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Análisis de Plants vs. Zombies: La Batalla de Neighborville

Las plantas y los descerebrados zombis luchan por dominar el territorio en Plants vs. Zombies: La Batalla de Neighborville, la nueva entrega del alocado shooter de PopCap Games y Electronic Arts.

Cartel Plants Vs. Zombies Battle for Neighborville
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Plants vs. Zombis: La Batalla de Neighborville es la nueva entrega del shooter en tercera persona y, a su vez, spin-off de la famosa franquicia de PopCap que enfrenta a las plantas y a los zombis, la cual nos lleva en esta ocasión a una lucha por el dominio de la ciudad de Neighborville. Manejando a uno de los héroes, tenemos que hacer uso de todas sus habilidades para acabar con nuestros rivales, ya sea en solitario, cooperativo o enfrentándonos a otros jugadores a través del online.

Esta vez no tenemos un menú desde el que seleccionar niveles, sino que se nos lleva hasta un enorme patio desde donde accedemos a todas sus modalidades, interactuamos con otros jugadores o nos hacemos con nuevos materiales para personalizar a nuestros héroes, entre otras muchas tareas. Este lugar varía de un bando a otro, siendo la Mansión de Dave en el caso de las plantas o el Cuartel de Dr. Zombi en el caso de los zombis. Al principio puede parecer un poco abrumador por la gran cantidad de opciones disponibles, pero al poco tiempo nos hacemos a su funcionamiento y descubrimos todas sus posibilidades para mantenernos enganchados durante mucho tiempo.

Sus mecánicas son muy similares a lo que vimos en el anterior juego, donde escogemos a uno de los 20 personajes, los cuales se dividen en 10 por cada bando y se distribuyen en tres clases (ataque, defensa y apoyo), para entrar a la acción. Aquí podemos desplazarnos libremente por los escenarios, saltar, disparar o utilizar las diferentes habilidades de cada uno, teniendo que esperar un determinado tiempo a que se recuperen. Como es lógico, se han hecho retoques en algunas de ellas para que el juego sea más equilibrado, además de añadirse un esprint que nos ahorra largos paseos innecesarios. En general es muy satisfactorio, con un sistema de apuntado que funciona perfectamente y opciones estratégicas muy interesantes.

Estos personajes se pueden personalizar con diferentes elementos cosméticos, los cuales se pueden conseguir completando ciertas misiones, con las bolas de premios, gastando el dinero que logramos en el juego o a través de microtransacciones, aunque no creemos que hagan falta para obtenerlos. Pueden llegar a alcanzar hasta el nivel 10 con la experiencia obtenida y posteriormente ascender de categoría para desbloquear nuevas mejoras. Hay seis categorías disponibles: Recluta, Avanzado, Especialista, Élite, Superélite y Maestro. Después podemos activar todo tipo de ventajas usando puntos de mejora, siendo más o menos valiosas según la cantidad que gasten, para que el personaje se adapte a nuestro estilo de juego. Cada criatura tiene hasta tres ajustes de personalización que nos permiten crear variaciones de las mismas para elegir entre ellas con rapidez y así adaptarnos a la misión a la que nos enfrentamos.

Como novedades, por el lado de las plantas tenéis a Gorro de Noche (ataque), Roble y Bellota (defensa) y  Bocadragón (ataque), mientras que por el de los zombis encontraréis a Patinadora Eléctrica (ataque), Héroe Ochentero (ataque) y Cadete Espacial (defensa). Nos ha gustado lo bien equilibrados que están, aunque también estaría bien que se hubiera incluido alguna novedad en los de apoyo.

En cuanto a modos de juego, hay para todos los gustos. Si sois de los que disfrutáis jugando en solitario hay varias localizaciones a visitar: El Centro (tanto para plantas como para zombis), el Monte Pendiente (plantas) o el Bosque Extraño (zombis). Se trata de una especie de campaña llena de humor en la que conocemos a carismáticos personajes que nos proporcionan misiones y donde podemos conseguir objetos de personalización únicos para los mismos, dinero, experiencia y otros extras. En general resulta entretenido por tener grandes escenarios a explorar, batallas divertidas y luchas contra desafiantes jefes, aunque no esperéis una historia demasiado elaborada. Como extra tenemos el Parque Mareante, al cual accedemos directamente desde el patio principal para practicar con el sistema de combate.

Una vez pasamos el portal multijugador, podréis ver a otros jugadores y las diferentes modalidades disponibles. Tenemos la Arena de Batallas, donde combaten dos equipos de cuatro en diferentes rondas y se van descartando personajes; Absoción de territorios, lugar en el que el equipo atacante tiene que alcanzar su objetivo y el defensor mantener su posición, enfrentándose un total de 12 jugadores por equipo; y Derrotar por Equipos, que simplemente nos propone una batalla de ocho contra ocho en la que se tienen que alcanzar las 50 bajas antes que el equipo contrario. No son modalidades demasiado originales, pero funcionan muy bien y nos dan para muchísimas horas de juego, junto con eventos que cada semana van teniendo lugar de forma continuada y cambian su temática.

Como una de las grandes novedades, ahora dos jugadores pueden participar en cualquier modalidad en  cooperativo local a pantalla partida, haciendo que en general sea mucho más divertido. Pero no es la única forma de disfrutar en compañía de forma cooperativa, ya que vuelve el modo cooperativo online en el que hasta cuatro jugadores tienen que enfrentarse a grandes hordas de enemigos para proteger una estructura, siendo en este sentido muy fiel a los orígenes de la franquicia. Es realmente divertido y nos traslada hasta un mapa en el que aparecen oleadas de enemigos, teniendo que acabar con ellos, algunos jefes y cumplir ciertas misiones para obtener jugosas recompensas.

Las localizaciones, por otra parte, son amplias, variadas y están perfectamente estudiadas para poder ejecutar estrategias en el multijugador. Hay más de diez a explorar, cada una con sus puntos fuertes a descubrir y que nos ayudan a la hora de combatir de diferentes maneras, encontrando incluso elementos que pueden dañar a nuestro personaje.

Es un juego tremendamente extenso, en el que encontraréis multitud de modos disponibles, muchas misiones a superar, montones de elementos desbloqueables y eventos temporales que se suceden continuamente, haciendo que su duración sea tan larga como os atraiga la propuesta del juego.

El apartado gráfico sigue el estilo marcado por los Garden Warfare, con personajes con diseños simpáticos, genialmente modelados y animados, y escenarios a los que, siendo muy variados y vistosos, les falta algo de vida. Los efectos, por otra parte, están muy conseguidos y le aportan variedad a los combates. Funciona con mucha fluidez sin importar el número de personajes en pantalla, aunque hemos notado algo de popping y algún que otro bug puntual.

Para meternos más en su mundo tenemos una banda sonora llena de simpatía que le aporta ese toque mágico que busca el juego, haciendo los combates más amenos y divertidos. Los personajes no tienen voces y se limitan a realiizar algunos ruidos conseguidos, mientras que los efectos son de gran calidad y contamos con textos en perfecto castellano.

En definitiva, Plants vs. Zombies: La Batalla de Neighborville utiliza la fórmula que hemos disfrutado en anteriores Garden Warfare, pero haciendo algunos ajustes y añadiendo mejoras que lo vuelven mucho más divertido. Tanto si os gusta jugar en solitario como en compañía, encontraréis multitud de opciones para disfrutarlo, si bien los modos multijugador están mucho más trabajados que la campaña. Creemos que todavía hay margen de mejora, pero los combates, el gran equilibrio entre los dos bandos y su genial sistema de control hacen que nunca nos cansemos de librar batallas.

A poco que os atraiga su propuesta tenéis juego para rato, sobre todo porque hay contenidos muy numerosos que además se actualizan cada semana. Se lanza a un precio muy apetitoso, por lo que sólo os quedará elegir el bando con el que intentaréis conquistar Neighborville.