Análisis de Sir Eatsalot
Eastasiasoft y Behind the Stone nos traen una nueva aventura para PSVita, Sir Eatsalot, que busca aprovechar todas las capacidades de la consola.


Sir Eatsalot es un juego bidimensional de plataformas, puzles y acción de desplazamiento lateral con un toque de aventura gráfica que hace uso de las características únicas de la consola, tales como la pantalla táctil, el panel táctil trasero, el giroscopio y la cámara. Una combinación muy interesante y original que funciona bastante bien, pudiendo incluso interactuar con las diferentes profundidades del plano.
Su historia nos lleva hasta el reino de Gluttington, que vivía en paz hasta que, un día, la malvada Hysterica envenena las Aguas Isotónicas con su amarga limonada. Esto ha hecho que las cosechas del reino se estén marchitando, aunque esta plaga todavía no ha llegado a todas las tierras. ¡Aún hay esperanza! El Rey Dietan III manda a su caballero más valeinte a salvar el reino de una ruina segura: Sir Eatsalot.
Este argumento es bastante simplón, pero gracias al humor del que hace gala y sus pintorescos personajes se hace muy llevadero. En general es divertido, siempre y cuando dominéis alguno de los idiomas disponibles, donde por desgracia no se incluye el castellano.
Las mecánicas son sencillas, pero las posibilidades que ofrece bastante grandes. Tenemos corazones que representan nuestra vitalidad, así como una barra de resistencia que limita las acciones de Sir Eatsalot. Podemos atacar con la espada, defendernos, saltar o correr para afrontar los momentos de acción y plataformas, si bien los controles táctiles amplían estas posibilidades, ya sea para mover objetos, interactuar con otros o incluso para los combates.
Las luchas están demasiado simplificadas, pero en ocasiones encontramos trampas que aumentan su dificultad. También encontraréis algunas batallas contra jefes en las que tenemos que embestir y esquivar, utilizando éstas los controles táctiles. No hay mucha variedad de enemigos y no cuentan con más de un par de movimientos, así que no tardaréis demasiado en encontrar sus puntos débiles. Todo ello hace que al final se vuelvan un poco tediosas, repetitivas y sencillas, ya que hay además tenemos salud a recoger de las plantas en casi todas las pantallas.
Pero sin duda, lo mejor son los puzles, que hacen uso de toda clase de elementos de la consola para hacer que se sientan únicos y originales. A esto ayuda un mapa muy amplio que ofrece múltiples rutas y secretos, junto con otras criaturas ocultas por los escenarios que nos echan una mano con ellos. De vez en cuando es un poco molesto colaborar con ellos, ya que no se comportan todo lo bien que nos gustaría, si bien esto hace que el juego gane algo más de dificultad.
Las zonas de plataformeo también están bastante conseguidas, sobre todo por hacer uso de la barra de resistencia, que para recargar una pequeña porción tenemos que quedarnos quietos un momento y, si queremos aumentarla temporalmente, hay que recoger ciertos elementos de los escenarios. Esto hace que no abusemos de los sprints, ya que si se nos gasta dicho medidor no podemos realizar saltos lejanos.
El diseño de los escenarios nos ha decepcionado, debido sobre todo a que muchas zonas se parecen entre sí y hacen que sea muy fácil perderse a pesar de las señalizaciones. Hay muchos caminos que no dejan claro la ruta que debemos tomar para progresar en la aventura, algo que se acentúa si tomamos un descanso y retomamos la partida. Tampoco ayuda que ciertas misiones estén constántemente mandándonos de una punta del mapa a otra, sin posibilidad de utilizar ningún tipo de viaje rápido.
En cuanto a duración, tenemos trece niveles cargados de secretos que aseguran bastantes horas de juego. Hay 22 pegatinas a coleccionar que nos dan más detalles sobre los personajes de su mundo, teniendo que pulsar sobre las criaturas para, posteriormente, dibujar su silueta en la pantalla táctil en un tiempo limitado si queremos obtenerlas.
Lo que más nos ha gustado del juego es su apartado gráfico, con personajes caricaturescos cuyo diseño resulta muy simpático y escenarios cargados de detalles y varias profundidades con las que interactuar. Todo está dibujado y animado a mano, notándose el gran esfuerzo que ha puesto la compañía en este aspecto. Como hemos comentado, quizás falla en el diseño de escenarios y la ausencia de un mapa que nos ayudara a guiarnos con facilidad.
La banda sonora no está nada mal, pero no cuenta con demasiados temas y a la larga puede hacerse algo repetitiva. Los efectos son mejores y ambientan bien su mundo, siendo otro punto negativo la ausencia de traducción de los textos al castellano, si bien incluye un inglés bastante básico.
Sir Eatsalot cuenta con ideas muy interesantes pero que no han sido del todo bien ejecutadas. Los controles funcionan bien y aprovecha perfectamente las capacidades de la consola, pero se han simplificado tanto los combates, los puzles y las zonas de plataformeo que al final no supone ningún reto. Curiosamente, lo que más os costará es dar con la ruta adecuada debido a un mal diseño de los escenarios y la ausencia de un mapa.
Aún con todo ello, sigue siendo perfectamente disfrutable si os armáis con paciencia, donde destaca sobre todo el diseño de su mundo y personajes, que además resultan bastante carismáticos.