Análisis de Sheltered
Tras su paso por otras plataformas, la aventura de supervivencia Sheltered llega ahora a Nintendo Switch para poder disfrutar de ella en cualquier parte.


Sheltered es un juego de estrategia, aventuras y supervivencia post-apocalíptico de estilo pixel desarrollado por Unicube y Team17. Tras un apocalipsis mundial, nos toca asumir el papel de cuatro miembros de una familia que viven en un refugio subteráneo desértico y cuyo bienestar depende de nosotros. Con recursos limitados y algunos básicos como el agua o el aire contaminados por el desastre, cada decisión que tomemos puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte, siendo ésta última además permanente.
No esperéis ninguna trama profunda, ya que se limita a contarnos como ocurrió el desastre y poco más, siendo el principal objetivo del juego intentar sobrevivir con los escasos recursos de los que disponemos. Eso sí, al menos ofrece muchos elementos para personalizar nuestra partida, como cuatro niveles de dificultad que determinarán la cantidad de lluvia, recursos, facciones o recursos encontraréis entre muchos otros. También podréis cambiar el aspecto de cada uno de los protagonistas, configurar sus talentos y estadísticas, determinando estos la foma de actuar de los personajes.
Nada más comenzar se nos da a elegir entre dos modalidades: Supervivencia, donde podemos ajustar la dificultad y personalizar diferentes parámetros; o Escenario, en el cual nos proporcionan una familia específica y se nos marcan ciertos objetivos que determinarán una puntuación, aunque antes tendréis que jugar al modo supervivencia para desbloquearlo. Al pasar al juego podemos realizar el tutorial, el cual nos explica los conceptos básicos del juego, algo muy recomendable para poder entender cómo funciona todo.
En total tenemos a cuatro miembros familiares a manejar, dos adultos y dos niños, pudiendo incluso elegir una mascota que nos proporciona diversas ventajas según la elegida. Aquí os toca mantenerlos con vida cumpliendo con cada una de sus exigencias, ya sean algunas básicas como comer y dormir u otras más específicas como mantener la higiene o evitar que enfermen. Hay muchas tareas a realizar que se nos irán presentando a lo largo de la partida, siempre teniendo en cuenta que el espacio y los materiales con los que contamos son bastante limitados, lo que hace que cada movimiento que realicemos tenga que ser estudiado para mantener un equilibrio.
Sus mecánicas son sencillas, con un puntero que desplazamos por la pantalla para seleccionar a un personaje y darle una determinada orden. Cada uno de ellos tiene una resistencia, obligándonos a estar constantemente dándoles tareas para repartirlas según sus capacidades. En la parte izquierda siempre aparecerán las necesidades que tiene cada personaje y, si no queréis que mueran, tendréis que apañaros para satisfacerlas.
A medida que avanzamos podemos organizar expediciones a través de una radio que permite localizar puntos concretos del mapa con los que obtener más recursos y, en consecuencia, crear nuevos objetos y expandir el refugio mediante la mesa de trabajo. Como es lógico, cuanto mayor es nuestro nivel, más y mejores utiles podemos fabricar. Pero todo ello tiene un coste, y es que para salir de expedición debemos consumir recursos como el agua, utilizar máscaras de gas y ponernos trajes antirradiación. También podréis localizar a un mercader que os ofrecerá algún trueque, siempre por el mismo valor del objeto que vayáis a recibir.
Realizar una tarea lleva su tiempo, los recursos escasean y los personajes cada vez tienen más exigencias para sobrevivir. A todo ello hay que sumarle que el número de personas aumenta poco a poco en el refugio para hacer que cada vez necesitemos más objetos. Además, las instalaciones se estropean y ensucian constantemente, lo que os obligará a viajar de un lado a otro para intentar arreglarlas con rapidez si no queréis que los problemas se os acumulen y os lleven hasta el final de la partida.
Para traer a otros personajes a nuestra base, antes debemos localizarlos saliendo de expedición y conversar con ellos. Cada uno tiene una actitud diferente y necesitan un tiempo para integrarse, llegando algunos incluso a intentar salir rompiendo el cristal del refugio o siendo otros totalmente hostiles, lo que nos obliga a enfrentarlos. Al menos la recompensa merece la pena, ya que nos dirán lugares de interés para obtener más recursos o bien ofrecerán su ayuda con determinadas tareas.
Y cuidado con las muertes, las cuales pueden afectar anímicamente al grupo e incluso a su salud, por lo que os tocará enterrarlos en un lugar seguro. Aquí entran en juego ciertos objetos que pueden parecer inútiles como la música o determinadas mascotas, ya que ayudan a reducir los niveles de estrés del grupo.
Como véis, hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de sobrevivir, siendo un título que ofrece muchas posibilidades jugables. Esto es bueno y malo a la vez, con montones de tareas a gestionar que harán las delicias de los aficionados al género y pequeñas ayudas automáticas para los personajes que hacen que sea más llevadero, pero que a la larga puede volverse un tanto agobiante. Lo peor es que en las expediciones dependemos demasiado de la suerte y, si no damos con los recursos adecuados, puede llevarnos hasta la muerte, no premiando la habilidad de gestión del jugador.
Es un juego cuya duración depende de lo que os atraiga su temática, donde estaréis constantemente intentando seguir vivos para ir superando las puntuaciones de otros jugadores y ascender en la tabla de clasificación. A la larga puede hacerse un poco repetitivo por estar casi todas sus opciones disponibles desde el comienzo, si bien resulta lo bastante entretenido para dedicarle varias horas.
Su apartado gráfico utiliza el estilo pixel art, con personajes bien modelados y animados junto con escenarios detallados en los que a veces cuesta distinguir ciertos objetos. En general esperábamos algo más, pero cumple con su cometido. Lo mejor es que funciona con mucha fluidez, algo lógico si tenemos en cuenta que la carga gráfica no es demasiado grande.
En el sonoro no encontraréis demasiadas melodías, dando todo el protagonismo a los efectos para crear una ambientación que aporta tensión a cada momento por no saber que pasará. Las voces están en inglés y no están nada mal, con textos en castellano que os ayudarán a comprender sus mecánicas a la perfección.
Como conclusión, Sheltered es un buen juego de gestión y supervivencia en el que tendréis que controlar montones de parámetros si no queréis que vuestros personajes mueran, con controles simplificados que lo vuelven muy accesible. Lo malo es que muchas veces queda demasiado guiado por no contar con los suficientes recursos para hacer lo que creamos necesario y, además, depende mucho de la suerte para avanzar, donde las expediciones pueden no salir siempre como lo deseamos.
Aún así estamos ante un título divertido y que os enganchará durante horas, sobre todo ahora que puede jugarse en cualquier parte gracias a las posibilidades de la consola.