Switch

Análisis de Slayin 2

La secuela del aclamado juego de móviles Slayin da el salto a Nintendo Switch para ofrecernos un título más completo y profundo.

Cartel Slayin 2
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Slayin 2 es un RPG de acción en el que nuestro objetivo es acabar con montones de hordas de enemigos para aumentar nuestras riquezas y, en consecuencia, ir ganando fama y ser cada vez más poderosos. Es un título muy accesible, con muchos contenidos por descubrir y montones de coleccionables que lo hacen muy rejugable, siendo la mayor novedad los diferentes planos y el cooperativo local, que nos permite disfrutar de la aventura con un amigo.

El juego no tiene una historia como tal, sino que simplemente avanzamos por su mundo acabando con todo tipo de enemigos mientras ayudamos a los lugareños que han sufrido sus ataques, pudiendo conversar con ellos siempre que queramos. Se divide en capítulos que se van desbloqueando según completamos los anteriores, viajando por una especie de mapamundi en el que se van abriendo nuevos caminos. Aún así, se agradece que todos los textos del juego estén en castellano.

Hay un total de ocho personajes disponibles, aunque al principio sólo tenemos al caballero y el resto hay que desbloquearlos avanzando por la historia. Todos ellos cuentan con diferentes variaciones de color y armas, las cuales también nos toca conseguir, así como amuletos con distintas propiedades. Además cada protagonista tiene características únicas que os tocará descubrir a medida que progreséis en el juego y comparten fama, por lo que no tendréis que subirlos uno a uno.

Sus mecánicas son bastante sencillas, desplazándo al personaje lateralmente para golpear a los enemigos y recoger tesoros que van rellenando nuestra barra de chispas, la cual sirve para realizar ataques más poderosos. También podemos saltar o cambiar de plano para acabar con los enemigos o recoger los tesoros que allí se encuentran. Nuestro objetivo no es otro que hacernos con todos los tesoros posibles e ir aumentando la fama de nuestro personaje, lo que en consecuencia hace que suba de nivel y mejores sus estadísticas generales.

Para ello tenemos que derrotar a montones de enemigos intentando conseguir el mayor número de combos posibles, haciendo que en consecuencia suelten más tesoros. Lo mejor es que entre estos tesoros a veces encontraréis interesantes potenciadores, como una mayor velocidad, un escudo protector o invencibilidad temporal. Al principio puede parecer que se trata de un juego bastante sencillo, pero nada más lejos de la realidad, encontrando una gran variedad de enemigos y muy numerosos que os pondrán en más de un aprieto. Mención especial merecen los jefes, los cuales son algo más complicados de derrotar por tener un mayor número de movimientos.

Además, el dinero acumulado lo podemos invertir en mejorar las poblaciones que han sido destrozadas, mejorando la vida de los lugareños y, en consecuencia, aumentando nuestra fama y abriendo nuevas tiendas en las que, por ejemplo, podemos aumentar las capacidades de nuestro equipo o comprar otro nuevo. También nos hacemos con los servicios de otros personajes, desbloqueando poco a poco más clases, cada uno con sus propias armas y habilides únicas. Eso sí, antes tendréis que encontrarlos a lo largo de toda la aventura, ya que están esparcidos por los diferentes niveles. Quizás nos ha faltado que estén mejor equilibrados, siendo algunos de ellos mucho más devastadores.

Los escenarios siempre cuentan con dos planos en los que combatir, alternando entre ellos siempre que queramos, aunque sólo cuentan con una pantalla estática por la que movernos. En este sentido se nota su procedencia del juego de móviles, donde los controles son muy accesibles y las fases se dividen en pantallas de corta duración, teniendo que eliminar a cierto número de enemigos indicado en la parte superior de la pantalla para que aparezca un jefe al que derrotar.

Cuenta con dos modos disponibles: el Modo Historia, que es donde podemos disfrutar de la campaña del juego y del que os hemos hablado en profundidad, y el Modo Arcade. Esta última modalidad es una especie de supervivencia, en la que vamos avanzando por los diferentes niveles acabando con enemigos y jefes sin parar, encontrando entre fases un vendedor que nos proporciona armas, ventajas o salud, entre otros, a cambio de dinero. Se puede ir subiendo de nivel para mejorar las estadísticas generales, aunque sólo os valdrá para esa partida. Ambos se pueden jugar en solitario o bien en compañía a través de su modo cooperativo local.

Es un juego con una duración bastante larga, sobre todo si tenemos en cuenta la rejugabilidad que ofrece por desbloquear a todos los personajes, conseguir todo su equipamiento y mejorarlo, hacernos con todos los secretos o, simplemente, por intentar superar puntuaciones en la historia y el modo arcade.

El apartado gráfico ha dado un salto muy notable respecto a la anterior entrega, con un estilo pixel art mucho más trabajado y dos profundidades entre las que podemos cambiar siempre que queramos. Es cierto que muchas son simples pantallas estáticas por cada nivel, pero están bastante cuidadas y cuentan con efectos vistosos, tales como la lluvia, la iluminación o los destellos de los ataques. Además, como no podía ser menos, funciona con mucha fluidez incluso cuando hay cientos de enemigos simultáneos en pantalla.

En el sonoro tenemos melodías que corren a cargo de Matt Creamer, quien ya contribuyó en otros grandes juegos como Retro City Rampage, por lo que podéis esperar una buena calidad en este sentido, con temas cañeros que le sientan fenomenal a la acción. Lo malo es que muchas veces queda eclipsada por los efectos, los cuales son muy numerosos por la cantidad de rivales en pantalla. Los textos, por otra parte, nos llegan en castellano para poder seguir sus diálogos.

Como conclusión, hemos visto un salto bastante grande en Slayin 2 respecto a su anterior entrega, añadiendo un apartado audiovisual más trabajado, distintos planos en los que combatir, una jugabilidad más adictiva, el modo cooperativo y un sistema de progresión que funciona de manera correcta. Es cierto que tiene aspectos mejorables, como su historia, que se vuelve repetitivo con el paso de las horas o la nula interactividad con los escenarios, pero engancha para hacer que siempre queráis probar a otros personajes, mejorarlos e intentar superar puntuaciones.

Un título que, dentro de su simpleza, resulta tremendamente adictivo, con características que hacen que sea ideal para la híbrida de Nintendo.