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Análisis de Sakuna: Of Rice and Ruin

Viaja hasta la isla de los demonios y ayuda a una familia humana a prosperar en Sakuna: Of Rice and Ruin, la nueva aventura del equipo de desarrollo Edelweiss.

Cartel Sakuna Of Rice and Ruin.jpg
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Como ya os adelantamos en nuestras impresiones, Sakuna: Of Rice and Ruin es un juego que mezcla de manera consistente dos géneros como son la acción y el plataformeo de desplazamiento lateral con la simulación agrícola, ofreciendo un producto interesante y a la vez bastante original. Desarrollado por Edelweiss, un equipo compuesto de tan solo dos personas (lo cual sorprende aún más dado el resultado), en colaboración con Marvelous, estamos ante una aventura que nos obliga a viajar por una isla en busca de ingredientes y materiales, derrotar a montones de enemigos, resolver puzles y trabajar el campo de cultivo para prosperar, encontrando montones de secretos en cada zona que nos invitan a volver a ellas en un futuro.

Su historia nos lleva hasta el Alto Reino, donde un grupo de agotados y desnutridos humanos buscan cruzar el puente que los lleva hasta el reino de los dioses. En su camino no tardan en conocer a Sakuna, una joven diosa de la cosecha caprichosa y malcriada que habita en este lugar y avisa al grupo de que no pueden seguir avanzando, por lo que deberán retroceder y volver a su hogar. En un descuido de Sakuna y movidos por la desesperación, los humanos siguen su camino hasta llegar al lugar y comer los alimentos que allí encontraron, pero la pequeña y ruidosa diosa no iba a permitirlo, provocando sin querer un desastre sin precedentes en el lugar. Esto hace que Kamuhitsuki, una diosa más experimentada, exilie a Sakuna y a los humanos a la Isla de los Demonios, donde deberán aprender a cooperar para salir adelante y para que Sakuna pueda recuperar su rango de diosa.

Esta trama está bastante bien narrada y resulta interesante, especialmente por lo genialmente diseñados que están sus personajes, los cuales son entrañables y van mejorando su personalidad y arrojo a lo largo de la aventura. Hay momentos para todo, ya sean emotivos como otros llenos de humor, haciendo que su desarrollo nunca caiga en la monotonía y siempre queramos seguir avanzando. Tal y como os avanzamos, todos los textos del juego se encuentran en inglés, así que para poder entender la historia, su funcionamiento y las misiones que nos otorgan es necesario tener un buen nivel en el idioma.

El juego cuenta con dos partes diferenciadas en lo que a mecánicas se refiere. Por un lado tenemos la de juego de acción y plataformas de desarrollo lateral con algunos puzles, y por otro la de simulador agrícola, siendo una combinación un tanto extraña pero que en la práctica funciona realmente bien. Aquí contamos con un mapamundi desde el que podemos viajar a diferentes zonas, necesitando mejorar nuestro nivel de exploración para desbloquear nuevos lugares a visitar cumpliendo diferentes tareas en las localizaciones que podemos visitar, pasando poco a poco los días y las noches mientras suceden eventos de la historia.

Al visitar mazmorras podemos encontrar zonas en las que sólo recolectar materiales u otras en las que debemos combatir enemigos, jefes, superar obstáculos, zonas de plataformeo, trampas y puzles para poder progresar y cumplir con las distintas tareas que nos encomiendan, todo ello mientras también cogemos ingredientes, materiales e incluso equipamiento. Ambas partes se desarrollan lateralmente, pudiendo desplazar libremente a Sakuna, saltar, crear combos de ataques fuertes y ligeros con las diferentes direcciones del pad y utilizar el ropaje divido de nuestra protagonista para adherirnos a determinadas superficies y como ayuda en el combate. Podemos llevar hasta cuatro habilidades de lucha y otras cuatro de los ropajes divinos y, aunque al principio las posibilidades no son demasiado amplias, poco a poco veréis como se vuelve una gran guerrera llena de movimientos de combate. Pero cuidado, el agotamiento puede hacer que se vuelva poco efectiva.

Por este motivo, de vez en cuando debemos volver a nuestra base, un lugar seguro y libre de criaturas en el que todo se desarrolla de manera tridimensional y nos dedicamos a la agricultura. Aquí podemos conseguir objetos, conversar con los humanos que comparten nuestra aventura, aceptar misiones, alimentarnos, descansar o ver cómo poco a poco se desarrolla la zona con nuevos puestos que amplían nuestras posibilidades de desarrollo. También podemos preparar diferentes menús de comida que proporcionan bonificaciones interesantes.

Pero lo más interesante en este lugar es la parte que funciona como simulador agrícola, que nos obliga a trabajar el terreno, plantar semillas de arroz, abrir compuertas que dejan entrar o salir el agua, poner abono o quitar las malas hierbas, entre otras tareas. Una vez que crece nuestra plantación, nos toca cortarla, recogerla, ponerla a secar y molerla con distinta intensidad según lo que queramos conseguir. Al principio es un proceso un tanto pesado, pero a lo largo de la aventura se consiguen nuevas habilidades, herramientas y la ayuda de otros personajes que facilitan el proceso. Además no se trata de una tarea secundaria, al contrario, cuando terminamos el proceso se nos recompensa con una gran cantidad de experiencia y, dependiendo del abono y los cuidados, mejoramos la calidad del producto.

¿Y para qué sirve esta experiencia? Pues como en todo buen RPG, para subir de nivel, mejorar las estadísticas generales de la protagonista y aprender nuevas habilidades, ya sean para el combate, la exploración o el trabajo en el campo, algo que os será de mucha utilidad cuando os enfrentéis a numerosos enemigos y a los poderosos jefes. Tan importante como esta experiencia es el equipamiento, pudiendo llevar armas para cada mano, prendas, sombreros y máscaras con cuentan con una serie de características únicas muy útiles según la ocasión. Comentar también que todas estas partes se pueden mejorar cumpliendo con una serie de requisitos, mientras que algunas herramientas se pueden mejorar en nuestra base a cambio de materiales.

Por si fuera poco, el juego se va desarrollando por días y épocas, con una transición entre el día y la noche que cambia los ingredientes y materiales en las mazmorras, donde encontramos incluso enemigos más poderosos al caer la oscuridad y es más complicado desplazarse por la poca visibilidad. Pero también hay cambios climatológicos que afectarán a los procesos de la cosecha, donde no siempre se dan las condiciones idoneas para dedicarnos a la agricultura. Son muchos factores a tener en cuenta que hacen que se sienta como una experiencia más realista en este sentido.

La duración de la aventura es realmente extensa, ya no solo por lo larga que es la campaña, sino por la de extras disponibles en cada uno de los niveles, siendo realmente complicado conseguir superar algunas tareas en una primera visita. Es un juego que ofrece además mucha libertad para afrontarlas, lo que a su vez le aporta rejugabilidad que los jugadores sabrán apreciar junto con las tareas optativas.

Su apartado gráfico es bastante bueno para ser un título desarrollado por dos personas, donde técnicamente cumple utilizando la técnica del cell shading con personajes y enemigos bien modelados, buenas animaciones, escenarios amplios con rutas perfectamente estudiadas en diferentes localizaciones y efectos trabajados. Pero donde de verdad luce es en sus estupendos diseños, con un estilo artístico que hace que rápidamente entre por los ojos y funcionando en todo momento con fluidez. Como única pega diremos que los enemigos se repiten en exceso por zonas, pero no es algo demasiado preocupante.

El sonoro también está a un gran nivel, con muchas melodías de estilo oriental para ambientar cada una de las situaciones que vivimos a lo largo de la aventura, efectos cuidados y doblaje en inglés y japonés, prefiriendo nosotros este último al estar más acorde con la temática del juego. Los textos, tal y como hemos comentado, nos llegan únicamente en inglés y requieren un buen nivel en el idioma para poder avanzar y comprender cómo funciona todo.

En definitiva, Sakuna: Of Rice and Ruin ha sido una grata sorpresa para nosotros, con una jugabilidad simple pero adictiva que mezcla dos géneros en una armoniosa aventura, donde tan importante es la parte de exploración y acción para conseguir útiles como la agricultura para alimentarnos y desarrollar al personaje. Tiene una duración más que aceptable, además de ofrecer mucha rejugabilidad por las diversas tareas secundarias disponibles. Quizás hay elementos mejorables como la variedad de enemigos por zonas o ciertos detalles técnicos, pero poco más podemos exigirle al pequeño equipo de Edelweiss.

Si buscáis algo realmente diferente y el idioma no supone un problema para vosotros, estamos ante un juego que os agradará con una historia llena de simpatía y varios elementos jugables bastante originales.