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Análisis de Resident Evil 3

Descubre los orígenes del virus T y el desenlace de todo con Resident Evil 3, el nuevo remake de un clásico de Capcom que, como novedad, incluye el título multijugador Resident Evil: Resistance.

Cartel Resident Evil 3
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Resident Evil 3 es la reinvención del juego de terror y supervivencia en tercera persona que se lanzó por primera vez en el año 2000 y utiliza de nuevo el motor RE Engine que tan buenos resultados le ha dado a la compañía. Lanzado como celebración de su 20º aniversario, esta entrega incluye cambios en sus mecánicas y un renovado apartado gráfico para adaptarse a laactualidad, así como otras variaciones y la inclusión de Resident Evil Resistance, del cual os hablamos más adelante.

Su historia nos lleva de nuevo hasta Raccoon City, una región al medio-oeste de los Estados Unidos donde están teniendo lugar una serie de extrañas desapariciones. Para investigar el caso se ha mandado a un escuadrón especial de las fuerzas de policía conocido como S.T.A.R.S., los cuales han determinado que la compañía farmacéutica Umbrella y su arma biológica, el virus T, son los responsables de estos incidentes. Tras perder a varios miembros durante la investigación, Jill Valentine y el resto de supervivientes de S.T.A.R.S. siguen tratando de sacar a la luz la verdad, pero se encuentra con que el mismo depatamento de policía está bajo la influencia de Umbrella, y por ellos sus informes son descartados sin que puedan hacer nada al respecto. Sin embargo, noticias de un inquietante “virus canibal” empiezan a surgir, y perros monstruosos comienzan a ondar las calles. Con la plaga vírica extendiéndose por la ciudad hasta su mismo apartamento, Jill no tiene más remedio que luchar por sobrevivir, pero no sabe que una poderosa unidad enemiga ya ha sido desplegada para matarla.

Este argumento tiene lugar antes y después de los sucesos acontecidos en Resident Evil 2, con momentos realmente interesantes y personajes bien diferenciados que los aficionados reconocerán rápidamente, alternando el protagonismo entre Jill Valentine y Carlos Oliveira a lo largo de la aventura. Lo mejor es que ha sido ampliado con bastantes contenidos que arreglan ciertas lagunas del original y hacen que conecte aún mejor con el resto de la saga, ya sea a partir de la propia trama o determinados documentos repartidos por su mundo. Además encontraréis montones de referencias a otros juegos de la compañía y otros extras, haciendo que sea un placer explorar a fondo los escenarios. Como ya sucediera con su predecesor, nos llega traducido y doblado al castellano.

El juego funciona de forma similar a lo visto en el anterior remake, con unos controles que permiten manejar libremente la cámara, la posibilidad de desplazarnos en cualquier dirección simplemente pulsando hacia ella (en lugar del control tanque del original), correr, dar un paso rápido para esquivar o empujar, interactuar con determinados objetos, utilizar una linterna, apuntar y disparar o utilizar otro tipo de armas. También podemos acceder al inventario para ver lo que llevamos encima, usar algún objeto e incluso combinar determinados útiles, siendo como siempre el espacio limitado, o cambiar de arma con rapidez utilizando el pad direccional. Al ser el inventario tan limitado, la combinación de ciertos objetos y el uso de los baúles son esenciales a lo largo de la aventura, teniendo que saber gestionar cada hueco de los mismos.

Es un juego donde predomina mucho la acción, bastante más que en el anterior título, encontrando abundante munición repartida por los escenarios, pólvora para poder crearla y un armamento más contundente. Esto se refleja también en los zombis y criaturas, que son más variadas y resultan más resistentes que lo visto en el anterior juego, teniendo que utilizar en ocasiones el cuchillo para intentar rematarlos cuando se encuentran en el suelo. No quiere decir que no siga habiendo puzles, pero están mucho más simplificados y se centran demasiado en la exploración y la observación.

Los escenarios nos han gustado mucho, con montones de lugares a visitar, puzles a resolver para conseguir determinadas armas u objetos, recetas ocultas en documentos, elementos que podemos romper, información interesante sobre su universo y las referencias a otros juegos de la compañía. Hay algunas localizaciones del anterior juego y, aunque en general está bastante bien, pensamos que podían haber aprovechado para añadir algunos extras más, sobre todo porque se han excluido ciertas zonas del original. También hay una serie de coleccionables en forma de muñecos cabezones que debemos destruir.

A lo largo de nuestro viaje, como no podía ser menos, aparece Nemesis, un arma biológica tremendamente ágil e inteligente que no dudará en acabar con nosotros con todos los medios que estén a su alcance. Nunca se sabe por donde puede aparecer, lo que despierta en nosotros la constante sensación de tensión al no sentirnos seguros en ninguna parte. Por si fuera poco, esta criatura irá evolucionando para aumentar aún más la sensación de peligro y hay alguna que otra secuencia que os pondrá los pelos de punta.

En cuanto a duración, la aventura principal puede completarse en unas cinco horas, un tiempo que se nos antoja algo escaso. Eso sí, hay varias dificultades (con una extra al completar la campaña) o coleccionables que le añaden algo de rejugabilidad, así como más trajes para los protagonistas, útiles, armaduras especiales y una completa galería que es un placer visualizar. Lo mejor es que incluye un multijugador independiente, en sustitución del clásico modo Mercenarios, llamado Resident Evil: Resistance del que os hablamos más adelante.

Del apartado gráfico poco podemos decir que no sepáis ya, volviendo a hacer un trabajo espectacular con el RE Engine. Los personajes y criaturas están genialmente modelados y animados, los escenarios son amplios, variados y están cargados de detalles, mientras que los efectos están a un gran nivel. Hay algunos fallos notables, como zombis que se mueven a una tasa de fotogramas baja cuando están a bastante distancia, pero lo compensa con muchas otras virtudes. Funciona con fluidez a pesar de no librarse de alguna pequeña caída puntual.

En el sonoro tenemos geniales melodías y, sobre todo, una ambientación de lujo que sabe como mantenernos en tensión en todo momento y que, junto a los efectos, nos indican la posición de los enemigos. Las voces y los textos nos vuelven a llegar en completo castellano, aunque por el camino se han perdido los acentos que hacían que ciertos personajes tuvieran más personalidad.

Por otro lado, Resident Evil: Resistante es un modo multijugador asimétrico en el que cuatro jugadores manejan a supervivientes y se enfrentan a otro que es el cerebro, teniendo unos que intentar escapar del lugar en un tiempo determinado y el otro evitarlo colocando toda clase de enemigos, obstáculos y manejando ciertos elementos del escenario. Los personajes que aparecen en este multijugador son completamente nuevos y cada uno tiene una función dentro del juego, siendo su control muy similar a lo visto en el juego principal pero con más peleas cuerpo a cuerpo. Por su parte, cerebro puede invocar zombis a través de cartas, colocar trampas e incluso manejar a algunas de las criaturas más emblemáticas de la saga.

Al final, si los supervivientes quieren conseguir su objetivo, todos tienen que colaborar, por lo que en general nos ha resultado más divertido ser cerebro si jugamos con otros jugadores aleatoriamente. Como no podía ser menos, podemos ir desbloqueando nuevas habilidades tanto para los supervivientes como para cerebro, así como elementos estéticos a conseguir con el dinero del juego y a través de cajas de botín. Hay micropagos, pero sólo para obtener potenciadores que faciliten ganar partidas y, en definitiva, dinero con más facilidad.

Como conclusión, Resident Evil 3 recicla algunos de los elementos del anterior juego para ofrecernos un título con una jugabilidad muy buena, una narrativa mejor llevada que en el original, escenarios amplios a recorrer cargados de secretos o una ambientación espectacular. Hay ciertos aspectos que no nos han acabado de convencer, como la duración, ciertos recortes o que no se haya aprovechado la ocasión para incluir más contenidos, pero es comprensible teniendo en cuenta el margen que ha habido desde el remake de Resident Evil 2 hasta esta entrega. Como añadido, incluye Resident Evil: Resistance, que promete montones de horas extra de juego.

Aún con sus defectos, estamos ante una aventura que, al igual que el original en su momento, nos ha enganchado de principio a fin, dando más protagonismo a la acción que veríamos en entregas posteriores.