Análisis de Samurai Shodown
Una de las sagas de lucha más emblemáticas de SNK regresa por la puerta grande con Samurai Shodown, que en esta ocasión ha sido desarrollado en colaboración con Athlon Games.


Samurai Shodown es un juego de lucha uno contra uno de desarrollo lateral, aunque tanto los personajes como los escenarios cuentan con modelados tridimensionales en cell shading para no perder su esencia. A diferencia de otros títulos del género, estamos ante un juego donde lo más importante es saber medir los tiempos para lanzar poderosos ataques y realizar bloqueos y esquivas, haciendo que el ritmo de las batallas sea más pausado pero ofreciendo mucha intensidad. Cada personaje tiene un estilo de lucha diferenciado y, aunque los combos no son demasiado complejos, sí que debéis estudiar cuales son sus puntos fuertes y débiles para aprovecharlos en el duelo.
Los controles son muy sencillos y accesibles, con un ataque débil, otro medio y uno fuerte, junto con un botón dedicado a dar patadas. Esto, mezclado con las diferentes direcciones, da lugar a multitud de movimientos diferentes que deberéis aprender a la perfección si queréis derrotar a los rivales más poderosos, donde llevar un buen timing es esencial para intentar lanzar un contraataque. Es algo muy importante, ya que, dependiendo de la situación y la fuerza del golpeo, podemos restarle una gran cantidad de vida a nuestro rival.
En un título de esta índole no podían faltar los bloqueos y las esquivas, en las que cuenta incluso la posición de nuestro personaje. Como siempre, podemos bloquear para disminuir el daño recibido, pero si lo hacemos en el momento preciso el rival quedará vendido y listo para recibir un buen tajo que reduzca su vitalidad. Lo mismo ocurre con las esquivas, si bien son más difíciles de ejecutar y, si fallamos, pueden ocasionarnos un gran daño. No queremos olvidar los agarres, los cuales no hacen daño pero sí rompen la defensa de los rivales para sorprenderlos nuevamente.
Además de todo esto, tenemos un medidor de furia que nos permite ejecutar los movimientos super especiales de cada personaje, los cuales causan un daño devastador, o, si lo preferimos, activar el modo furia para aumentar la potencia de nuestros movimientos. También podréis activar dicho modo para lanzar un ataque definitivo muy poderoso cuyos daños dependen de la porción que tengamos en ese momento y desarman al rival; pero cuidado, una vez usado la barra desaparece para que los combates sean más equilibrados y no podáis abusar de él.
En general se ha conseguido que el equilibrio de los combates sea muy bueno, con un ritmo pausado y toques tácticos que los seguidores de la franquicia sabrán apreciar. Es muy diferente a lo visto en otros títulos del género, así que en un primer momento puede sorprender, pero una vez os adaptéis a sus mecánicas encontraréis un juego muy profundo al que le tendréis que dedicar muchas horas para dominarlo. Por suerte contamos con un tutorial en el que aprender todo lo básico y un modo entrenamiento muy configurable en el que poner en práctica los movimientos de vuestro personaje favorito.
La plantilla de luchadores inicial se compone de 16 personajes, siendo 13 clásicos bien reconocidos por los seguidores de la franquicia (como Haohmaru, Nakoruru, Galford, Tamtam o Charlotte entre otros) y tres completamente nuevos: Darli Dagger, Yashamaru Kurama y Wu-Ruixiang. Como véis, es un plantel algo corto pero muy bien medido y con diferencias notables en sus estilos de lucha, siendo las nuevas incorporaciones muy buenas. Se echan en falta algunos personajes de la franquicia, aunque ya han anunciado que cuatro más se sumarán por DLC (Rimururu, Basara, Kazuki Kazama y Wan-Fu). Lo más sorprendente es que el pase de temporada que los incluye está disponible de forma gratuita hasta el 30 de Junio, así que esperamos que no hayáis perdido la oportunidad de haceros con él.
En cuanto a modos de juego, el primero que encontraréis es Historia. El nombre puede inducir a error, ya que se trata de una especie de modo arcade donde cada personaje cuenta con un prólogo, alguna escena intermedia con otro personaje y un final tras derrotar al último jefe. No está mal, pero esperábamos algo más profundo a nivel argumental. Se agradece, eso sí, que podamos elegir nivel de dificultad, siendo los más altos realmente desafiantes, especialmente en los últimos compases.
Junto a él tenemos el modo En línea, que como suponéis es para combatir online contra otros jugadores y no ofrece nada realmente novedoso, limitándose a partidas casuales o puntuadas para ir ascendiendo en la clasificación. Nos ha gustado que al menos funcione con fluidez y que no tarde demasiado en encontrarnos rivales, aunque esto dependerá del apoyo con el que cuente el título en un futuro.
Por otro lado tenemos el Dojo, un lugar en el que lucharemos contra una IA para que copie nuestro estilo de combate y subirlo online para que otros jugadores se enfrenten a él. Lo mismo ocurre con el resto, que subirán a los suyos para que nosotros podamos luchar contra ellos. Es una pena que no incluya nada especial más allá de lo nombrado, porque nos resultaba bastante original.
Para finalizar tenemos el modo Batalla, el cual se divide a su vez en otras submodalidades: Contrarreloj, donde derrotar a tantos rivales controlados por la CPU como nos sea posible en el tiempo asignado; Supervivencia, en el que nos enfrentamos a tantos enemigos como aguante nuestro personaje; Campeonato, lugar en el que lucharéis contra todos los personajes del juego; y Versus, que permite jugar contra otros jugadores o rivales CPU con diferentes configuraciones.
Como extras tenemos la Base de Datos, donde podemos consultar los fantasmas que tenemos registrados y nuestras estadísticas, así como la Galería, en la que escuchamos las voces de los personajes y la música, vemos ilustraciones o los vídeos que hemos desbloqueado a lo largo del juego. Como véis, no hay demasiada variedad o novedades respecto a otros juegos, pero lo compensa con su estupenda jugabilidad.
El apartado gráfico nos ha gustado mucho, pero más por su faceta artística que por la técnica. Hace un uso perfecto del cell shading para que los personajes se parezcan mucho a sus homónimos en 2D, con animaciones muy cuidadas y buenos efectos. Los escenarios también están muy cuidados y llenos de vida, encontrando bastante variedad en los mismos. Quizás el estilo utilizado no sea del agrado de todo el mundo, aunque cumple con creces y funciona con mucha fluidez.
En el sonoro encontraréis melodías de corte oriental que ambientan a la perfección cada una de las batallas, junto con efectos de sonido trabajados y un doblaje en japonés de gran calidad. No queremos olvidarnos de sus textos, que nos llegan traducidos al castellano.
Samurai Shodown es, en definitiva, el regreso por la puerta grande de uno de los títulos de lucha más venerados de todos los tiempos, conservando un toque táctico que hace que sus batallas sean más pausadas y a la vez se diferencie tanto de otros juegos del género. Aunque sus controles son accesibles, dominar el ritmo de cada personaje y sus movimientos puede llevaros mucho tiempo. Como puntos negativos diremos que la plantilla, a pesar de estar bien diferenciada, se nos antoja algo escasa y con ausencias notables, junto con pocos modos de juego offline y nada que lo haga destacar sobre el resto.
Aquellos jugadores que disfrutaron en su momento de la saga no deberían perdérselo, ya que conserva todo lo que la hizo grande y la adapta a la actualidad, haciéndonos sentir como auténticos samuráis.