Análisis de Tiny Metal
Area 35 y Unties nos traen Tiny Metal, un juego de batallas estratégicas basadas en turnos para PlayStation 4, Nintendo Switch y PC del que os hablamos en nuestro análisis.


Su historia nos habla sobre una guerra que devastó el mundo, tras la cual llegó un periodo de paz y prosperidad. Pero todo ello se fue al traste cuando tanto el Rey como el Comandante de Artemisia recibieron un ataque. Aquí nos ponemos en el papel del teniente de Artemisia, Nathan Gries, que comanda sus unidades hacia la victoria contra la malvada nación de Zipang mientras intenta descubrir la verdad sobre dicho ataque.
Este argumento es algo simple, aunque a lo largo de la aventura conoceremos a varios aliados y enemigos de diferentes facciones que hacen que sea algo más entretenida. Lo malo es que estos personajes son poco carismáticos y al final la campaña resulta anodina, pero gracias a un genial sistema estratégico las batallas no se hacen aburridas.
Tiny Metal es un título de estrategia con batallas que se basan en turnos donde se enfrentan dos facciones en terrenos con diferentes características que afectan a su transcurso. Aquí nos toca estudiar cuidadosamente el escenario para posicionar a nuestras tropas y hacer que avancen para atacar mientras nos defendemos. Los edificios son muy importantes, ya que gracias a ellos podemos crear nuevas tropas, curarlas o bien mejorarlas con el dinero obtenido.
Su sistema de combate utiliza la clásica fórmula de piedra, papel y tijera, en el que unas facciones son más efectivas o débiles contra otras según su tipo. Así, una básica es poderosa contra los que llevan bazucas, estos últimos contra los vehículos y los vehículos contra los soldados de infantería. Pero claro, todo esto sería demasiado simple, por lo que hay otras mecánicas que entran en juego, tales como flanquear y atacar desde la retaguardia para causar un daño mayor. También es posible fijar con varias unidades a un objetivo para desencadenar un ataque devastador.
Pero hay otras unidades más poderosas y versátiles que las normales, los héroes. Estos se fortalecen a lo largo de la campaña y pueden trasladarse de una misión a otra, haciendo que al final sean las más útiles.
Los escenarios no son visibles al completo desde un comienzo, teniendo que avanzar por él para ir desvelando nuevas zonas o bien utilizar el radar junto a la artillería de largo alcance para descubrir la posición de enemigos fuera de nuestro rango visual. Cada zona del escenario tiene ciertos beneficios para unas unidades determinadas, haciendo que saber aprovechar cada una de ellas sea de gran ayuda a la hora de obtener la victoria.
Capturar edificios nos proporciona dinero para crear nuevas unidades en las fábricas del mapeado entre otros usos. Además podemos mejorar a nuestras tropas al realizar unas acciones determinadas. Nuestro objetivo es ir haciéndonos con el mayor territorio posible hasta realizar la misión, que normalmente consiste en acabar con todos los enemigos.
En general funciona bastante bien y resulta entretenido, pero ciertos aspectos son mejorables, tales como el ritmo de las batallas, que se desarrollan con algo de lentitud, y algunos fallos técnicos que pueden llegar a molestar, aunque es algo que en un futuro se pueden arreglar mediante actualizaciones. A ello hay que sumarle infinidad de diálogos que a la larga cansan pero que, al menos, podemos acelerar o bien saltar. Al ser sus batallas tan extensas deberéis jugar al título cuando dispongáis de tiempo suficiente, no estando pensado para partidas rápidas.
Pero no sólo de la campaña vive el juego, también hay un modo Escaramuza que nos permite saltar directamente a la acción con misiones de diferentes dificultades que harán las delicias de aquellos que sólo busquen diversión con las batallas más directas. Junto a él está el Multijugador, con el que pasaréis montones de horas poniendo a prueba vuestras dotes estratégicas contra otros jugadores.
La duración es uno de los aspectos más destacados del juego, contando con una campaña de unas 20 horas a la que hay que sumarle un nuevo juego + y la gran rejugabilidad que ofrece por intentar superar los niveles de distintas formas. Si a ello le sumamos que irá añadiendo nuevos contenidos, el modo Escaramuza y el multijugador tenemos juego para mucho tiempo.
El apartado gráfico resulta un tanto simple, pero utiliza un estilo cell-shading bastante original que no está nada mal. Lo malo es que de vez en cuando encontramos algunos fallos en la interfaz que puede molestar y poca diversidad de escenarios, pero en general cumple. Lo mejor, sin duda, es el diseño de los personajes durante los diálogos y cuando estos pasan al ataque en las batallas.
La banda sonora sigue el mismo estilo, con melodías informales que le sientan muy bien al juego y buenos efectos de sonido. Cuenta con voces en japonés o inglés con una decente interpretación por parte de los actores de doblaje y textos en castellano para no perdernos ningún detalle.
Tiny Metal es un juego divertido y entretenido que no oculta su inspiración en la saga Advance Wars. Ésta es quizás la parte más negativa, su falta de innovación y carisma, haciendo que con el paso de las horas no llene tanto como esa saga. En lo positivo tenemos un juego bastante extenso y la posibilidad de jugar contra otros jugadores en el multijugador, con algunas mecánicas nuevas que añaden más opciones estratégicas.
Un título estratégico bien planteado que hará las delicias de los fans siempre y cuando no le den una gran importancia a su historia y se centren más en su jugabilidad.