Switch

Análisis de Super Mario Party

Reúne a tu familia o amigos y prepárate para la diversión con Super Mario Party, la nueva entrega de la popular franquicia que llega para amenizar las fiestas.

Cartel Super Mario Party
Play

Super Mario Party es un titulo para hasta cuatro jugadores que consta de múltiples tableros cargados de minijuegos en los que competir, ya sea contra familiares, amigos o la propia IA de la consola. Hay un total de 20 personajes a manejar, aunque algunos de ellos los tendréis quedesbloquear al avanzar en el juego. En esta ocasión contamos además con varias modalidades diferentes, tanto de manera local como online, recuperando la esencia de las primeras entregas de la saga para ofrecer diversión a raudales y mucha originalidad.

La historia es meramente anecdótica, donde cada uno de los presentes aseguraba ser una superestrella, por lo que Mario decide celebrar una fiesta para descubrir quien lo es realmente. A partir de aquí elegimos una dificultad, que viene determinada por el equipo seleccionado, y pasamos a movernos por la Plaza Party, que sirve como menú donde encontraréis los diferentes modos y algunos personajes con los que conversar.

Sus controles son muy accesibles y, según el minijuego, aprovechan las capacidades de la consola o los Joy-Con. Los hay de todo tipo, utilizando los controles tradicionales, por movimiento, que hacen uso de la vibración HD o incluso de varias consolas en el modo portátil. Es original en todo momento y no deja de sorprender con cada minijuego, aunque desde ya os contamos que es un título más pensado para jugar en compañía.

En cuanto a modos de juego, el principal vuelve a ser Mario Party. En él nos movemos por uno de los cuatro tableros utilizando dados y compitiendo con otros jugadores para ver quien se hace con un mayor número de estrellas en partidas de 10, 15 o 20 rondas. Cada tablero tiene una serie de minijuegos y elementos únicos, aunque todos comparten una serie de reglas básicas. Las casillas pueden ser azules, con las que podemos conseguir monedas y después invertirlas en nuevos objetos y estrellas, rojas, que nos hacen perder algo de dinero, o verdes, las cuales cuentan con diversos usos dependiendo del dibujo que contengan, aunque normalmente suelen desatar eventos. A todas ellas hay que sumarle la posibilidad de encontrar unas casillas de la suerte que ofrecen beneficios, otras llamadas casillas cenizas que tienen efectos perjudiciales o las de duelo, donde todos los jugadores hacen un bote que se repartirán según los resultados obtenidos.

Como grandes novedades tenemos las casillas de los aliados, que nos permiten conseguir compañeros que no se estén utilizando y nos echen una mano, tanto a la hora de participar en los minijuegos como al desplazarnos por las casillas del tablero.  Otro añadido son los dados personalizados, teniendo cada personaje uno diferente que podemos utilizar para formar diferentes estrategias. Ambas incorporaciones son muy interesantes y le aportan un toque táctico que hace que sea más divertido, aunque la suerte sigue teniendo un papel fundamental en este juego.

Al final de cada ronda los cuatro participantes se enfrentan a un minijuego al azar, ya sea en equipos de dos, uno contra tres o en otros cooperativos. Todos estos minijuegos son explicados antes de comenzar, pudiendo incluso practicarlos para comprender mejor sus mecánicas. Según la posición en la que hayan quedado, los personajes obtienen más o menos monedas, las cuales os permitirán comprar objetos en la tienda o intercambiarlas por estrellas entre otros usos.

La siguiente modalidad es Mario Party a dobles, que comparte las reglas del anterior pero enfrentándose equipos de dos contra dos. La mayor particularidad de este modo es que ambos jugadores tiran sus dados y comparten el resultado, además de poder moverse libremente por el escenario. Es muy estratégico, divertido y cuenta con varias pruebas diferentes en las que competir, como la Búsqueda del tesoro o la Fiebre del oro entre otras, siendo los tableros los mismos que vemos en otros modos.

A continuación está el Torrente de aventuras, un modo en el que, cooperando con los otros jugadores, tenemos que remar en nuestra balsa para llegar a la meta antes que se agote el tiempo. Para ello tenemos esquivar obstáculos, coger potenciadores y, sobre todo, explotar globos que activan minijuegos donde ganar algo más de tiempo. Hay multitud de rutas a completar y el número de minijuegos es escaso, haciendo que a la larga este modo sea muy monótono y aburrido.

Después está  A todo ritmo, donde participaréis en varios minijuegos rítmicos seguidos en los que apenas tendréis tiempo para comprender su funcionamiento. Son un tanto escasos, pero muy divertidos e ideales para las partidas rápidas. Lo mismo sucede con Minijuegos, que os permite elegir uno de los más de 80 disponibles sin necesidad de pasar por los tableros en Juego Libre, participar en cinco seguidos con el Mariotlón o conquistar territorio ganando minijuegos en Conquista a cuadros. Eso sí, antes os tocará desbloquear algunos de ellos participando en otras modalidades.

Una vez hayáis desbloqueado todos los minijuegos tendréis acceso al Camino de retos, un modo para un jugador en el que participaréis en los 80 minijuegos bajo un requisito específico. Es entretenido, pero no ofrece incentivos interesantes que nos inviten a rejugarlo. Junto a él está la Sala de recreo de Toad, lugar en el que necesitamos dos consolas para participar de forma muy original en cuatro juegos bastante divertidos y únicos. Al ser tan pocos a la larga se vuelve repetitivo, aunque agradecemos su incursión por la ofrecer algo distinto.

Por último está el Mariotlón en línea, donde podemos librar batallas de minijuegos con gente de todo el mundo. Aquí tenemos el modo Internacional, en el que hay que sumar puntos en una serie de cinco minijuegos, o Entre amigos, igual pero con amigos de todo el mundo y eligiendo los minijuegos. Hemos echado en falta poder competir en tableros con otros jugadores online, pero aún así sigue siendo entretenido, con tablas de clasificación en las que competir por intentar lograr el mejor puesto posible.

En cuanto a duración, contamos con varios modos, más de 80 minijuegos y coleccionables que hacen que sea muy largo y rejugable. Eso sí, es un juego pensado para ser jugado en compañía de manera local, aunque también encontraréis algunos modos online o para jugarse en solitario.

Su apartado gráfico es tan colorido como nos tiene acostumbrados Nintendo en sus producciones, con personajes muy bien modelados y animados, escenarios trabajados y detallados y efectos cuidados. Es cierto que no es el título más destacado de la compañía en este terreno, pero cumple sobradamente.

En el sonoro tenemos melodías bastante buenas, tanto nuevas como conocidas remezcladas para la ocasión, buenos efectos de sonido y doblaje en castellano para las pocas voces que escuchamos en el juego, todo ello acompañado de textos en español para los menús.

Como conclusión, Super Mario Party es un título muy completo y entretenido, ideal para pasar buenos ratos en compañía. Incluye muchos minijuegos, varios modos de juego y coleccionables que le añaden mucha rejugabilidad, haciendo que sea bastante extenso. No todos los modos están al mismo nivel, pero hay suficiente variedad como para adaptarse a los gustos de los diferentes jugadores. Las novedades, como los aliados o los dados personalizados, funcionan realmente bien y le añaden un toque estratégico interesante a su aleatoriedad.

Un juego ideal para las reuniones familiares o, como su propio nombre indica, para las fiestas con los amigos, haciendo que paséis momentos únicos que recordaréis durante mucho tiempo.