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Análisis de When Ski Lifts Go Wrong

Construye estructuras para que los entusiastas de los deportes de invierno lleguen a su destino en When Ski Lifts Go Wrong, un título que juega con las físicas y el humor.

Cartel When Ski Lifts Go Wrong
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When Ski Lifts Go Wrong es un juego de construcción y puzles en el que debemos crear estructuras con un presupuesto y materiales limitados para que los personajes lleguen a su destino, así como manejarlos y sortear los obstáculos que se les presenten. En él tienen un papel fundamental las físicas, las cuales están muy trabajadas y pueden dar lugar a muertes la mar de absurdas y divertidas, aunque no os preocupéis, ya que podréis intentarlo tantas veces como queráis hasta dar con la solución.

Las mecánicas son muy simples, utilizando un puntero (que en el caso del modo portátil de Nintendo Switch podemos usar la pantalla táctil) para seleccionar objetos a usar y crear una estructura, teniendo ésta un límite de tensión para resistir el peso del pasajero, de tamaño para los útiles y de dinero para comprarlos. Una vez creada pasamos a ver la acción, con algunos casos en los que podemos incluso manejar al personaje. Si vamos con los esquis podemos agacharnos para coger impulso, saltar e inclinarnos para intentar caer bien. La moto de nieve funciona de forma diferente, donde la aceleración y el frenado juegan un papel fundamental, funcionando de manera similar la moto y la bicicleta.

Hemos de decir que crear estructuras nos ha encantado, ya que ofrecen muchas posibilidades que los jugadores disfrutarán por el simple hecho de poder hacerlas como os plazca, dando así rienda suelta a vuestra imaginación. Muchas las crearéis por cumplir objetivos, pero otras simplemente por ver hasta donde podemos llegar. Rampas, teleféricos o puentes son solo algunos de los ejemplos de sus posibilidades y, al ser un juego desenfadado, no se hace aburrido.

Todo está perfectamente explicado en tutoriales al comienzo de la aventura y no tardaréis demasiado en haceros a sus controles tras unos minutos de juego. Siempre nos invitan a crear estructuras con pocos materiales para intentar provocar accidentes, así que el reto estará en intentar evitarlos, aunque en ocasiones hay objetivos que implican accidentes.

La dificultad del juego está muy bien medida, comenzando con retos sencillos para que nos adaptemos a sus mecánicas y pasando después a otros que poco a poco incorporan más materiales y limitan nuestro presupuesto. Puede parecer sencillo, pero los escenarios son muy enrevesados y cuentan con montones de obstáculos que nos toca evitar, todo mientas intentamos que la estructura no se derrumbe. Esto se nota aún más cuando intentamos completar los tres desafíos de cada nivel.

En total encontraréis unos cien niveles, entre los que se incluyen tanto entornos invernales como otros veraniegos que han sido añadidos para la versión definitiva. Además, cada uno cuenta con diferentes medallas a conseguir por cumplir ciertos objetivos que aseguran rejugabilidad por intentar obtenerlas todas.

Como punto más destacado tenemos un editor de niveles en el que dar rienda suelta a nuestra imaginación y compartirlos con la comunidad del juego. Podemos empezar desde cero o bien seleccionar el de otros jugadores y modificarlos, estableciendo incluso los objetivos adicionales para que completarlos al cien por cien sea realmente complicado. Los hay de todo tipo, siendo en este apartado donde más tiempo pasaréis por la diversión que ofrecen las alocadas creaciones de algunos jugadores y, si así lo queréis, ver las repeticiones del resto, ya sean de desastres absolutos o de algunos logros increíbles.

El apartado gráfico opta por un estilo tridimensional minimalista, donde tendréis a personajes simples bien animados y escenarios que, aunque podrían haber dado más de sí, resultan agradables y crueles a la vez. Lo mejor son los efectos, con físicas muy cuidadas y zonas de impacto para los personajes que hacen que no nos cansemos de él. Además funciona con fluidez, no exigiendo un ordenador potente para moverlo.

En el sonoro tenemos melodías amenas para la construcción, buenos efectos de sonido para ambientar los escenarios y, sobre todo, los gritos de dolor por los accidentes. Comentar también que sus textos están en completo castellano.

When Ski Lifts Go Wrong es, como conclusion, un título sencillo pero que sabe jugar muy bien sus cartas. El sistema de construcción es simple pero profundo, ofreciendo muchas posibilidades a la hora de afrontar un nivel con un sistema de físicas muy cuidado que da lugar a accidentes la mar de divertidos. Puede que no sea demasiado largo, pero lo compensa con el editor de niveles y su comunidad.

Si lo vuestro es construir, os gustan los juegos de puzles y que tenga un pequeño toque gore, deberíais darle una oportunidad, si bien su propuesta no es demasiado original.