Análisis de Reverie Sweet As Edition para Nintendo Switch
Salva una isla en peligro con Reverie: Sweet as edition, la versión para Nintendo Switch del título creado por Rainbite Limited.


Reverie: Sweet as edition es una aventura cargada de acción y puzles con pequeños tintes de rol que utiliza gráficos con sprites para darle un toque retro, inspirándose en clásicos como la saga The Legend of Zelda o Earthbound. Anteriormente ha sido lanzado en otras plataformas, más concretamente en PlayStation 4, PSVita o PC, incorporando esta nueva versión algunos ajustes y novedades para mejorar la experiencia.
Su historia nos habla sobre el Tai, un joven que viaja con su madre hacia Toromi Island (un lugar ficticio de Nueva Zelanda) con el fin de pasar las vacaciones con sus abuelos. Mientras llegaban, su madre le cuenta la leyenda sobre la isla donde, hace mucho tiempo, Heke y sus tres hermanos salieron a navegar con el fin de volver con una canoa llena de pescado. Incapaces de pescar nada, los tres hermanos de Heke se rindieron y se fueron a dormir, pero Heke siguió insistiendo. Al final notó que el sedal se tensaba, así que tiró con fuerza y consiguió sacar a flote Toromi Island del fondo del mar.
Consumidos por la envidia, sus hermanos lo arrojaron por la borda, haciendo que Heke los maldijera a una eternidad de conflictos en la que no podrían evitar querer ganar siempre en todo, mientras él se hundía irremediablemente. Poco después los hermanos fueron atrapados por una gran tormenta que los llevó hasta Toromi Island, quedando su canoa destruida. Pasaron semanas caminando sin rumbo fijo para tratar de escapar de la árida isla, pero al final el hambre les venció. Hoy en día se dice que sus almas siguen vagando por las profundidades de la isla, interrumpiendo la paz y la tranquilidad de la naturaleza. Esto hace que nuestro protagonista quiera saber si la leyenda es cierta, así que pronto se ve inmerso en esta gran aventura.
Esta trama se inspira en la leyenda de Maui y el Pez Gigante, donde un semidiós pesca la Isla del Norte con un anzuelo poderoso. Es entretenida y está bien contada, aunque no esperéis nada espectacular. Sus personajes no tienen demasiada personalidad, centrándose la mayor parte de la aventura en su jugabilidad. Al menos los textos nos llegan en completo castellano, con alguna que otra pequeña errata.
Las mecánicas os resultarán muy familiares a aquellos que hayáis jugado a los primeros títulos de la saga The Legend of Zelda. Aquí tenemos un botón para atacar, otro con el que rodar y la posibilidad de utilizar objetos que conseguimos a lo largo de la aventura, ya sean de curación u otras herramientas que nos ayudan en combate, para explorar y a la hora de resolver los puzles. Estos controles funcionan muy bien y son intuitivos, incluyendo además una barra de vitalidad que podemos aumentar a lo largo de la aventura.
Hay enemigos de varios tipos, si bien no tienen patrones de ataques complejos que sean complicados de derrotar, así que una vez hayáis encontrado sus puntos débiles no tendréis demasiados problemas para avanzar. Al menos se agradece que estos formen parte de algunos de los puzles y que vengan en grandes grupos para complicar un poco más la tarea. Lo mismo ocurre con los jefes que, aunque nos han sorprendido algunos de sus diseños, en general son bastante sencillos de derrotar por no tener movimientos demasiado complejos.
Los escenarios, por otra parte, son amplios y esconden muchas zonas secretas. Quizás al principio parezca que nos ofrecen mucha libertad, pero en realidad hay un camino prefijado por el que avanzamos hasta dar con la mazmorra adecuada, obtener una nueva herramienta y así llegar hasta una localización distinta, con un mapa que podemos consultar para ver donde se encuentra el siguiente objetivo.
Las mazmorras, por su parte, en general están muy bien diseñadas, cuentan con montones de enemigos a derrotar y están cargadas de trampas que debéis sortear si no queréis morir. En ellas encontraréis el típico mapa para guiaros y llaves que os abrirán nuevos caminos, para finalmente dar con la de la puerta que os lleva hasta el jefe de la zona. Éstas amplian su tamaño a lo largo de la aventura, así que los teletransportadores que encontraréis en ellas son muy importantes, ya que pueden llevaros hasta el jefe final desde la entrada en caso de que el protagonista muera.
Pero lo mejor de todo son los puzles, que siempre sorprenden con sus ingeniosos desafíos. No os costará demasiado resolverlos, ya que normalmente juegan con los útiles que hemos conseguido, las palancas, botones y enemigos, pero nos han gustado por su gran diversidad. Nunca se nos han hecho aburridos y han conseguido que el desarrollo de la aventura sea muy ameno. La mayoría de ellos se encuentran dentro de las mazmorras, si bien hay algunos más sencillos para el mapa principal.
Es un título bastante sencillo si estáis acostumbrados al género, por lo que se ha añadido una dificultad extra llamada Pesadilla que os pondrá las cosas bastante más complicadas en esta versión, aunque antes os toca desbloquearla. Hay otras novedades, como un nuevo minijuego, una rueda de selección rápida de objetos, más diálogos para los NPC, gráficos actualizados o un sistema de sellos (que vienen a funcionar como trofeos en el juego), haciendo que en general la experiencia sea más satisfactoria.
La duración de la aventura no está nada mal (da para unas diez horas), con seis mazmorras a completar y un mapa donde siempre nos señalan el siguiente objetivo, ofreciendo muchos secretos, la dificultad extra y otra sorpresa tras completar el juego que le añaden algo de rejugabilidad. Como coleccionables tenemos veinte plumas de ave que poco a poco archivamos en un libro que se encuentra en la habitación de Tai en casa de sus abuelos y que siempre podemos consultar. Normalmente están a la vista, pero otras veces debemos realizar pequeñas tareas para que nos las den.
El apartado gráfico del juego en general nos ha gustado a pesar de su simpleza. El mapa cuenta con ocho zonas bien diferenciadas por su climatología y estructura que se dividen en pequeñas pantallas sin cargas entre ellas, mientras que los personajes cuentan con diseños simpáticos y están bien animados, todo ello utilizando los clásicos sprites. Quizás hemos echado en falta algo más de innovación en este sentido, pero no tenemos demasiadas quejas sobre él, funcionando además con mucha fluidez.
En el sonoro tenemos melodías con temas llamativos y que en ocasiones resultan pegadizos, junto con efectos cuidados que la aportan vida a su mundo. Los personajes no cuentan con voces, aunque se agradece, eso sí, que todos los textos del juego nos lleguen en completo castellano.
Como conclusión, Reverie: Sweet as edition os gustará por su adictiva jugabilidad y los puzles, algo que hereda directamente de otros clásicos del género. Su dificultad está bien medida y la historia no está nada mal, siendo lo mejor del juego sus mazmorras, que no dejan de sorprender a lo largo del desarrollo por sus divertidos desafíos y con pequeños ajustes para esta versión que hacen que en general sea más satisfactorio.
Si os atraen las aventuras donde la acción y los puzles predominan estáis ante una buena opción, siempre y cuando no os preocupe su falta de originalidad.