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Análisis de Warhammer 40,000: Mechanicus

El aclamado juego con batallas tácticas por turnos de Kasedo Games, Warhammer 40,000: Mechanicus, debuta en consolas con una notable adaptación.

Cartel Warhammer 40,000 Mechanicus
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Warhammer 40,000: Mechanicus es un título de estrategia con combates tácticos por turnos que se basa en el universo creado por Games Workshop y que se lanzó en PC a finales de 2018, cosechando un gran éxito entre los jugadores. Ahora el juego llega a consolas para ofrecernos una experiencia muy similar, para lo bueno y para lo malo, con controles y una interfaz adaptada a los mandos, además de contenidos de serie como el descargable Heretek, la banda sonora en formato digital, la corta historia “Deus Ex Mechanicus” de Andy Chambers, el alucinante libro de arte digital y dos armas exclusivas.

Su historia nos lleva hasta el 41º Milenio, una época de oscuridad y guerras donde el Imperio de la Humanidad reclama toda la galaxia en nombrel del Dios Emperador, librando una guerra interminable contra los xenos del exterior, los herejes del interior y los horrores sobrenaturales del más allá. Aquí nos ponemos en el papel del Magos Dominus Faustinus, un Tecnosacerdote (guardianes y recuperadores de tecnología  de la humanidad) que lidera a las tropas humanas del Imperium más avanzadas tecnologógicamente, los Adeptus Mechanicus, para realizar una expedición en el planeta recientemente descubierto de Silva Tenebris y del que han captado un mensaje del Magos Rhesak. En busca de tecnología xeno para utilizarla en sus propios fines, algo que los humanos no ven con buenos ojos al saltarse sus creencias, se adentran en el lugar para comenzar una nueva aventura donde descubrirán que un mundo Necrópolis Necrón está empezando a despertar.

Esta trama es muy buena e interesante, notándose la mano del escritor Ben Counter, uno de los autores más destacados de la Black Library de Games Workshop. Ha sido creada completamente desde cero para amoldarse fielmente a la facción del Adeptus Mechanicus y todo lo que representan, no solo en lo que respecta a cultos y creencias, sino también en sus características y particularidades que hemos podido disfrutar en el juego de mesa, contando cada uno con su propia personalidad y objetivos. Un aspecto que os encantará es que las misiones cambiarán según las decisiones que toméis, lo cual afectará al destino las tropas. Como no podía ser menos, todos los textos están en castellano para poder seguir la historia sin problemas, siempre y cuando conozcáis el universo del juego.

La versión de consolas incluye además el contenido descargable Heretek, una expansión que presenta a los Adeptus Mechanicus como nunca antes, encontrando un tono más oscuro donde intentamos descubrir qué han supuesto los disturbios para el Caestus Metallcan durante su campaña en Silva Tenebris. Pero no se compone sólo de historia, también añade una nueva disciplina, más misiones, armas, tropas, enemigos y un nuevo entorno, aunque preferimos que lo descubráis vosotros mismos. Junto a todo esto tenemos la historia corta Deus Ex Mechanicus escrita por Andy Chambers, la cual recomendamos a los seguidores de Warhammer 40,000.

Pasando a sus mecánicas, estamos ante un título en el que vamos desplazando nuestras tropas por diferentes salas en busca de sus secretos, tomando decisiones y, en determinadas zonas, luchando contra los necrones. Hemos de decir que los controles están bastante bien adaptados a los mandos, con una interfaz muy clara y muchos elementos a gestionar con pocos botones, haciendo que sea un proceso bastante ágil e intuitivo.

Cuando comienzan las batallas, tenemos un mapa cuadriculado donde hay que colocar a nuestras unidades en casillas destacadas  para después pasar a la acción por turnos, indicándose el orden de acción en la parte superior de la pantalla. Aquí podemos desplazar a las unidades cuando llega su turno, estando la distancia que pueden recorrer marcada por una línea.

Una vez colocadas, y como no podía ser menos, tenemos los Puntos de Conocimiento, que se obtienen al acabar con rivales o de ciertos pilares y sirven como recurso compartido entre todas nuestras unidades para utilizar determinadas armas, habilidades, aumentar los movimientos o pedir refuerzos, siendo la gestión de estos puntos uno de los factores más importantes en la batalla junto a la colocación de las unidades. Después están los Cánticos, que ofrecen efectos únicos a ciertas unidades para que los combates sean más interesantes. Además tenemos la piedra negra, la cual podemos invertir en mejorar a nuestro equipo.

Es importante conocer la información de los enemigos, ya que cada uno tiene sus propios PS, armadura física y armadura de energía, haciendo que unas armas y habilidades sean más eficaces que otras. Según avancéis veréis como aumentan las posibilidades jugables, haciendo que gane más profundidad y que los combates sean más desafiantes. Esto se nota especialmente cuando el nivel de alarma es alto y aparecen rivales cada vez más poderosos, creciendo éste cuanto más tiempo permanezcamos en dicho lugar.

La toma de decisiones es un aspecto que nos ha encantado al ofrecer multitud de posibilidades y hacer que cambien los sucesos que están por venir, lo que le aporta una gran rejugabilidad al título y hace que cada partida se sienta diferente. No siempre la opción más clara es la correcta, así que tendréis que darle muchas vueltas y estar atentos a los pequeños detalles que nos comentan. Cuenta con un gran mapa lleno de salas que siempre nos invitan a explorar en busca de nuevos tesoros, si bien es cierto que la representación de éstas es muy mejorable en todos los sentidos al sólo mostrarse como una especie de mapa holográfico.

En cuanto a duración, encontrarés más de 50 misiones que aseguran muchas horas de juego junto con los contenidos descargables añadidos de serie, desarrollándose las batallas a un ritmo algo lento. Lo mejor, como hemos comentado, es que las decisiones hacen que sea un título muy rejugable, ofreciendo partidas únicas cada vez que jugamos.

El apartado gráfico es quizás donde más flojea el juego, aunque técnicamente y en sus diseños cumple. El problema viene dado por la escasez de recursos, con detalles que podrían estar más cuidados y una falta de variedad preocupante que hace que se sientan repetitivos con el paso de las horas. Al menos las criaturas están bien representadas y cuentan con buenas animaciones y efectos. Lo mismo ocurre al explorar, con un mapa demasiado simple y donde se nos presentan situaciones con una simple ilustración.

En el sonoro tenemos melodías que acompañan bien tanto la exploración como las batallas, efectos de sonido trabajados y voces en inglés que no están nada mal. Los textos nos llegan en completo castellano, con un trabajo de interpretación soberbio en el que incluso se imita la forma de hablar de ciertas criaturas.

Como conclusión, Warhammer 40,000: Mechanicus es uno de los videojuegos más interesantes basados en el universo de Warhammer 40,000 de la actualidad, con una historia bien narrada, profunda e interesante, una jugabilidad tan accesible como divertida, elementos tácticos bien diseñados y ciertos toques roleros que le aportan aún más diversión. Además, cuenta con una interfaz y controles bien adaptados a consolas, contenidos extras y mucha rejugabilidad por la toma de decisiones. En lo negativo tenemos una escasez de elementos visuales que pueden hacer que se vuelva repetitivo y la lentitud de los combates, que alargan su duración innecesariamente.

Aún con todo ello, no son problemas demasiado notorios, brillando más sus virtudes que los defectos y conviertiéndose en un título que recomendamos encarecidamente a los seguidores de Warhammer 40,000.