Análisis de Redeemer: Enhanced Edition
Llega a consolas y PC Redeemer: Enhanced Edition, la versión mejorada del intenso brawler que vio la luz en 2017.


Redeemer: Enhanced Edition es un intenso juego de acción en el que deberéis acabar con multitud de enemigos utilizando los puños, el entorno y las diversas armas que encontraréis por el camino, desarrollándose todo desde una perspectiva aérea cuya cámara se acerca y ralentiza para ver los movimientos más brutales. Lanzado originalmente en Steam en 2017, esta versión cuenta con varias mejoras y novedades, tales como el cooperativo local, nuevas clases de personajes o ajustes en el equilibrio de ciertos niveles.
Su historia se centra en Vasily, un agente de élite adicto a la violencia que una vez trabajó para uno de los mayores fabricantes de armas cibernéticas del mundo. Cuando esta corporación intento convertirlo en uno de sus soldados cyborg en contra de su voluntad, escapó milagrosamente hacia un monasterio aislado, donde durante 20 años trató de encontrar la paz entre sus compañeros monjes. Ahora, la corporación ha encontrado su rastro y se está acercando a su ubicación acabando con todo lo que encuentra a su paso y, al hacerlo, le han dado una última oportunidad de redención.
La trama es bastante simple y no nos ha acabado de convencer, con personajes poco carismáticos con los que es difícil empatizar más allá del protagonista. Está narrada, eso sí, mediante ilustraciones animadas de buena calidad. Sus textos nos llegan en castellano, así que no tendréis ningún problema para seguir el argumento.
Las mecánicas son sencillas, si bien es fácil confundir algunos botones en los primeros compases de la aventura. Aquí tenemos una combinación de puños y patadas, una esquiva rodando por el suelo, el contraataque para cuando los rivales se tornan en una tonalidad rojiza, la posibilidad de sorprenderlos por la espalda para acabar con ellos de un solo ataque y utilizar multitud de armas y objetos que vamos encontrando por el escenario o de los enemigos caidos. Hay armas blancas como los cuchillos, hachas y maderos con los que golpear a los rivales, pistolas con las que atacar a distancia o incluso barriles y sillas que podemos lanzarles, entre muchas otras. Todas ellas tienen una durabilidad, así que os tocará usarlas con cabeza.
Llegado el momento podréis desarmar o desmembrar a los enemigos para utilizar sus propias extremidades como armas de combate cuerpo a cuerpo. Como podéis ver, es un juego de temática adulta, encontrando bastante gore a lo largo de la aventura en forma de sangre y mucha brutalidad. Por desgracia, es un sistema de combate que a la larga se vuelve un tanto tedioso y repetitivo, encontrando algunos picos de dificultad que hacen que no resulte todo lo equilibrado que nos gustaría, tal y como pasaba con la versión original. Eso sí, es muy divertido ir encadenando combos para acabar con ellos mientras lanzamos contraataques, esquivamos o usamos sus armas contra si mismos.
Al usar vuestras habilidades y armas, poco a poco iréis ganando puntos que podréis invertir en mejorar la destreza del personaje con los puños, patadas y armas cuerpo a cuerpo en la sección de monje, o bien con las armas de fuego en la de soldado. A lo largo del juego también encontraréis manuscritos y tablas que mejoran aún más las habilidades del protagonista, estando escondidos a través de los escenarios.
Y hablando de escenarios, aunque no son demasiado amplios, poco a poco veréis que cuentan con diferentes rutas y secretos a descubrir, siendo un placer explorarlos a fondo en busca de nuevos útiles. Nos hubiera gustado que fueran un poco más interactivos, si bien es cierto que hay algunos elementos que os permitirán acabar con los enemigos de formas únicas o lanzándolos fuera de los mismos, como en los acantilados. Además, cuanto más brutal sea la forma en la que acabáis con los enemigos, más recuperaréis la vitalidad del personaje.
Los enemigos, por otra parte, son bastante variados y según avanzamos en la aventura se vuelven más peligrosos. Son muy agresivos si nos localizan, atacándonos cuerpo a cuerpo con sus manos, con armas blancas o a distancia. Es por ello que tenemos dos opciones para enfrentarlos: utilizar el sigilo para acabar con ellos sin ser detectados o bien mediante nuestra destreza en el combate directo.
Toda esta campaña puede jugarse en solitario o, como novedad de la versión mejorada, en cooperativo local para dos jugadores. Es bastante entretenido, sobre todo si nuestro compañero es habilidoso, siendo un verdadero placer ver como caen grandes grupos de enemigos. Pero dicha campaña no es el único modo de juego. También tenemos la Arena, que se irá desbloqueando al avanzar en el juego. En este lugar, donde podréis encontrar diferentes zonas, os enfrentaréis a un determinado número de hordas de enemigos con el fin de obtener la victoria. No es demasiado original y los incentivos por completarlo no son demasiado jugosos, pero se agradece por darle algo más de vida al juego.
La duración de la aventura no está nada mal, aunque hay tramos que parece que se han alargado artificialmente y no nos han entretenido tanto por su lento ritmo. No ofrece demasiada rejugabilidad, pero sí tres dificultades, el modo cooperativo y la Arena que le aportan algo de frescura.
El apartado gráfico es algo irregular, ya que cuenta con personajes bien modelados pero cuyas animaciones son mejorables, con diseños que resultan bastante genéricos y a la larga repetitivos. Los escenarios están algo mejor, con algunos elementos interactivos, variedad de entornos y, en su mayoría, no están mal de tamaño. Es cierto que hay aspectos muy mejorables, pero también que se trata de un título con dos años de antigüedad al que le han hecho un pequeño lavado de cara. Lo que sí nos ha molestado es la transición entre las escenas y la jugabilidad, que sufren pequeños cortes.
En el sonoro tenemos melodías simples pero que acompañan bien a la jugabilidad, efectos que no están nada mal y voces en inglés para los personajes de buena calidad. Los textos, eso sí, nos llegan en completo castellano, así que no tendréis problemas para entender la trama.
Redeemer Enhanced Edition es un juego entretenido que no acaba de despegar, con unas mecánicas que funcionan bien pero que con el paso de las horas se repiten en exceso. Aunque ha mejorado algunos aspectos de la versión original, sigue acarreando sus problemas, como una interfaz poco clara, poca innovación jugable y, sobre todo, un desarrollo que decae a la mitad de la aventura y hace que se sienta alargado artificialmente. De vez en cuando os divertiréis por el simple hecho de acabar con enemigos con lo que tengáis a mano, pero su ritmo lento puede llegar a cansar.
Un título pensado para los seguidores del género que, si bien agrada en los primeros compases, puede resultar algo anticuado en cuanto a mecánicas y desarrollo. Hay que tener en cuenta que sale a precio reducido (19,99€), así que se merece al menos una oportunidad.