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Análisis de Saints Row: The Third - Remastered

Nueve años después de su lanzamiento original y tras su reciente llegada a Nintendo Switch, Saints Row: The Third regresa con una remasterización que mejora notablemente sus gráficos y añade los contenidos descargables lanzados previamente.

Cartel Saints Row The Third Remastered
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Saints Row: The Third - Remastered es, al igual que el original, un juego de acción en tercera persona que se desarrolla en un mundo abierto, pero esta vez con un lavado de imagen que hace que se sienta más actual. Esto incluye una ciudad que ha sido retexturizada, armas remodeladas, coches rediseñados, la transformación de ciertos escenarios, los modelados de los personajes e incluso los efectos, cuyo punto más destacable es la iluminación. Por si todo esto fuera poco, también incluye de serie las expansiones con tres conjuntos de misiones y los más de 30 contenidos descargables que se lanzaron en su momento, los cuales también han sido completamente remasterizados.

El argumento sigue siendo el mismo, situándose años después de la conquista de Stilwater, donde los Saints de Third Street han pasado de ser una banda callejera a una famosa marca que cuenta con zapatillas, bebidas e incluso muñecos cabezones de Johnny Gat en las tiendas. Los Saints se han convertido en los reyes de Stilwater y, como tales, no han pasado desapercibidos. El Sindicato, una legendaria hermandad criminal cuyos tentáculos se extienden por todo el mundo, se han fijado en los Saints y exigen un tributo. Tras negarse a hincar la rodilla ante ellos, comienzan una lucha en Steelport, una orgullosa metrópolis convertida en ciudad del pecado bajo el control del Sindicato.

No esperéis nada demasiado profundo, pero se hace muy entretenida al estar llena de momentos realmente absurdos y toda la locura que caracteriza a la saga, con conversaciones extravagantes y algunos giros inesperados que siguen despertando nuestro interés. Es algo que disfrutarán más aquellos que no la conozcan, con un tono adulto que hace que no sea apto para todos los públicos. Lo mejor es que volvemos a contar con textos en castellano para que no tengáis problemas a la hora de seguir la trama o comprender su funcionamiento.

Al igual que ocurriera con el original, nada más comenzar nos toca elegir entre una de las tres dificultades disponibles: informal, normal y duro, estando bastante bien ajustadas según la habilidad de cada jugador. Después pasaréis a la creación del personaje, encontrando montones de opciones para que podáis crear uno que se adapte a vuestros gustos.

Los controles son bastante intuitivos, con la posibilidad de desplazarnos en la dirección que queramos, saltar, agacharnos, apuntar, disparar, realizar ataques cuerpo a cuerpo o utilizar una rueda de selección de armas, así como participar en algún que otro QTE. Como siempre, también podemos utilizar todo tipo de vehículos que vemos por los escenarios, ya sea coches, motos, aviones o incluso tanques que nos permiten sembrar el caos por toda la ciudad.

Algo que no nos ha terminado de convencer es que no se haya aprovechado la ocasión para hacer algunos ajustes en sus mecánicas, donde dichos controles que se sienten pesados al desplazarnos tanto a pie como en vehículos y sigue sin incluirse un sistema de coberturas que tan bien le sentaría a los tiroteos. Tampoco ayuda que no se hayan hecho ajustes en el sistema de apuntado, el cual a veces se ve empeorado por una cámara que en ocasiones entorpece la acción al situarse tras los personajes.

Las armas siguen siendo muy variadas y disparatadas, tenemos desde las clásicas pistolas y ametralladoras hasta misiles que lanzamos a través de una señal de satélite, un lanza tiburones o un consolador con el que podemos dañar a los enemigos mientras son humillados. Siempre es un placer ir descubriendo otras nuevas y mejorándolas, haciendo que, por ejemplo, podamos llevar más munición o hacer un daño mayor con ellas. Eso sí, no esperéis diferencias en el peso de las de fuego, siendo en este sentido muy limitado.

No queremos olvidarnos de las grandes posibilidades de personalización que hay para nuestro personaje. Más allá del editor del comienzo del juego encontraréis montones de trajes y accesorios para llevar a un personaje a vuestro gusto, encontrando de serie en esta remasterización todos los contenidos descargables que se lanzaron en su momento, los cuales también han sido remasterizados.

En general no hay grandes cambios respecto a lo visto en el título lanzado en 2011, con misiones muy variadas que saben como mantenernos entretenidos y tareas opcionales que siempre es un placer descubrir, siendo éstas últimas las más divertidas de todo el juego. Al completarlas, poco a poco aumentará nuestra reputación, lo que a su vez permite acceder a nuevas mejoras que después nos toca comprar con el dinero obtenido.

Como ya ocurriera con el original, contamos con algunas modalidades más aparte de la campaña principal. En primer lugar tenemos la Campaña Cooperativa, en la que pueden participar dos jugadores de manera local u online, con varios parámetros a modificar que permiten crear una partida a nuestro gusto, tales como si queremos recibir o no fuego amigo. No hay pantalla partida, así que es necesario que otro jugador tenga la consola y el juego para poder disfrutarla juntos.

Después está el Modo Hordas, que puede jugarse individualmente o en cooperativo local u online. Como su propio nombre indica, aquí nos enfrentamos a montones de hordas enemigas diferentes bajo unas condiciones. Al principio es entretenido por descubrir todas sus posibilidades, pero poco a poco tendréis la sensación de repetición y veréis cómo se complica todo por tener un sistema de apuntado que no funciona del todo bien.

En cuanto a duración, su campaña dura aproximadamente unas 15 horas, si bien a poco que os dediquéis a completar tareas secundarias aumenta considerablemente, siendo altamente recomendables. También hay que añadirle los secretos, el modo hordas y las misiones de expansión que han sido incluidas de serie en esta versión, las cuales también han recibido mejoras visuales.

Pero el cambio más notable lo encontraréis en el apartado gráfico, encontrando mejores modelados para los personajes, texturas más cuidadas en los escenarios, armas remodeladas o vehículos rediseñados. Lo más destacable es el nuevo sistema de iluminación, que le aporta mucha más vida a la ciudad junto con un mayor número de elementos en pantalla. Aún tiene margen de mejora en algunos aspectos, como las animaciones, el popping, pequeñas caidas puntuales en el rendimiento o ciertos bugs, pero creemos que las mejoras añadidas son suficientes para tratarse de una remasterización.

El sonoro no ha recibido grandes variaciones, encontrando una gran cantidad de melodías de gran calidad entre las que elegir a través de las emisoras, un doblaje en inglés que cumple y textos en castellano para acompañar las diferentes conversaciones. Hemos notado que a veces la sincronización de estos textos no está demasiado bien, desapareciendo algunos rápidamente sin que apenas podamos verlos o directamente no apareciendo en las conversaciones que tienen lugar cuando estamos jugando.

Como conclusión, Saints Row: The Third - Remastered es, para lo bueno y lo malo, muy similar a la versión original, pero con un lavado de cara gráfico bastante notable en el que destaca sobre todo un sistema de iluminación mucho más vistoso. Las mecánicas jugables son muy similares a lo visto en el género, pero con unos controles que actualmente se sienten algo toscos y un sistema de apuntado mejorable. Se agradece, eso sí, que siga teniendo unas misiones tan disparatadas y divertidas, además de añadir de serie los contenidos descargables que se lanzaron en su momento, todos con sus respectivas mejoras gráficas.

Los que no disfrutaron de esta aventura, encontrarán en esta remasterización un buen motivo para descubrir la saga, aunque esperabamos algún que otro cambio más allá del lavado de cara.