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Análisis de The Surge 2

Regresan los implacables y viscerales combates con The Surge 2, la esperada secuela del juego de Deck13 que nos lleva hasta un mundo más grande, extraño y desalentador que nunca.

Cartel The Surge 2
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The Surge 2 es la secuela del aclamado RPG de acción y supervivencia de Deck13, que amplía enormemente sus mecánicas de combate, el sistema de progresión de personaje, el de fijado de objetivos para las extremidades y nos permite conseguir botines de una forma bastante original. Aquí nos toca explorar a fondo la devastada ciudad de Jericho y luchar contra feroces enemigos para desgarrarlos y hacernos con valioso equipo que poco a poco nos vuelve más fuertes y, a su vez, nos permite enfrentarnos a otros más poderosos, todo ello con un gran elenco de posibilidades de personalización del protagonista.

Su historia nos habla sobre el aparatoso accidente que tiene el vuelo de nuestro personaje en las afueras de la ciudad Jericho a causa de una misteriosa tormenta. Meses después, despertamos del coma en una metrópolis en ruinas que ha sido arrasada por una enfermedad mortal basada en nanites. Máquinas desenfrenadas deambulan por los escombros, fuerzas militares llevan a cabo sus misteriosos planes y los supervivientes deben valerse por sí mismos. Ahora nos toca descubrir quien es la misteriosa niña que aparece en sus recuerdos y que está huyendo sola por la ciudad, todo mientras una siniestra nano tormenta en expansión oscurece el cielo.

El argumento, sin ser nada demasiado ostentoso, es interesante y está bien narrado, con unos personajes más interesantes que en la primera entrega, los cuales nos ofrecen detalles sobre el mundo y nos guían en nuestros pasos. Según las decisiones que tomemos y nuestras acciones algunos puntos del juego cambian, lo que le aporta rejugabilidad y un desarrollo más variado. Además, la mayor parte de la trama es contada mediante flashbacks que nos irán recordando lo sucedido. Como era de esperar, todos sus textos nos llegan en perfecto castellano para que no tengamos problemas a la hora de seguir la historia o comprender su funcionamiento.

Nada más comenzar, y a diferencia del primer juego donde teníamos un personaje predeterminado, nos toca crear al protagonista. Podemos elegir su sexo, pelo, piel, rostro, ojos, cejas, nariz, boca, orejas y atuendo, siendo las opciones bastante generosas a pesar de nos ser las más profundas que hayamos visto en el género. Lo mejor es que su aspecto irá cambiando a lo largo del juego con las partes que hayamos recogido de los enemigos o creado.

Las mecánicas son sencillas de aprender, especialmente para aquellos que jugaron a la primera entrega, y una vez os hagáis a ellas veréis que funcionan bastante bien. Aquí podemos movernos libremente, interactuar con ciertas partes de los escenarios, esprintar, saltar, atacar vertical u horizontalmente (pudiendo incluso dejar apretado más tiempo el botón para potenciarlos), bloquear y realizar esquivas, gastando nuestras acciones de combate un medidor de resistencia que se recupera poco a poco si no hacemos otras. Según realizamos buenas acciones, se va rellenando un medidor de energía con el que podemos activar algunos bonus temporales e incluso cambiarlo por cargas curativas, siendo muy importante a lo largo del juego.

Aunque ya podíamos fijar a los enemigos y cambiar de objetivos, esta entrega mejora el sistema a la hora de cambiar entre las diferentes partes de su cuerpo, donde podemos buscar puntos débiles de los rivales o incluso apuntar a zonas que queramos amputar tras debilitarlas para hacernos con dichas partes para el protagonista. Pero el mayor cambio lo notaréis a la hora de bloquear acometidas de los enemigos, los cuales nos permiten lanzar contraataques si nos defendemos en la dirección correcta y el momento oportuno. Es algo que se nota más en los compases avanzados del juego y cuando nos enfrentamos a jefes más poderosos, funcionando realmente bien al aparecer un marcador que nos indica la dirección desde la que vendrá su ataque para poder bloquearlo con más facilidad.

Los enemigos no son demasiado variados, encontrando a veces algunos clónicos de los que sólo cambia su equipamiento. Eso sí, al haber tantas piezas diferentes, muchas veces nos da la sensación de estar más diferenciados. Esto no ocurre con los jefes, que están mucho más trabajados y que siempre son un placer de combatir al contar con patrones de ataque mucho más variados. En general nos han gustado todos los tipos, aunque siempre hay algunos mejores que otros.

Al derrotarlos conseguimos chatarra que podemos usar en los CentroMed desbloqueados para mejorar parámetros de nuestro personaje en el módulo del núcleo al subir de nivel, tales como la salud, resistencia y eficiencia de la batería, además de reestablecer nuestra salud cada vez que los visitamos. Por otra parte, también podemos utilizar ciertos objetos para fabricar nuevo equipamiento o simplemente mejorar el ya existente.

Y hablando de equipamiento, que sigue siendo lo más destacado del juego, se nos permite personalizar el exotraje de nuesto personaje con multitud de elementos que extraemos a los enemigos, al completar misiones o de ciertas partes de los escenarios. Podemos equipar tantos objetos como nos permitan las ranuras y la energía de la que dispongamos, e incluso ponernos implantes activos y pasivos que ofrecen muchas opciones a la hora de afrontar las misiones. Como es lógico, esta secuela incorpora más tipos de armas, armaduras, habilidades, implantes y drones, ampliando mucho las posibilidades respecto al juego original. Lo mejor es que estos drones tienen una mayor importancia, permitiendo formular estrategias a la hora de afrontar una situación gracias a sus múltiples utilidades.

Algo que también nos ha gustado mucho son los escenarios. Atrás quedan la repetitividad de zonas y un mundo poco cuidado, siendo ahora muy amplio, con mucha variedad de localizaciones y una estructura perfectamente estudiada que invita a explorar cada rincón. Cuentan además con varias alturas diferentes a visitar utilizando tanto escaleras como una especie de ascensores gravitacionales que hacen que las transiciones sean más ágiles. Hay muchos caminos diferentes a descubrir y podréis desbloquear nuevas rutas al adquirir nuevas habilidades o utensilios que le aportan mucha rejugabilidad al título.

La duración del juego ronda las 30 horas, tiempo al que hay que sumarle todas las tareas secundarias, descubrir sus secretos y hacernos con el mejor equipamiento. Además es bastante rejugable gracias a la incorporación de decisiones a lo largo de la historia, a la Nueva Partida + (que añade extras y más dificultad) y al tener un equipamiento variado que nos permite afrontar el juego de formas diferentes. Comentar que el juego incluye opciones de online asincrónico, como dejar mensajes a otros jugadores en ciertas zonas o esconder estandartes para conseguir una buena cantidad de chatarra si nadie los encuentra en una hora. No son demasiado interesantes, pero se agradece su incursión.

El apartado gráfico ha mejorado bastante respecto a la primera entrega, pero sigue siendo muy mejorable en lo técnico. Esto se debe sobre todo al motor gráfico que utiliza la compañía, el FLEDGE Engine, que da ciertos problemas con las texturas, las cajas de colisiones y, al no tener un aliasing demasiado trabajado, deja ver ciertos dientes de sierra. La cámara, a pesar de haber mejorado, sigue dando problemas en los espacios estrechos y al situarse algunos elementos delante. Los personajes están bien modelados y animados, si bien echamos en falta más variedad en los mismos. Al menos se agradece que funcione con fluidez y cuente con buenos diseños de escenarios, con algunos elementos realmente vistosos y sorprendentes.

En el sonoro tenemos melodías que normalmente pasan desapercibidas, pero que de vez en cuando dan un subidón bastante notorio contra los jefes. No ocurre muchas veces y la cantidad es algo limitada, aunque se agradece. Las voces, por otra parte, nos llegan en inglés con una correcta interpretación de las mismas, mientras que los efectos están algo más trabajados. Como hemos comentado al principio del análisis, todos los textos nos llegan en perfecto castellano.

Como conclusión, The Surge 2 es lo que esperábamos de él. Un título que sigue los pasos de la primera entrega pero que mejora muchos de sus aspectos para hacer que la experiencia sea más satisfactoria. Esto se nota especialmente a la hora de combatir, donde todo resulta más preciso y cómodo, y al explorar, ya que sus escenarios están mejor diseñados y cuentan con una mayor variedad de ambientes que nos invitan a recorrerlos. Todo esto, junto al sistema de personalización, hace que sea muy completo. Sigue acarreando algunos problemas, como un apartado técnico mejorable y ciertos momentos con la cámara, pero se ha visto una gran progresión.

Aquellos que disfrutaron del original quedarán encantados con su secuela, siendo además un buen momento para descubrir la saga si os atraen los RPG de acción con montones de elementos de personalización a conseguir.