Análisis de Xenon Racer
Frenéticas carreras futuristas os esperan en Xenon Racer, el nuevo título de 3D Clouds y Soedesco.


Xenon Racer es un título de conducción arcade de corte futurista en el que manejamos veloces vehículos por intentar ser los mejores entre ocho corredores, encontrando varias modalidades de juego tanto offline como online y la posibilidad de modificar nuestros vehículos para mejorar elrendimiento y su estética. La mayoría de elementos están bloqueados al principio, teniendo que jugar a los diferentes modos para ir consiguiéndolos poco a poco, además de ir subiendo el nivel de dificultad progresivamente.
Curiosamente, el juego tiene una especie de trasfondo. En 2019, la World Prototype League (WPL) anuncia a todos los fabricantes que 2031 sería el año en que comenzaríia el primer campeonato de levitación magnética. Ahora nos encontramos en 2030, donde los fabricantes más famosos de todos los rincones del planeta han organizado el Xenon Racing Championship, un campeonato no oficial para desarrollar las tecnologías de las carreras del futuro. Su objetivo, probar el nuevo sistema de recuperación de energía ERS y la inteligencia artificial para cambiar la configuración dinámica de los vehículos. Así que nos toca elegir un equipo, comenzar una carrera y así descubrir el futuro del deporte del motor, con vehículos movidos por la electricidad y gas xenón que proporcionan velocidades vertiginosas.
Los controles son muy accesibles, encontrando un botón de acelerar, otro para frenar y por último el que activa el sistema ERS, una especie de nitro que nos hará ganar mucha velocidad por un instante. Para poder recargarlo tendréis que pasar por unas plataformas dedicadas a ello y, sobre todo, derrapar en las curvas. Y es aquí donde se encuentra el eje de toda la jugabilidad, los derrapes, que son imprescindibles para conseguir la victoria en las carreras. Comentar también que los vehículos tienen un límite de daños, pero no os preocupéis, lo único que hará será reaparecer en la pista arreglado al completo con la consecuente pérdida de tiempo. Hay cinco puntos de vista diferentes que se adaptan a los gustos de los jugadores, si bien no encontraréis ninguno desde la cabina que os permita ver los interiores.
Tan importante como nuestra habilidad a la hora de conducir es la selección del vehículo. Existen un total de 18 diferentes entre los que elegir, cada uno con una serie de características que los hace únicos y que varían completamente el estilo de juego. Dividen su calidad en siete estadísticas: velocidad máxima, aceleración, derrape, manejo, velocidad de recarga de turbo, duración del turbo y potencia del turbo. Según la carrera que disputemos puede ser mejor uno u otro, así que pensadlo bien antes de dar el paso.
Uno de los aspectos más destacados del juego es que todos los vehículos se pueden personalizar al viajar hasta el garaje. En él podemos seleccionar uno para posteriormente elegir su color, ruedas, montura, alerón frontal, el central y el trasero, las ventanas y el ERS. Como ya hemos comentado, algunas partes son sólo estéticas, pero otras afectan directamente al rendimiento, así que es bueno ir haciendo pruebas para ver que le sienta mejor. Tened en cuenta que la mayoría de los elementos de este lugar están bloqueados al principio, así que os tocará dedicarle muchas horas para intentar conseguirlo todo. Si además visitáis la sección Extra podréis ver como obtener los vehículos y ubicaciones.
Lo que no nos ha gustado es que la Inteligencia Artificial de los rivales sea tan dispar. Con el fin de que no nos sea sencillo conseguir la victoria, estos nunca se alejan demasiado de nosotros, volviéndose incluso demasiado agresiva para adelantarnos y dejándonos atrás con facilidad para que no consigamos alcanzarlos. A veces sucede lo contrario, pero nos gustaría que todo estuviese mejor equilibrado.
En cuanto a modos de juego, el principal es el Xenon Racing Championship, que nos lleva a disputar carreras en las que se nos marca un objetivo para ir desbloqueando otras nuevas. Es bastante entretenido, cuenta con muchas pruebas y, en ocasiones, es algo complicado si no se dominan los derrapes. Pero tranquilos, siempre podéis jugar otras modalidades para ir consiguiendo nuevos vehículos o piezas que faciliten la tarea.
El siguiente es Carrera Rápida, que nos permite competir en la pista de la ubicación que queramos (siempre que esté desbloqueada), elegir el número de vueltas que queremos dar y las condiciones de la pista. No es el más destacado de todos, pero nos permite correr por superar nuestras mejores marcas en un circuito y desbloquear nuevos elementos. Junto a él está el modo Pantalla Dividida, que funciona de forma similar pero nos permite competir contra otro jugador de manera local a pantalla partida, algo extraño hoy en día y que es muy de agradecer.
Después tenemos el Online, donde podemos unirnos a una partida, a una sala de espera o crear la nuestra para participar en competiciones y campeonatos en línea. También podéis consultar los marcadores para saber quién ha conseguido el mejor tiempo en una pista. Eso sí, un detalle importante es que la vida de esta modalidad depende de su comunidad, que por lo que vemos todavía no está muy activa.
Por último tenemos el modo ventana para consultar los tutoriales, competir en pruebas contrarreloj, de puntos de control, de eliminación o simplemente por puro placer en el modo libre. En el fondo es igual que Carrera Rápida, pero ofreciendo varias disciplinas que lo vuelven muy entretenido.
Técnicamente el juego no está nada mal, con vehículos perfectamente recreados, una buena sensación de velocidad y localizaciones bien conocidas que han recibido un pequeño toque futurista, tales como Tokio, Miami, Canadá o Dubai entre otros. No esperéis nada espectacular, pero cumple con creces. Además cuenta con dos modos de ajustes gráficos, uno que se centra en el rendimiento para funcionar a 60fps estables y otro que mejora la calidad donde no desciende de los 30fps, así como un modo foto para capturar los momentos más espectaculares del juego.
Por otro lado, tenemos una banda sonora que nos ha resultado monótona al poco tiempo, con melodías demasiado simplonas que acaban pasando a un segundo plano. Al menos los efectos están más cuidados y nos hacen sentir que estamos sentados en vehículos del futuro. Los textos del juego, por cierto, nos llegan en completo castellano, con la posibilidad de elegir entre muchos otros.
Como conclusión, Xenon Racer nos ha parecido un título divertido, desafiante y con varias modalidades y desbloqueables que aseguran muchas horas de juego. Además cuenta con distintos niveles de dificultad para adaptarse al nivel de cada jugador. Lo que no nos ha acabado de convencer es la inteligencia artificial de los rivales, que en ocasiones es muy injusta.
Por lo demás estamos ante un juego que, sin destacar demasiado dentro del género, nos ha supuesto una sorpresa muy agradable y que seguro agradará a los que buscan títulos de este estilo, sobretodo si tenemos en cuenta la escasez que hay últimamente.