Análisis de Saints Row The Third - The Full Package
La saga Saints Row llega por primera vez a la híbrida de Nintendo con Saints Row: The Third – The Full Package, la entrega definitiva de uno de los juegos más queridos de la franquicia.


Saints Row: The Third – The Full Package es un juego de acción en tercera persona que se desarrolla en un mundo abierto, llegando ocho años después de su lanzamiento original a Nintendo Switch para poder disfrutar de esta bizarra aventura en cualquier parte. Esta versión incluye el juego original más todos los contenidos descargables que fueron lanzados en su momento, lo que nos deja tres paquetes de misiones y más de 30 objetos descargables, a escepción del Bloodsucker Pack y el Unlockable Pack, los cuales rompían el equilibrio del juego.
Su historia se sitúa años después de conquistar Stilwater, donde los Saints de Third Street han pasado de ser una banda callejera a una famosa marca que cuenta con zapatillas, bebidas e incluso muñecos cabezones de Johnny Gat en las tiendas. Las Saints se han convertido en los reyes de Stilwater y, como tales, no han pasado desapercibidos. El Sindicato, una legendaria hermandad criminal cuyos tentáculos se extienden por todo el mundo, se han fijado en los Saints y exigen un tributo. Tras negarse a hincar la rodilla ante ellos, comienzan una lucha en Steelport, una orgullosa metrópolis convertida en ciudad del pecado bajo el control del Sindicato.
No encontraréis cambios en su argumento, así que podréis seguir disfrutando de una trama llena de locuras tremendamente entretenida, con conversaciones extravagantes y multitud de sorpresas. Utiliza un tono adulto, con muchas referencias al sexo, alcohol o las drogas, lo que hace que no sea apto para todos los públicos. Eso sí, os podemos asegurar que no pararéis de reir a lo largo de la aventura.
Sus mecánicas tampoco han cambiado, sintiéndose en algunos aspectos muy atrasado respecto a otros títulos actuales de acción en mundo abierto. Y es que tenemos unos controles un tanto toscos al andar o conducir los diferentes vehículos, especialmente si utilizamos los joy-con, y seguimos sin contar con un sistema de coberturas, algo tan simple y que hubiera cambiado la aventura por completo. Si a ello le sumamos un sistema de apuntado que no está bien ejecutado, tenemos un apartado muy mejorable en varios aspectos, algo que se nota especialmente en las dificultades más altas.
Al menos se agradece que las misiones sean tan divertidas, no tardando demasiado en completar varias a la vez. Quizás no estén demasiado bien estructuradas y no sorprendan en la actualidad debido a la gran cantidad de títulos de mundo abierto disponibles, pero saben entretener. Pero la mejor parte se las llevan las tareas secundarias, que irán apareciendo por el mapa y os permitirán participar en misiones alocadas que os llevarán a destruir partes del mundo o engañar al seguro provocando falsos accidentes, entre muchas otras.
Comentar también que la personalización sigue estando muy presente, pudiendo elegir al poco tiempo de comenzar la aventura su aspecto, sexo, raza, complexión, piel, máscara corporal, edad y atractivo, para posteriormente alterar la cara, cabello, maquillaje y personalidad. Lo mejor es que a lo largo del juego podréis seguir cambiando su estilo con montones de complementos, aún más que el original por incluir de serie todos los contenidos descargables.
Algo similar ocurre con las armas, donde encontraréis un gran elenco entre el que elegir y en el que, además de las clásicas pistolas, ametrallodoras y demás, tendréis algunas tan inesperadas como un consolador enorme. Es una pena que las de fuego se manejen todas de forma muy similar, no sintiendo su peso y, como ya hemos comentado, tenga un sistema de apuntado tan ortopédico.
A lo largo del juego también manejaréis multitud de vehículos repartidos por la ciudad tales como aviones, coches o incluso tanques que, al igual que el resto de apartados, son personalizables. Es cierto que el manejo de los mismos es muy mejorable, pero al menos podréis sentir la libertad de viajar en ellos y el gran poder destructivo de algunos.
Además de la campaña, tenemos otras modalidades que, sin ser nada espectaculares, al menos aportan algo de variedad al juego. La primera de ellas es la campaña cooperativa, en la cual podrán participar hasta dos jugadores de manera local u online, pudiendo incluso elegir la privacidad y si podemos recibir fuego amigo. Eso sí, el cooperativo no es a pantalla partida, así que necesitaréis otra consola y otro juego para poder participar.
Por otro lado está el modo Hordas, donde podréis jugar en solitario o en compañía de forma local u online. En este lugar os enfrentaréis a oleadas de enemigos de distintas características bajo unas condiciones determinadas, como utilizar un arma concreta o tener que recoger ciertos útiles si queréis sobrevivir. Es entretenido, pero a la larga se hace algo repetitivo y los controles pueden llegar a frustrar según avancéis.
La duración de la campaña ronda las 15 horas, tiempo al que hay que sumarle las tareas secundarias, los secretos y el resto de modalidades, superando entonces fácilmente las 50. Además es bastante rejugable por ofrecer formas diferentes de afrontar algunas misiones.
El apartado gráfico destaca por sus diseños y por tener una paleta de colores muy viva en determinadas situaciones. Es cierto que no ha envejecido bien, sintiéndose los personajes bien modelados pero con animaciones algo bruscas, teniendo escenarios amplios que no están demasiado bien estructurados y algunas físicas muy mejorables. Aún así, cumple sobradamente para tratarse de una portátil. Lo peor viene dado por la gran cantidad de bugs, de los cuales encontraréis montones a lo largo del juego y pueden llevar al traste algunas misiones, y las ralentizaciones, que afectan directamente a la jugabilidad cuando hay mucho revuelo.
En el sonoro tenemos una gran variedad de melodías de gran calidad entre las que podéis cambiar fácilmente en las emisoras, un doblaje en inglés con un buen trabajo por parte de los actores y actrices, y textos en castellano. La parte negativa está en que estos textos sólo aparecen durante las escenas, desapareciendo inexplicablemente a lo largo del juego cuando los personajes conversan entre sí.
Como conclusión, esperábamos algo más de esta versión de Saints Row: The Third – The Full Package. A pesar de contar con montones de contenidos y el añadido de poder jugar en cualquier parte gracias a las posibilidades de la consola, todo se ve lastrado por bugs que pueden acabar con el progreso en una misión, molestas ralentizaciones y, aunque es menos importante, controles toscos que no han envejecido demasiado bien.
Es una pena, porque apuntaba maneras y hay muy pocos títulos de esta índole en Nintendo Switch, pero el nulo trabajo de optimización y el no actualizar ciertas mecánicas puede hacer que la experiencia no esté a la altura. Aún así, su historia y las misiones siguen siendo adictivas, especialmente para aquellos que nunca han probado la saga.