Análisis de RIDE 3
La exitosa franquicia de conducción sobre dos ruedas de Milestone regresa con Ride 3, que aporta novedades interesantes para hacer que el título sea mucho más disfrutable.


Ride 3 es un simulador de motociclismo en el que se ha mejorado la experiencia ofreciendo más realismo, una gran personalización y multitud de contenidos, convirtiéndose en una enorme enciclopedia para los amantes de la disciplina por la cantidad de motos y componentes licenciadosque incluye. Los cambios más grandes son especialmente notables en su jugabilidad donde, a pesar de seguir con algunos problemas, se ha vuelto mucho más satisfactorio.
Las mecánicas son muy parecidas a las de pasadas entregas, con un botón para acelerar, otro para frenar o, si cometemos algún error, la posibilidad de rebobinar hasta poder corregir el fallo. Al principio cuesta acostumbrarse un poco, pero pronto descubriréis que sus controles son ahora más precisos y la sensación de velocidad muy buena, con la posibilidad de activar ayudas para adaptarse a todo tipo de jugadores. Además se puede cambiar la perspectiva para pilotar como más os guste.
Sigue acarreando algunos problemas, especialmente en las físicas, produciéndose accidentes extraños al contactar con otros pilotos y también en situaciones un tanto inverosímiles cuando zigzagueamos por la pista. Ha mejorado respecto a otros juegos de la saga y al menos ahora se deja jugar, pero no esperéis un cambio espectacular. Tampoco ayuda una IA con un comportamiento prefijado que la lleva a ir siempre por un tramo de la pista, aunque al menos el nivel competitivo que ofrecen en las dificultades más altas sí que resulta satisfactorio.
En total contamos con siete categorías en las que competir, cada una con montones de pruebas a nuestra disposición y para las que necesitamos motos específicas: Endurance, Naked, Cafe Racer, Superbike, Sportbike, Supermoto y Maxi Enduro. El catálogo de motos asciende hasta un total de 241 procedentes de 30 fabricantes diferentes entre los que se encuentran Honda, Yamaha, Kawasaki o BMW entre otras, y además podemos adquirir otras nuevas mediante contenido descargable, ya sea gratuito o de pago.
Uno de los aspectos más destacados de esta entrega es la personalización, pudiendo hacernos ahora con más de 500 componentes para las motos que hayamos comprado. Esto hace que poco a poco mejoremos su rendimiento, pero también su aspecto con montones de elementos de decoración que le darán ese toque único que buscan los pilotos. Lo mejor es que nuestras creaciones pueden ser compartidas con otros jugadores, así como descargar las que hayan creado ellos con el potente editor, encontrando aquí algunas de una gran belleza. También podéis personalizar a vuestro personaje eligiendo su cara, traje de casa, de carreras, su estilo de pilotaje, el número que lleva y sus datos personales, aunque no esperéis algo tan complejo en este sentido.
En cuanto a trazados, esta nueva entrega incorpora 12 completamente nuevos para hacer un total de 30. No todos están al mismo nivel, pero hay algunos tan emblemáticos como Laguna Seca o Monza que han sido perfectamente recreados. Comentar que hay algunos que cuentan con variaciones de día y noche o incluso con efectos climáticos como la lluvia que afectan directamente a la conducción, haciendo que la experiencia mejore por su variedad de situaciones.
Los modos de juego, por otra parte, se dividen en cuatro partes bien diferenciadas: Carrera, Modos rápidos, Multijugador y Retos semanales. La Carrera viene a ser la típica campaña, donde tenemos que competir en diferentes categorías para labrarnos una reputación que nos permita obtener más dinero, comprar nuevas motos, adquirir mejoras y, en consecuencia, ganar carreras y desbloquear nuevas pruebas mediante las estrellas conseguidas. Es muy divertida, larga y variada, con una dificultad muy bien ajustada que os hará pasar montones de horas jugándola.
A continuación tenemos los Modos rápidos, que a su vez se dividen en Carrera rápida, donde seleccionamos una moto, circuito y las opciones de carrera para pasar directamente a la competición; Contrarreloj, con las mismas opciones que el anterior pero para intentar superar tiempos; y Carrera de aceleración, que se centra en competir en tramos rectos donde tenemos que acelerar a tope y centrarnos en los cambios de marcha. Son bastante entretenidos y además os servirán para seguir aumentando vuestra reputación, lo que invita a jugarlos de vez en cuando.
El Multijugador en esta ocasión es solamente online, pudiendo crear carreras y torneos para hasta 12 jugadores con emparejamientos automáticos. Es una pena que se vea lastrado por un sistema de búsquedas un tanto deficiente y que sea tan poco estable en las partidas, algo que prometía ser muy divertido. Tampoco entendemos la ausencia del multijugador local a pantalla partida, así que ahora os tocará jugar con vuestros amigos mediante la conexión a internet.
Por último están los Retos semanales, una serie de desafíos online que irán cambiando cada cierto tiempo y os permitirán conseguir más dinero y reputación. No son demasiado originales, pero se agradece su incursión por alargar considerablemente la vida útil del juego.
En cuanto a duración, estamos ante un título con multitud de pruebas en las que competir, motos y componentes a conseguir, y elementos de personalización que os mantendrán enganchados durante mucho tiempo. Es muy rejugable y, además, incluye un Modo Foto muy trabajado en el que pasar muchas horas preparando capturas para compartirlas con la comunidad.
Su apartado gráfico ha dado un salto muy notable, por lo que el cambio de motor gráfico (que ahora utiliza el Unreal Engine 4) le ha sentado bien. Las motos y pilotos están mejor modelados, las pistas son mucho más fieles a las reales y están mejor cuidadas, y efectos como la iluminación o la lluvia hacen que todo luzca mucho mejor. Sigue fallando, aunque de forma menos notable, en las físicas, algo que esperamos sea corregido en futuras entregas. Funciona de manera estable a 60 fotogramas por segundo, pudiendo elegir en las versiones avanzadas de las consolas si queremos priorizar el rendimiento o la resolución.
El sonoro no está al mismo nivel, con melodías que, a pesar de no ser malas, se repiten en exceso por la poca variedad de temas. Los efectos tampoco llegan a destacar, siendo los sonidos de las motos buenos pero no todo lo realistas que nos gustarían. Lo mejor es que tanto los textos como las voces nos llegan en completo castellano.
Como conclusión, Ride 3 es un título que ha sabido corregir algunos de los fallos de pasadas entregas para ofrecer un título que ofrece diversión por encima de todo. El catálogo de pruebas, motos y circuitos es muy amplio, haciendo que cualquier aficionado al motociclismo quede encantadado y pueda disfrutar del juego durante mucho tiempo. Tiene que mejorar su sistema de físicas, la inteligencia artificial de los rivales y ofrecer un multijugador más completo, pero por lo demás nos ha gustado mucho.
Si estáis buscando un buen juego de motociclismo estáis ante una gran opción, sobre todo si tenemos en cuenta la escasez de títulos que hay de esta temática ahora mismo en el mercado.