Análisis de The Sexy Brutale
Tequila Works y Cavalier Game Studios colaboran para traernos The Sexy Brutale, un juego de puzles y aventuras repleto de intriga, asesinatos y lo oculto que se ambienta en un baile de máscaras y hoy ocupa nuestro análisis.


La historia tiene lugar en el interior de una mansión señorial inglesa conocida como The Sexy Brutale que el enigmático marqués Reginald Sixpience ha convertido en un extravagante casino. Aquí se celebra un baile de máscaras anual, pero esta vez parece que la muerte es el destino que les espera a todos los invitados. Aunque lo más extraño es que al día siguiente todos despiertany comienza a suceder todo de nuevo, quedando atrapados en un baile de máscaras que se ha convertido en un infierno del que no pueden escapar.
En el papel de Lafcadio Boone, un anciano sacerdote que se ve atrapado en la mansión y que parece no haber sido afectado por el bucle temporal, nos toca escondernos, observar y conocer las historias del resto de invitados, intentando así evitar sus muertes a manos de los sirvientes de la mansión. Al descubrir la forma de salvar a cada uno de los invitados Lafcadio obtiene un poder oculto relacionado con sus máscaras que nos permite explorar más a fondo la mansión, descubriendo los secretos de su pasado y el de sus habitantes hasta llegar a la verdad escondida en el corazón del lugar.
El argumento no está bien narrado y resulta confuso durante casi toda la aventura, aunque en el tramo final se despejan todas las incógnitas y acaba enganchando. Nos hubiera gustado que al principio nos pusieran más en contexto, ya que empezamos a resolver casos sin entender bien el porqué. Tampoco ayuda el poco carisma que tienen sus personajes, no llegando a empatizar con ellos en profundidad.
The Sexy Brutale es una aventura gráfica que se desarrolla desde una perspectiva cenital en la que nos toca evitar que se produzcan una serie de asesinatos para conseguir escapar de un bucle temporal y así descubrir los secretos que oculta la mansión. El tiempo funciona como eje central del juego, por lo que gestionarlo con cabeza puede suponer la diferencia entre la vida o la muerte del individuo.
Los controles resultan muy accesibles, y nos limitamos a desplazarnos por la mansión evitando el contacto con otros personajes mientras espiamos sus acciones mirando a través de las puertas y escuchamos sus conversaciones. Una vez descubrimos lo que ocurre y obtenemos las pistas necesarias nos toca evitar los asesinatos interactuando con ciertos elementos de los escenarios, siendo esencial también la hora a la que realizamos estas acciones, ya que algunos no están disponibles hasta que se lleva a cabo una acción por otros personajes.
Si por casualidad nos encontramos con otro personaje la imagen se oscurece y el sonido nos empieza a indicar que estamos en peligro, teniendo que escapar del lugar antes de que las máscaras del resto se hagan con el cuerpo de Lafcadio.
En caso de fallar el día vuelve a reiniciarse, por lo que al final se convierte en un continuo ensayo y error que nos ayuda a estudiar la estructura del lugar. Si vemos que nos hemos saltado algún paso siempre podemos retroceder en el tiempo hasta las 12:00 am del mismo día, teniendo hasta las 22:00 para resolverlo – unos diez minutos de tiempo real -. Mientras exploramos y espiamos el tiempo se pasa volando, por lo que hay que utilizarlo con cabeza.
Los escenarios se dividen en cubículos y, para ubicarlos mejor, podemos consultar un mapa en todo momento. Al resolver el enigma del lugar y evitar el asesinato pasamos al siguiente caso, siendo el tamaño de las localizaciones un tanto reducidas para evitar que nos perdamos entre sus salas intentando dar con la solución.
Al resolver los casos conseguimos nuevas máscaras que proporcionan habilidades especiales a nuestro protagonista que normalmente nos ayudan con los posteriores asesinatos y conseguir algunos de los coleccionables que se encuentran ocultos por los escenarios.
Tiene una duración aproximada de unas ocho horas, que se amplían un poco más si nos dedicamos a buscar todos los coleccionables. Es entretenido en todo momento, no dejando lugar a otras misiones secundarias, aunque podría haber mejorado ajustando un poco más su dificultad y ofreciendo más libertad a la hora de explorar y resolver los crímenes.
El apartado gráfico resulta llamativo a pesar de su simpleza, ya que tiene una dirección artística bastante buena que nos permite distinguir a la perfección las diferentes estancias de la mansión. Los personajes cabezones parecen sacados de dibujos animados, lo que contrasta con el humor negro de la historia. Sus efectos también están conseguidos, siendo una parte fundamental en la jugabilidad.
La banda sonora no está nada mal y cambia de forma natural para adaptarse a lo que sucede en pantalla. Al igual que en el apartado gráfico, los efectos de sonido juegan un papel importante en la jugabilidad, teniendo que prestar atención a los pequeños detalles si queremos avanzar.
The Sexy Brutale nos deja buenas sensaciones gracias a una original forma de presentar los puzles, aunque peca de una historia mal narrada que sólo entenderéis a la perfección tras completar el juego. Es un juego muy accesible pero hubiera estado mejor si ofreciera más libertad de exploración y un reto algo mayor.
Resolver asesinatos jugando con el tiempo resulta muy entretenido, por lo que si os gusta la propuesta no deberíais perdéroslo. Teniendo en cuenta su duración, tiene un precio muy biien ajustado para lo que ofrece.