararnos, teniendo que mejorar las partes del barco, contratar a miembros para la tripulación y hacernos con recursos que nos permitan afrontar dichos viajes sin demasiados problemas. Esto no evita que de vez en cuando sucedan algunas cosas que nos obligarán a tomar decisiones drásticas.

Como es lógico, durante nuestra travesía encontraremos a otros barcos, siendo algunos amistosos y otros peligrosos contra los que nos toca combatir. Estas batallas navales nos han parecido curiosas en un primer momento, donde recibimos información de todo tipo para que podamos decidir nuestra siguiente acción, ya sea embestir al barco enemigo, disparar los cañones, reposicionarnos o incluso resolver la pelea sobre las cubiertas abordando al enemigo. Les falta algo de profundidad y agilidad, por lo que, al final, para que no se vuelvan un tanto tediosas, nosotros optamos por abordar siempre que podemos.

La duración de la aventura principal puede irse fácilmente por encima de las 50 horas con Deadfire, pero además es muy rejugable al  contar con diferentes tareas secundarias, caminos y opciones a lo largo de su historia, así como diferentes niveles de dificultad donde el normal ya supone un gran reto. No queremos olvidar que esta edición incluye los contenidos descargables “Bestia del invierno”, “Buscador, asesino, superviviente” y “Santuario olvidado”. Esto hace que el juego sea aún más completo, ofreciendo más de 100 horas de juego y extras que los seguidores de la franquicia sabrán apreciar.

El apartado gráfico, que vuelve a hacer uso de escenarios bidimensionales mezclados con personajes tridimensionales, sigue siendo muy vistoso, en especial gracias a los geniales diseños tanto de localizaciones como de personajes y criaturas. Los efectos están muy cuidados, mientras que la cámara inteligente nos permite seguir con más detenimiento todo lo que sucede en pantalla. Lo malo es que la versión de consolas sufre alguna que otra ralentización puntual y cuenta con pantallas de carga demasiado numerosas y extensas, algo que esperamos que solucionen mediante actualizaciones futuras.

En el sonoro tenemos melodías orquestadas de gran calidad que ambientan a la perfección nuestros viajes y cada una de las situaciones que vivimos en el juego. El doblaje, en inglés, nos ha parecido soberbio, sobre todo porque se han doblado cada uno de los textos que incluye el juego. Dichos textos, como ya hemos comentado, nos llegan en completo castellano y, aunque hay alguna que otra errata, es fácilmente perdonable por la ingente cantidad de conversaciones que hay en el juego.

Como conclusión, Pillars of Eternity II: Deadfire – Ultimate Edition es un título que cualquier amante de los juegos de rol de lápiz y papel no debería perderse, con una historia profunda y bien narrada, desafiantes combates, montones de opciones de personalización y un enorme mundo a explorar que ofrece incontables horas de juego. Además hay que sumarle los contenidos descargables incoporados de serie en esta edición, haciendo que sea mucho más completo y entretenido que la primera parte de la franquicia. Como pegas diremos que los controles con los mandos no son tan cómodos como con teclado y ratón, hay caidas puntuales de framerate y tiempos de carga algo pesados, pero es perfectamente jugable.

Los segudores de la franquicia o, simplemente, aquellos que disfruten de los juegos de rol occidentales, deberían darle una oportunidad, ya que les espera una aventura gigantesca e inolvidable.