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Análisis de Travis Strikes Again: No More Heroes

Sobrevive con Travis en los diferentes mundos de videojuegos con Travis Strikes Again: No More Heroes, un spin off de la aclamada franquicia de Suda51 y Grasshopper Manufacture.

Cartel Travis Strikes Again - No More Heroes
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Travis Strikes Again: No More Heroes es un título de acción que nos lleva a visitar los mundos de ciertos videojuegos, por lo que, en consecuencia, encontraréis montones de mecánicas que pertenecen a diversos géneros. Desarrollado por el legendario creador Goichi Suda (conocidocomo Suda51) y su compañía, Grasshopper Manufacture, estamos ante un juego de bajo presupuesto, así que hayaréis puntos positivos en la aventura y otros que podían haber estado más cuidados.

Su historia tiene lugar siete años después de los sucesos acaecidos en No More Heroes 2: Desperate Struggle, en una pequeña ciudad en medio de la nada en el sur de América, donde Travis Touchdown lleva una vida despreocupada con su gata Jeane. Todo hasta que Badman aparece en la caravana de Travis para vengarse por el asesinato de su hija, Bad Girl. Cuando parecía que finalmente lo tenía y mientras luchaban, ambos son absorbidos por el mundo de una legendaria consola de videojuegos fantasma, la Death Drive Mk II. Ésta funciona con unos misteriosos objetos llamados Death Balls y quien sea capaz de reunir las seis completando los juegos que incluyen podrá cumplir un deseo. Ahora ambos personajes tendrán que dejar de lado sus diferencias para superar las pruebas que se les presentan y así verlo cumplido.

El argumento en general no está nada mal, aunque quizás se pueda hacer pesado por estar contado mediante textos utilizando un estilo un tanto retro, donde se echan en falta cinemáticas o algunas animaciones que puedan hacerlos más llevaderos. Algunas conversaciones, además, pueden durar varios minutos, algo que rompe un poco el ritmo de la aventura. Eso sí, nos ha encantado que haya referencias al mundo de los videojuegos, el cine, la música o a la propia franquicia, con todos los textos en perfecto castellano y algunas palabras malsonantes que hace que no sea apto para todos los públicos.

Nada más comenzar encontraréis tres niveles de dificultad entre los que elegir, aunque puede cambiarse en cualquier momento a lo largo de la aventura: dulce, amarga y picante. En general es un título bastante sencillo, ya sea en los momentos de acción o a la hora de resolver los puzles, por lo que recomendamos jugar en la más alta a los veteranos en el género. Al menos se complica un poco más si decidimos jugarlo en cooperativo.

Los controles son muy accesibles y no tardaréis en haceros a ellos, no ofreciendo la misma profundidad que otros títulos de la saga o del género hack & slash. Tenemos un ataque básico, otro fuerte, la posibilidad de saltar y esquivar, con diferentes movimientos según su combinación. Todos nuestros ataques consumen energía de la espada, así que nos toca recargarla cada cierto tiempo. Si además conseguimos cargarla al máximo acabando con enemigos, podemos realizar una poderosa embestida que podría terminar con varios grupos. Como curiosidad, hay unos baños a utilizar que recargan nuestra vitalidad y son necesarios para guardar la partida, así como tiendas de comida para restaurar salud.

Los enemigos en general no ofrecen un gran reto, pero la cosa cambia con los jefes, cuyos patrones de movimiento están más trabajados. Al derrotarlos se activará una secuencia quick time event para hacer que su derrota sea más vistosa e interactiva. No esperéis tampoco demasiada dificultad, ya que se trata de un título bastante accesible.

A lo largo de la aventura conseguiréis chips de habilidad con los que desbloquear nuevos movimientos, los cuales pueden personalizarse desde el menú. Tras usarlos toca esperar un tiempo para volver a activarlos, así que usadlos cuando os encontréis en situaciones realmente comprometidas.  Comentar también que poco a poco recibiréis unos puntos que podréis invertir en subir de nivel al personaje que queráis para aumentar su potencia y vitalidad.

Los puzles son muy sencillos y generalmente se basan en pulsar algún interruptor (conocido en el juego como Deathahedron), para rotar partes del escenario o activar algo. Eso sí, dependiendo del juego en el que estéis metidos, se le sacan más partido que en otros.

Y hablando de los juegos, cada uno tiene una serie de características que los hacen únicos, pero sin perder el toque de acción en el que se centra el juego. El primero es una especie de tutorial en el que nos enseñan los controles básicos para pasar después a otros en los que resolver puzles para alcanzar una mansión sin que nos atrapen, explorar diferentes escenarios, carreras o participar en minijuegos la mar de variados. Lo malo es que casi todo se centra demasiado en la acción, con elementos que se repiten en exceso y no ofreciendo una gran profundidad en sus mecánicas para hacer que fuera más entretenido.

En total encontraréis seis fases que, en su dificultad más alta, os darán para unas diez horas, aunque cada nivel esconde secretos que hacen que sea bastante rejugable. Además, al terminar una fase se nos da un ranking dependiendo de nuestros resultados en el tiempo que hemos tardado en completarlo, el daño recibido o las muertes entre otros. Como extras tenemos unas piedras aztecas y dinero que podemos canjear en nuestra caravana para conseguir nuevos trajes, así como revistas con información que nos llevan hasta nuevos secretos.

El apartado gráfico cuenta con el característico estilo de la saga, utilizando el cell-shading para personajes y escenarios, pero ahora añadiendo un efecto de estilo retro para asemejarse a un videojuego clásico y cargado de bugs. En general nos ha gustado, pero hay algunos altibajos a lo largo de la aventura, como la excesiva repetición de algunos elementos o una cámara que no podemos mover con libertad, lo que a veces hace que nos perdamos un poco por sus escenarios a pesar de ser lineales. Eso sí, sus diseños hacen que sea muy llevadero.

Algo similar ocurre con el sonoro, donde tenemos melodías muy buenas que acompañan perfectamente a la acción y otras demasiado simples. Los efectos están más trabajados y van acompañados de un doblaje en inglés bastante bueno para ciertas escenas, con textos en perfecto castellano.

Travis Strikes Again: No More Heroes es, como conclusión, un título que se centra en la acción pero que no acaba de profundizar en ella como para destacar en el género. Cuenta con minijuegos que resultan muy entretenidos y amenizan su desarrollo, así como el humor que siempre caracteriza a la saga. Lo malo son los tramos que han sido alargados añadiendo elementos repetitivos que pueden llegar a cansar.

Un juego que al menos sirve para amenizar la espera hasta la posible tercera entrega numerada de la saga, si bien esperábamos algo más de él.