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Análisis de Streets of Rage 4

La legendaria saga de juegos de peleas callejeras de Sega regresa con una nueva entrega para la actual generación de consolas y PC con Streets of Rage 4, la cual conserva todo el encanto de los anteriores títulos pero adaptado a la actualidad.

Cartel Streets of Rage 4
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Streets of Rage 4 es un beat’em up de estilo arcade en el que nos desplazamos por los escenarios para acabar con todos los enemigos que salen a nuestro paso mientras avanzamos por las diferentes pantallas. Es un juego que se muestra conservador en muchos aspectos, pero actualiza otros para adaptarse a los tiempos que corren, con algunos extras que encantarán a los seguidores de la franquicia. Además, ha sido desarrollado por Lizardcube y Dotemu, conocidos por su gran trabajo con Wonder Boy: The Dragon’s Trap de 2017, así como por Guard Crush Games.

Su historia nos sitúa diez años después de la caída de Mr. X y su sindicato, donde la paz había reinado en la ciudad… hasta ahora. Ha surgido un nuevo imperio del crimen y está corrompiendo a todas las fuerzas del orden de la ciudad. Se rumorea que está bajo el mismísimo mando de la prole de Mr. X: los mellizos Y. Los exagentes Axel Stone y Blaze Fielding unen fuerzas con Cherry Hunter, hija de su viejo amigo, y con Floyd Iraia, un aprendiz del brillante Dr. Zan. Juntos, estos cuatro justicieros se enfrentarán al Sindicato Y.

No esperéis nada demasiado trabajado en este sentido, ya que se trata de una simple excusa para viajar por su mundo acabando con todo tipo de enemigos. Al menos comentar que al menos sus textos nos llegan en completo castellano.

Nada más comenzar veréis que hay cinco niveles de dificultad entre los que elegir: fácil, normal, difícil, dificilísimo y manía. Todos están muy bien equilibrados y ofrecen un reto a la altura, desbloqueándose manía al completar la historia. Después pasaréis a seleccionar a uno de los personajes, encontrando al principio cuatro disponibles: Axel, Blaze, Cherry y Floyd, con la posibilidad de conseguir otro más al avanzar. No son los únicos que podréis seleccionar, aunque de esto os hablaremos más adelante.

Sus controles son muy similares a lo visto en los juegos clásicos, pudiendo movernos lateralmente y por distintas profundidades del escenario, saltar, atacar, realizar movimientos especiales a costa de la salud o recoger y lanzar objetos de los escenarios, contando esta vez con un botón en exclusiva para esta acción que evita otros problemas. También podemos realizar el movimiento estrella de cada personaje a cambio de estrellas que conseguimos por los escenarios. Después hay otras técnicas avanzadas, como los ataques blitz en carrera, en salto o los agarres, así como recargar un ataque para potenciarlo y evitar caídas para contraatacar.

Como siempre, contamos con un número limitado de vidas y una barra de vitalidad que se va agotando con cada golpe que recibimos, la cual se puede recuperar recogiendo alimentos grandes o pequeños. Nos ha gustado mucho lo bien implementados que están los movimientos especiales de cada personaje, ya que, aunque consumen parte de esta vitalidad, puede recuperarse si golpeamos a los enemigos y no recibimos daños, los que nos obliga a usarlos con cabeza, especialmente cuando nos encontramos ante grandes grupos. Además, al conseguir una determinada puntuación podemos obtener vidas extras, las cuales son indispensables en algunos tramos de la aventura.

Los enemigos son bastante variados y cada uno tienes sus puntos débiles a explotar, presentándose alguno que otro nuevo en cada nivel. Pueden incluso llevar armas y objetos que podemos usar nosotros cuando las sueltan. Como no podía ser menos, también nos esperan poderosos jefes al final de cada fase, siendo mucho más desafiantes y con patrones de movimiento que evolucionan a lo largo del combate. Un detalle interesante es que no se salen de los límites de la pantalla, por lo que podemos seguir golpeándoles sin temor de perderlos de vista.

Por otro lado, tenemos escenarios tremendamente variados, cargados de detalles en cada rincón y con muchos elementos interactivos. Hay objetos a destrozar para conseguir dinero, armas o comida, trampas que pueden dañarnos e incluso huecos por donde lanzar a los rivales para acabar con ellos instantáneamente. Es un aspecto que nos ha encantado, escondiendo además algún que otro secreto.

Tal y como comprobaréis, es un continuo homenaje a la franquicia con personajes, enemigos, armas y comida, entre otros elementos, que fácilmente serán reconocidos por los aficionados, pero añadiendo novedades para que se sienta como la continuación que es. Si perdéis todas las vidas, por ejemplo, podréis empezar desde el nivel en el que estéis. Se puede resucitar sin más o utilizando ayudas en forma de vidas y estrellas a cambio de un porcentaje de vuestra puntuación, recompensando así a aquellos que asuman un mayor riesgo.

El juego se divide en diferentes fases y al completar cada una de ellas obtenemos una puntuación y clasificación que depende de cómo lo hagamos, con bonificaciones de tiempo, de salud y de estrellas. Toda esta puntuación se va acumulando y, al llegar hasta ciertos puntos, vamos desbloqueando extras. Entre partidas también podemos consultar las puntuaciones de otros jugadores, tanto a nivel mundial como entre amigos, así como cambiar de personaje si queremos.

Pero lo mejor del juego es que podemos disfrutar de esta experiencia en cooperativo, con hasta cuatro jugadores de forma local o dos en el online. Es una decisión un tanto extraña, pero la verdad es que a día de hoy todavía no funciona de manera estable en el online, si bien han prometido que se irá solucionando con futuras actualizaciones.

En cuanto a modos de juego, además de Historia, en la cual podemos seleccionar la fase que queramos una vez completada la campaña, tenemos Arcade, donde hay que avanzar por todos los niveles sin posibilidad de resucitar como si de una recreativa se tratase, Combate con jefes para luchar contra ellos de manera consecutiva, y Combate, que nos permite enfrentarnos a nuestros amigos de manera local en diferentes escenarios. Pueden no parecer muchos, especialmente si tenemos en cuenta que la historia se completa en pocas horas, pero ofrece mucha rejugabilidad con montones de extras.

Entre estos extras tenemos la posibilidad de desbloquear personajes de pasadas entregas de la franquicia, con sus diseños pixelados, movimientos más característicos y rasgos distintivos que los diferencian a unos de otros. Pero no son los únicos, también podemos obtener información sobre los personajes o desbloquear galerías en las que ver los diseños y bocetos de personajes, enemigos y escenarios, entre otros elementos.

El apartado gráfico está muy trabajado, con personajes dibujados a mano perfectamente animados, localizaciones variadas cargadas de detalles y efectos, como la iluminación, que le dan un aspecto muy moderno sin perder su esencia. Además funciona en todo momento con mucha fluidez para que su jugabilidad no se vea afectada. Uno de los detalles que más nos han gustado es que se puede jugar con diferentes tipos de configuraciones gráficas, permitiendo cambiar el temblor de la pantalla, la luminosidad, las sombras redondeadas, detalles ambientales, del fondo o la cantidad del primer plano, ajustar la iluminación ambiental y activar ciertos tipos de posprocesado, tales como Fulgor, Retro y Tele retro, que le dan un aspecto muy nostálgico al juego. Hay muchísimos más ajustes, así que os recomendamos echarle un vistazo.

En el sonoro tenemos melodías estupendas lideradas por Olivier Derivière, fusionando los talentos de músicos de todo el mundo, con la vuelta de compositores clásicos de la franquicia como Yuzo Koshiro y Motohiro Kawashima. Aquí también podemos escoger utilizar la banda sonora retro, algo que le sienta genial a esta aventura. Los efectos están a un gran nivel y, tal y como comentamos antes, todos los textos del juego nos llegan en perfecto castellano.

Como conclusión, con Streets of Rage 4 se ha conseguido una continuación a la altura de los originales, algo difícil considerando lo que han cambiado los juegos en la actualidad. Los controles son muy intuitivos y se sienten como si probarás de nuevo el primer juego de la saga, pero con ajustes que hacen que sea mucho más satisfactorio. El apartado audiovisual es muy bueno y hay montones de personajes entre los que elegir, cada uno con su propio estilo de combate. Como pega diremos que cuenta con un online mejorable y que la campaña es algo corta, pero lo compensa con su rejugabilidad y la cantidad de extras disponibles.

Un título imprescindible si eres aficionado a los beat’em up de estilo arcade o a la franquicia, siendo un verdadero placer ver  de nuevo en acción a Axel y Blaze con un juego tan cuidado y montones de referencias al resto de la saga.