Análisis de Terminator: Resistance
Basado en los dos legendarios éxitos cinematográficos nos llega Terminator Resistance, donde nos toca resistir ante el ataque de las máquinas.


Terminator Resistance es un shooter en primera persona con una trama original que se basa en las dos primeras películas de la franquicia. Desarrollado por Teyon,en este juego nos toca proteger a un variopinto grupo de personajes, contando para ello con un gran arsenal de armas aconseguir, un sistema de subida de nivel que permite desarrollar a nuestro personaje según nuestro estilo de juego y un argumento que varía levemente según nuestras decisiones. Además, como no podía ser menos, encontraréis a algunos de los enemigos más icónicos de las películas, así como otros nuevos que han sido creados para la ocasión.
Su historia nos lleva hasta una posapocalíptica ciudad de Los Ángeles, casi 30 años después del Día del Juicio Final, trascurriendo en la Guerra del Futuro que se vislumbraba en las películas. Aquí nos ponemos en el papel de Jacob Rivers, un soldado de la División de Resistencia del Pacífico a las órdenes de John Connor. A pesar de ser un simple soldado raso, pronto descubrirá que es el objetivo de la última amenaza de SKYNET y ha sido señalado para su exterminación. Ahora nos toca guiarlo hasta la batalla final, aplastando la red de defensa de SKYNET y decidiendo el destino de la humanidad en la guerra contra las máquinas.
Esta trama nos ha gustado bastante, aunque para poder entenderla bien y saber quién es cada personaje es necesario haber visto las películas, ya que en esta aventura no se profundiza en su universo. Sorprende gratamente lo bien cuidado que está cada personaje, demostrando un gran carisma, personalidades bien diferenciadas e historias únicas que merece la pena descubrir. Además, nuestras decisiones cambian un poco el rumbo de la historia, dando lugar a diferentes finales. Como no podía ser menos, el juego nos llega con textos en castellano.
Los controles funcionan bastante bien, aunque se sienten algo toscos en las partes de acción. Podemos movernos libremente por los escenarios, saltar, agacharnos, esprintar, interactuar en ciertos lugares, usar armas cuerpo a cuerpo, a distancia, coberturas o algunos objetos de nuestro inventario. En este sentido es muy similar a lo visto en otros juegos del género, así que no esperéis nada demasiado original. Contamos con un minimapa en la esquina superior derecha que nos permite orientarnos, un puntero que señala el siguiente objetivo y la posibilidad de usar unas gafas de ultravisión con las que ver a través de objetos sólidos para localizar a los enemigos y obtener algo de información sobre los mismos, aunque lógicamente el rango de visión es algo limitado.
Lo que más nos ha sorprendido es que la aventura se centra mucho en el sigilo a pesar de desarrollarse en una guerra contra las máquinas de Skynet. Esto es algo lógico, ya que el número de enemigos es mayor que el de humanos y el poder de algunos es muy superior al nuestro cuando comienza el viaje. Por ello contamos con un indicador de detección que nos muestra los niveles de detección tanto a nivel visual como sonoro, pudiendo incluso cerrar puertas para evitar que nos detecten o, llegado el momento, hackear algunos dispositivos electrónicos para que nos echen una mano. No esperéis nada demasiado complejo, optándo al final casi siempe por la acción más directa, pero al menos sabe entretener.
Las partes de acción están menos pulidas y es que, sin funcionar mal, no se siente un peso en las armas que las diferencie a unas de otras y, junto con un sistema de coberturas muy básico, hacen que a la larga se vuelvan un tanto mónotono. Al menos la rueda de selección nos permite cambiar de arma ágilmente. Pero no todo es malo, también hay cabida para momentos cinematográficos que lo vuelven muy vistoso, especialmente cuando empezamos a conseguir mejor equipamiento.
A ello ayudan los enemigos. Al principio sólo os podréis enfrentar a pequeñas criaturas robóticas que, si bien no son muy poderosas, pueden sorprenderos apareciendo de lugares inesperados y avisar a sus compañeros. Y es con los de mayor tamaño con los que hay que tener cuidado, especialmente con los T-800, ya que pueden acabar con nosotros sin mucho esfuerzo si no estamos bien equipados. Los combates contra ellos, que son los que esperábamos con más ganas, saben como mantenernos en tensión gracias a su genial ambientación. Por desgracia todo se va al traste por un gunplay que, como hemos comentado, es bastante soso, tosco y con una IA enemiga que no funciona del todo bien.
Cuando los derrotamos obtenemos recursos con los que comerciar, munición y materiales a utilizar en el escondite para crear útiles en la mesa de fabricación, pudiendo crear otros mejores al alcanzar el nivel adecuado. También ganamos experiencia con la que obtenemos puntos de habilidad que podemos invertir en un completo árbol que se divide en tres grupos: combate, ciencia y supervivencia. Comentar que algunas de estas habilidades no están disponibles al principio, teniendo que alcanzar el nivel necesario para desbloquearlas y después activarlas. Llegado el momento podréis incluso personalizar las armas utilizando los chips que encontréis.
Los escenarios, por otra parte, son bastante lineales, aunque hay algunas zonas que resultan más amplias para ofrecer algo de exploración y dar más posibilidades a la hora de enfrentarnos o evitar a las máquinas. Están llenas de recursos y siempre es un placer explorarlos a fondo en busca de todos los secretos. Además hay caminos altenativos y otras zonas a las que sólo podemos acceder usando una ganzúa o hackeando dispositivos.
En cuanto a duración, nos da para unas 10 horas de juego, con algunas misiones secundarias que merece la pena descubrir y que recomendamos encarecidamente. Como hemos comentado, hay varios finales disponibles dependiendo de nuestras acciones a lo largo del juego y que no tardaréis demasiado en descubrir.
Del apartado gráfico podemos decir que, para tener un presupuesto bastante escueto, no está nada mal, con una ciudad posapocalíptica bien recreada pero que peca de tener algunos detalles mejorables y de repetir algunos elementos, mientras que los personajes están bien modelados y animados sin más, con expresiones muy mejorables. Al menos efectos como la iluminación hacen que todo luzca un poco mejor, especialmente cuando vemos acercarse a los Terminators.
En el sonoro tenemos algunos temas de las dos primeras películas que nos llevan directamente hasta su mundo y otras creadas para la ocasión que, si bien no alcanzan su nivel, ambientan bien nuestros viajes. Los efectos cumplen sin más y el doblaje, en inglés, deja bastante que desear, aunque al menos siempre está acompañado de textos en perfecto castellano para poder seguir sin problemas la historia.
Como conclusión, Teminator: Resistance es un título pensado para los aficionados a la franquicia, encontrando una historia original que no está nada mal, personajes carismáticos y toda la tensión que supone enfrentarnos a los T-800. Hay elementos de acción, sigilo y ciertos tintes de RPG, aunque no acaba de destacar en ninguno de ellos. Al menos el desarrollo es entretenido al presentar mecánicas nuevas según vamos avanzando en la aventura. En lo audiovisual destacan los temas de las películas y, aunque cumple gráficamente, no está a la altura de lo que esperábamos de él.
Los seguidores de la saga sabrán apreciar algunas de sus virtudes, como ciertos guiños a las películas, pero creemos que se le puede sacar mucho más provecho a una licencia tan jugosa como Terminator.